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La sombra del racismo obliga a Dolce & Gabbana a cancelar su desfile en China
Descubre qué se esconde tras la repentina cancelación del desfile de la marca italiana en Shanghái, donde planeaban ofrecer un auténtico show que se ha visto ensombrecido por la polémica
Si hay una firma a la que la polémica le funciona de forma positiva, y no por ser el fruto de una estrategia de marketing sino por ‘bocachanclismo’, esa es sin duda Dolce & Gabbana. Su batalla abierta contra la cuenta Diet Prada, que se encarga de señalar aquellos casos en los que la inspiración de algunas firmas de moda va demasiado lejos y que cada vez que acusa a Dolce & Gabbana de ser una de ellas se topa con insultos de Stefano Gabbana, es uno de los casos que más salseo brinda al mundo de la moda. Stefano, que dedica horas de su día a bucear por las redes sociales y a verter en ellas todo tipo de comentarios, firmó en una foto de Selena Gomez subida por la cuenta The Catwalk Italia con un único adjetivo: “fea”.
Las campañas de la firma, antes de estar repletas de conocidos millennials de familias conocidas, estaban siempre rodeadas de polémica. La campaña 'Hot Baroque' se enfrentó con la agencia británica Advertising Standards Authority (ASA), encargada de regular la publicidad en los medios de comunicación de Reino Unido, al considerar el anuncio de la temporada de la firma italiana otoño-invierno 2006/2007 demasiado violenta. Esa campaña primavera-verano 2007 de la marca hizo que el Observatorio de la Imagen del Instituto de la Mujer pidiera a Dolce & Gabbana retirar la campaña por incitar a la violencia contra la mujer. Suma y sigue.
La última polémica de Dolce & Gabbana acaba de llegar al haber cancelado un desfile en Shanghái de forma inesperada tras considerarse su campaña de marketing racista. Un vídeo de una modelo china intentando comer comida italiana con palillos publicado en Weibo Monday, eliminado a las 24 horas pero para entonces ya compartido hasta hacerse viral, ha sido el responsable de esta controversia.
Por si fuera poco, diversos comentarios racistas fueron vertidos en las redes sociales de los diseñadores y de la firma. Aunque la marca se ha apresurado en asegurar que sus cuentas han sido hackeadas, el hashtag #boycottdolce se ha expandido como la pólvora. Los rumores dicen que muchas celebridades chinas se habían negado a asistir al show y que las autoridades locales habían forzado a la marca a cancelarlo, aunque estos comentarios aún no han sido confirmados.
Por ello, el desfile, que tenía que tener lugar hoy, ha sido cancelado. A las polémicas anteriormente mencionadas hemos de sumar el boicot que planeó sobre la marca tras asegurar sus diseñadores que “la única familia es la tradicional” y el feroz ataque que hacen contra las celebrities que se muestran en contra de su ideología. Cuando Miley Cyrus compartió en sus redes una imagen de su hermano desfilando para Dolce & Gabbana, no dudó en aclarar que está totalmente en contra de su ideología. Los diseñadores no tardaron ni un segundo en comentar a la cantante que por culpa de ese comentario, jamás volverían a trabajar con su hermano. ¿El broche final? Llamarla ignorante.
Sin embargo, contra todo pronóstico, la polémica trae consigo beneficios para la firma. Tanto que incluso cuenta con camisetas que rezan #boycottdolcegabbana con las que los diseñadores se embolsan más de 200 € por unidad.
Veremos hasta cuándo puede la firma italiana tirar de la controversia y si no llegará un momento en el que la polémica terminará por no ser beneficiosa para sus ventas.