Un cumpleaños sin nada que celebrar

El Rey cumple 76 años sin ninguna celebración ni salida pública oficial. Tampoco se acompaña este aniversario de entrevistas en TVE como la realizada por Jesús Hermida el año pasado coincidiendo con el número redondo de los 75. Ni habrá imágenes especiales a la agencia EFE que se repartan a los medios como se hacía en otros tiempos, en los que sí había aparentemente cosas que celebrar. El aniversario del Monarca se organiza en la “intimidad”, como definen en el Palacio de la Zarzuela la ausencia de fastos. Cualquier acto que no figure en la agenda del Rey no existe y por lo tanto habrá que imaginar que los Príncipes de Asturias, la infanta Elena y los respectivos hijos felicitarán al abuelo. De la familia Urdangarin poco se sabe y tras haber pasado parte de las vacaciones en España, entre Madrid y Vitoria, y recibir el año nuevo en París habrán vuelto a su exilio dorado de Ginebra.

De hecho si el Rey quiere apagar las velas en familia no será a la hora de comer, ya que la Reina preside hoy a mediodía el concierto benéfico de los niños de Cateura en el Auditorio Nacional. Se trata de una orquesta de instrumentos reciclados que tocan niños de un barrio marginal de Paraguay. El Rey no suele acudir a este tipo de actos musicales y una de las últimas veces fue cuando cumplió 50 años y acudió al Teatro Real, donde Rostropovich le dedicó un cumpleaños feliz que corearon los asistentes.

Los que conocen al Jefe del Estado aseguran que no es muy dado a celebraciones, salvo las que marcan fechas obligadas, como fue el aniversario de sus siete décadas con una cena de gala en el palacio del Pardo a la que acudieron 700 invitados y en la que el Príncipe tomó las riendas de la ceremonia. Hace seis años, y gracias a la carta que leyó el Heredero, se supo como llamaban los hijos a su padre, nuestro rey. En ella decía: “Gracias, querido Patrón –como nos gusta llamarte, tal y como le llamabais los hermanos a vuestro padre, nuestro querido abuelo– por tu permanente ejemplo de vida intensa entregada al servicio de la nación. Ese es el legado que vas conformando día a día y que se convierte sin duda alguna en "carta de navegación" fiable para que los que te seguimos en la vida y damos continuidad a tu vocación, para los que te admiramos y te queremos".