La última salida de rodríguez del Rey con pequeño altercado con la prensa incluido

Jueves, 14 de abril, 22:00 horas. Coincidiendo con el aniversario de la II República, el Rey Felipe VI se dejó ver por las calles de la capital española. Acompañado por sus fieles escuderos, entre los que se encontraba su gran amigo Álvaro Fuster, el monarca accedió al restaurante La Jefa, ubicado en la calle Recoletos, donde estuvo cenando.

Luciendo un atuendo informal formado por pantalones de pinzas, camisa y un jersey sobre los hombros, Don Felipe disfrutó de una noche de rodríguezsin la presencia de su esposa, la Reina Letizia, quien prefirió en esta ocasión quedarse en casa. Esa misma mañana ya habían aparecido juntos públicamente, pues recibieron en el palacio de la Zarzuela a la Comisión Nacional para la conmemoración del IV Centenario de la muerte de Miguel de Cervantes.

Según cuentan testigos presenciales a Vanitatis, Felipe VI y sus amigos estuvieron varias horas en el local. Puestos en contacto con el restaurante, nos aseguran de una forma abrupta, casi ensayada, que no saben de quéles estamos hablando. El motivo de esa negación puede deberse a lo sucedido después de que el monarca abandonara el local.

Una vez más, el equipo de seguridad de Su Majestad impidió hacer su trabajo a un reportero gráfico que se encontraba allí. Ese mismo fotógrafo estuvo esperando durante varias horas la salida del Rey en un bar contiguo a La Jefa. Uno de los escoltas de Don Felipe se percató de su presencia y entró para advertirle de que no iba a poder hacer ninguna fotografía porque “se trata de un acto privado del Rey y no queremos imágenes”.

A pesar de las indicaciones de la seguridad del Rey, el fotógrafo intentó tomar algunas fotografías de Felipe VI abandonando el local. Sin embargo, no pudo captar nada, pues uno de los guardaespaldas del monarca le dio un manotazo en la cámara y lo cogió del brazo para impedir que fotografiase al soberano. Mientras todo esto sucedía, otros escoltas acercaron tanto el coche a la puerta del restaurante que en apenas unos segundos el Rey entró en su interior y desaparecieron por las calles de Madrid.

Desde Casa Real confirman a Vanitatis el altercado, aunque tienen una explicación para ello. Según cuentan, el fotografosalió de la nada cargando una mochila y se acercó apresuradamente hacia el Rey, lo que provocó que el equipo de seguridad tuviera que intervenir, pues no sabían las intenciones del desconocido.

Esta escena no es nueva. Lo mismo sucedió hace unas semanas cuando los Reyes se desplazaban hasta Naves del Español del Matadero de Madrid para ver 'Muñeca de porcelana', una obra teatral interpretada por José Sacristán que trata de los vínculos entre el poder político y el poder económico con sus secuelas de corrupción. A la salida los escoltas impidieron que el fotógrafo que allí se encontraba realizase su trabajo.

Esta actitud contrasta completamente con la que tuvieron, por ejemplo, cuando asistieron a ver el espectáculo '¡Chist!,del grupo cómico Les Luthiers en el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid. En aquella ocasiónestuvieron muy cercanos yalgunos de los asistentes no dudaron en hacerles preguntas que ellos contestaban sonrientes y amablemente, y “alguna que otra señora mayor se les acercó para saludarles y comentarles lo guapos que estaban”.

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