Las relaciones de pareja no son estáticas. Cambian, evolucionan, se transforman. Lo que comienza con mariposas en el estómago puede, con el tiempo, convertirse en una alianza real y profunda… o en una desconexión difícil de remontar. Entender en qué etapa está tu relación puede ser clave para cuidarla, mejorarla o tomar decisiones desde la consciencia.
Así lo explica Silvia Severino, psicóloga especializada en relaciones, quien ha identificado cinco fases por las que suelen pasar las parejas. “Las relaciones tienen cinco etapas. La mayoría se quedan en la tercera”, afirma. Su propuesta busca arrojar luz sobre ese punto crítico en el que muchas historias se estancan, y que a menudo se interpreta como el final del amor, cuando en realidad puede ser una oportunidad para crecer.
La primera etapa es la más conocida: el enamoramiento. Risas, ilusión, deseo, mariposas… es lo que muchos llaman la “luna de miel”. Un tiempo en el que todo parece fácil, ideal y lleno de promesas. En la segunda fase, las cosas se vuelven más reales. “Se pone serio”, dice Severino. Llega la convivencia, bajan las intensidades, pero sigue el cariño. Es cuando empiezan las rutinas y la vida compartida toma forma.
La tercera etapa, según la psicóloga, es donde más parejas se quedan atrapadas. “¿Qué ha pasado?”, se preguntan muchos. Aquí surgen más discusiones, la conexión se debilita y es frecuente pensar que el amor se ha acabado. Pero esto no siempre es cierto: es una fase de ajuste y de cuestionamiento que puede superarse con trabajo mutuo y comunicación honesta.
A partir de superar la tercera etapa llegan el amor maduro. (Pexels / Kris Møklebust)
Si la relación sigue adelante, se alcanza la cuarta etapa: “Bajarse del pedestal”. Aquí se asume la realidad del otro, sin idealizaciones. Se aprende a aceptar la verdad, hay más respeto y se afianza el compromiso. Finalmente, en la quinta fase, la pareja se consolida como un verdadero equipo. “Compartís valores y metas, y se construye desde lo real, no desde la ilusión”, resume Severino.
Saber en qué fase estás, y sobre todo, comprender que todas son parte del mismo camino, puede ayudarte a vivir tus relaciones con mayor claridad, madurez y esperanza. Porque amar de verdad no es evitar los problemas, sino aprender a superarlos juntos.
Las relaciones de pareja no son estáticas. Cambian, evolucionan, se transforman. Lo que comienza con mariposas en el estómago puede, con el tiempo, convertirse en una alianza real y profunda… o en una desconexión difícil de remontar. Entender en qué etapa está tu relación puede ser clave para cuidarla, mejorarla o tomar decisiones desde la consciencia.