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David Delfín y Pelayo rehacen su vida… cada uno por su lado
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todo apunta a que tienen nuevas parejas

David Delfín y Pelayo rehacen su vida… cada uno por su lado

Dos ‘popes’ de la moda que vuelven a rehacer sus vidas. Pelayo Díaz parece estar con un diseñador francés y David Delfín con un bailarín de Fangoria

Foto: David Delfín y Pelayo, en el desfile del pasado febrero
David Delfín y Pelayo, en el desfile del pasado febrero

Dos ‘popes’ de la moda que vuelven a rehacer sus vidas. Pelayo Díaz era, hasta hace poco, el apéndice inseparable de David Delfín, además de su novio. Varias apariciones en Alaska y Mario y varios millones de visitas a su blog después, ya es todo un personaje. Estos días, se dejaba ver en el Retiro acompañado por otro diseñador de postin, el francés Nicolas Ghesquiére. Muchos han querido ver en el encuentro algo más que una amistad, habida cuenta de que sus abrazos no parecían los de simples amigos pero, por ahora, parece que sólo son eso, buenos amigos. Lo mismo ha ocurrido en el caso de su ex, aunque su presunta nueva conquista está alejada del mundo de la moda, ya que se trata de un joven bailarín del grupo Fangoria llamado Daniel Lozano, con quien el diseñador ha sido visto recientemente y con el que parece estar saliendo. El nexo de unión habría sido su amistad con Alaska, con la que tanto él como Pelayo se dejaban ver habitualmente.

En el caso de Pelayo y su posible conquista gala, los rumores se dispararon cuando el omnipresente exchico Delfín acudió al desfile de Vuitton en París en el que Ghesquiére presentaba su colección Crucero. Pelayo incluso mostraba en Instagram una foto del aeropuerto de París bajo la cual señalaba su regreso a España tras pasar unos días en la capital francesa. Mientras se agudizan las habladurías que aseguran que él y el diseñador francés están comenzando algo parecido a un romance, alguien de su círculo asegura a Vanitatis que “por ahora solamente son buenos amigos. No hay más”.

En el caso de Lozano y Delfín, parece que están en ciernes de una relación. La prueba más evidente fue una imagen subida por el bailarín a Instagram en la que daba las gracias a Elena Benarroch por haberle acogido en su casa de Marbella, llamada La Huerta. Nada que indicase una relación con el diseñador si no fuese porque el primer comentario era de Delfín poniendo un montón de corazones que hacían sembrar la duda de si él lo acompañó durante su estancia en la casa.

No es la primera vez que Pelayo o David Delfín se encuentran con que la prensa especula sobre un sustituto sentimental. Los mismos bloggers que siguen a David Delfín comentaban el ingente número de fotografías en Instagram en las que posaba como nunca lo había hecho, como si quisiese pasar página lo antes posible y haciendo uso de sus encantos. En el caso de Pelayo, hace pocas semanas la especulación giró acerca del diseñador Eduardo Rivera, una posibilidad que encendió la mecha en internet, con numerosas críticas entre aquellos que consideran al que fuese el amor de Delfín, con el que por cierto sigue trabajando, alguien que siempre se arrima al árbol que mejor le cobija. Rivera se apresuró a negarlo y ahora ha entrado en liza Ghesquiére, alguien que tiene bastantes similitudes con David Delfín. Para empezar, sólo tiene un año menos que él y es alguien que se ha labrado un camino que lo ha llevado a ser lo que Lorenzo Caprile define como el “diseñador personaje”.

Un miembro fijo de la alta costura

Desde que a los 14 años trabajase con Agnes B, Nicolás Ghesquiére dio un paso de gigante en el complicado mundo de la moda, ya que ese trabajo lo llevó a ser el nuevo asistente de Jean Paul Gaultier. A los 25 años ya era diseñador de Balenciaga. Corría el año 1997 y por entonces ya empezaba a utilizar las semblanzas de su infancia en los años 80 para revertirlas en sus propias creaciones. Parecía que, tras ser el trabajador de otros, por fin empezaba a tener voz propia. “Pelayo admira a gente así desde siempre y tiene miles de contactos en todo el mundo. Si estuviese con todos tendría un harén”, dicen en su entorno.

Hasta el momento, Ghesquiére tampoco ha dicho una sola palabra sobre un posible romance con ‘Prince Pelayo’, con el que no sólo se le ha visto en el Retiro, sino también en algún rincón de París a lo largo de estos días. Pese a todo, la prensa gala, que parece no saber quién es Pelayo, ha obviado totalmente el hecho de que estuviese presente en los desfiles del diseñador. Para los tabloides franceses, Pelayo era uno más de los muchos que asistían a ver las creaciones del galo.

Del que podría ser el nuevo ‘delfín’ poco se sabe, aparte de su trabajo junto a Alaska. Sin embargo, poco tiene que ver con Pelayo, ya que en la mayoría de fotografías de su cuenta de Instagram es el baile y los encuentros con amigos y jóvenes de su edad los que priman por encima de cualquier atisbo ‘fashionista’.

El meteórico ascenso de Pelayo

Aunque todavía no se sabe hacia dónde se dirigirá la carrera de Daniel Lozano y si en su trayectoria tendrá algo que ver que mantenga una relación con David Delfín, la vida y la carrera del ex del diseñador fue meteórica desde que empezaron a salir juntos. Manteniendo el blog Kate loves me desde 2007, Pelayo se convirtió en uno de los primeros bloggers con categoría de celebrity cuando el término blogger ni siquiera era muy habitual. Entonces faltaban años para que trabajase junto a David Delfín. Su blog era una referencia, tanto para bien como para mal. Su pecho al descubierto, su flequillo hacia abajo y su manera de posar eran para muchos el colmo del ‘postureo’ mientras que para otros era un ejemplo de cómo vender la moda de una forma juvenil y divertida, conectando con un público que hasta entonces la veía como una industria que sólo tenía que ver con las clases pudientes de edad media. El ‘flequillo’ color pollo o todo tipo de looks menos ‘serios’ que los que luce actualmente daban pie, día tras día, a encendidas críticas e hiperbólicos elogios que mostraban una realidad: el chico no dejaba indiferente a nadie.

El blog era un magnífico exordio en un currículum que, por entonces, estaba bastante vacío. En aquel momento, estudiaba en el Central Saint Martin. Posteriormente, en 2011, se graduó en Moda y Marketing y, poco tiempo después, comenzó a colaborar con Louis Vuitton o Prada. Por entonces, vivía a caballo entre Londres y Madrid. Después llegó su trabajo para David Delfín, que lo contrató como consultor. Siendo mano derecha del diseñador fue como acabaron enamorándose e iniciando una relación que ha durado tres años. Al surgir los primeros rumores de su ruptura, ambos se esforzaron en negarlo e incluso llegaron a aparecer de la mano en el desfile que ofreció David Delfín en la pasada Mercedes Fashion Week. Sin embargo, por aquel entonces ya habían roto definitivamente. Muchos llegaron a criticar los beneficios de la relación para el joven, ya que incluso llegó a tener su propio blog en el S Moda de El País y se convirtió en una presencia habitual en el reality Alaska y Mario. Los detractores se hicieron más numerosos durante ese periodo. Algunos alumnos del IED (Instituto Europeo de Diseño) recordaban cómo Delfín “se llevaba a Pelayo a las aulas cada vez que iba a impartir clases”.

Pese a que su entorno niega el romance, parece que entre Pelayo y Nicolás Ghesquiere puede estar empezando algo que va más allá de una simple amistad. “Es joven y tiene mucha vida por delante. Es normal que encuentre sus parejas en el mundo de la moda que es el que frecuenta”, aseguran. El tiempo dirá si, en el caso de Pelayo, lo suyo es el ‘de diseñador en diseñador’ y tiro porque me toca. También si Daniel Lozano es para el amigo de Alaska y Mario una relación duradera y si se convierte en un nuevo Pelayo que acapare tantos flashes como el diseñador.

Dos ‘popes’ de la moda que vuelven a rehacer sus vidas. Pelayo Díaz era, hasta hace poco, el apéndice inseparable de David Delfín, además de su novio. Varias apariciones en Alaska y Mario y varios millones de visitas a su blog después, ya es todo un personaje. Estos días, se dejaba ver en el Retiro acompañado por otro diseñador de postin, el francés Nicolas Ghesquiére. Muchos han querido ver en el encuentro algo más que una amistad, habida cuenta de que sus abrazos no parecían los de simples amigos pero, por ahora, parece que sólo son eso, buenos amigos. Lo mismo ha ocurrido en el caso de su ex, aunque su presunta nueva conquista está alejada del mundo de la moda, ya que se trata de un joven bailarín del grupo Fangoria llamado Daniel Lozano, con quien el diseñador ha sido visto recientemente y con el que parece estar saliendo. El nexo de unión habría sido su amistad con Alaska, con la que tanto él como Pelayo se dejaban ver habitualmente.

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