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'El Cordobés', la finca por la que (también) luchan Manuel Benítez y Manuel Díaz
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'El Cordobés', la finca por la que (también) luchan Manuel Benítez y Manuel Díaz

La hacienda que compró el Califa de Córdoba en los 60 pero de la que se deshizo tiempo después vuelve a estar en circulación. El interesado comprador no es otro que el ex de Vicky Martín Berrocal

Foto: Manuel Benítez y Manuel Díaz
Manuel Benítez y Manuel Díaz

Según atestigua la hemeroteca de nuestro país, en los años 70 Manuel Benítez, el Cordobés,ya contaba con una fortuna de 2.000 millones de pesetas. Una parte la había invertido en terrenos, aviones privados y en uno de sus caprichos, los Mercedes. Cuentan las malas lenguas que el torero, reconvertido en un excelente negociador de caché a pie de plaza, llegaba a comprarse otro vehículo solo porque uno de los que ya poseía se había quedado sin gasolina. Este derroche, solo apto para un bolsillo como el suyo–era el torero mejor pagado de la época–no le impidió, sin embargo, acumular varias fincas en su Córdoba natal y entre ellasuna muy especial a la que bautizó como 'El Cordobés'.

Pero aquella época dorada terminó perdiendo su brillo y Manuel Benítez empezó, solo él sabe por qué, a deshacerse de esos terrenos que con tanta ilusión había comprado. Haberse convertido en su cuartel general y en su refugio para fiestas y celebraciones durante los años 60 no hicieron que el diestro conservara 'El Cordobés' y, tras una misteriosa transacción surgida durante un partido de fútbol, se deshizo de la finca y esta empezó a ir de mano en mano.

Curiosamente ahora esa finca vuelve a estar en circulación y sus posibles compradores no pueden resultar más significativos. 'El Cordobés' baila estos días entre dos aguas, mejor dicho, entre dos toreros, que no son otros que Manuel Díaz y Manuel Benítez. Padre e hijo, enfrentados por una demanda de paternidad admitida a trámite la pasada semana y ahora también por un terreno.

Según ha podido saber Vanitatis, Manuel Díaz se reunió hace aproximadamente un mes con los propietarios actuales de esta hacienda, reconvertida en un espacio para celebraciones varias como bodas, capeas o encuentros profesionales, para interesarse por ella. El diestro pujó y dejó una oferta muy suculenta sobre la mesa que los actuales dueños no pudieron evitar valorar. Sin embargo, la decisión no estaba tomada, ni mucho menos, pues antes querían consultarlo con quien dio nombre a la finca, Manuel Benítez, que tras enterarse de que era Manuel Díaz la persona que pujaba para hacerse con su hacienda, no dudó en mostrar también su fascinación por recuperar el terreno. Un terrenoque, según reconocen fuentes consultadas, nunca hubiera suscitado el interés de Benítez de no haberse conocido la oferta de Díaz.

Puestos en contacto con el actual gerente de la Hacienda El Cordobés, prefiere no hacer declaraciones al respecto, pero no niega que Manuel Benítez quiera en estos momentos recuperar la finca. Asegura que se trata de una “cuestión confidencial”, que solo conviene hacer pública si el diestro de Palma del Río así lo quisiera.

Hasta que se llegue a un acuerdo, que parece complicado, los dos toreros continuarán luchando por convertirse en los nuevos dueños de la Hacienda El Cordobés. Varias fuentes aseguran que la oferta del ex de Vicky Martín Berrocal no se puede rechazary que “tiene mucho interés en comprarla”. Sin embargo, resulta poco probable que el Califa de Córdoba, ese que paseó el nombre de su provincia natal por todo el mundo, vaya a permitir tal cosa a quien se ha convertido en su enemigo público número uno. La guerra está servida.

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Según atestigua la hemeroteca de nuestro país, en los años 70 Manuel Benítez, el Cordobés,ya contaba con una fortuna de 2.000 millones de pesetas. Una parte la había invertido en terrenos, aviones privados y en uno de sus caprichos, los Mercedes. Cuentan las malas lenguas que el torero, reconvertido en un excelente negociador de caché a pie de plaza, llegaba a comprarse otro vehículo solo porque uno de los que ya poseía se había quedado sin gasolina. Este derroche, solo apto para un bolsillo como el suyo–era el torero mejor pagado de la época–no le impidió, sin embargo, acumular varias fincas en su Córdoba natal y entre ellasuna muy especial a la que bautizó como 'El Cordobés'.

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