Carlos Gustavo de Suecia, un rey enfadado con los medios que pierde apoyo ciudadano
El último sondeo de la agencia sueca TT desvela que cuatro de cada diez suecos apoyan la abdicación de Carlos XVI Gustavo, cuando hace cinco años eran tres de cada diez
Hubo un momento en el que la recién restaurada Familia Real española veía su futuro en el espejo de su primo el rey de Suecia. Fue el propio Rey Juan Carlos quien alertó en 1977 a los ponentes de la Constitución: “De seguir las cosas así, creo que tendré menos poderes que el rey de Suecia. Pero si eso favorece la aceptación de la forma monárquica de Estado por todos los partidos políticos, estoy dispuesto a aceptarlo”.
Efectivamente, el joven rey sueco, Carlos XVI Gustavo de Suecia (Carl Gustaf Folke Hubertus Bernadotte) había accedido al trono a la muerte de su abuelo Gustavo VI, en septiembre de 1973, heredando la Corona con menos poder de cuantas había y hay en Europa. Sin embargo, su abuelo Gustavo VI–el primer monarca de la conocida como Era de la Libertad– supo mantener el trono gracias a su prestigio, a su popularidad y al cariño de su pueblo.
Aquel joven que en 1973 accedió a la Corona sueca cumple hoy 70 años y casi 43 en el trono. Con un carácter un tanto áspero y arrogante, muy crítico frecuentemente con el trato que recibe por parte de los medios de comunicación, Carlos XVI Gustavo de Suecia disfruta estos días de los fastos de su cumpleaños entre las bondades de su popularidad y una creciente corriente de la opinión pública a favor de su pronta abdicación.
Arrogante, pero tímido
Su biógrafa de cabecera, la periodista casi octogenaria Barbro Hultman, considera que efectivamente el monarca “es un hombre complejo y sus problemas de dislexia no le ayudan a la hora de expresarse”. Pero asegura que, a pesar de que “pueda parecer un señor muy arrogante y testarudo, la verdad es que toda su vida ha tenido que superar la timidez y falta de confianza en sí mismo”. Ahora bien, añade Hultman, “en las distancias cortas y en privado es pícaro y le encanta hacer reír a la gente”.
La infancia de Carlos XVI Gustavo de Suecia estuvo marcada por el dramático accidente en el que perdió la vida su padre, el príncipe Gustavo Adolfo, cuatro días antes de que cumpliera sus diez primeros meses de vida (26 de enero de 1947). El aparato de la compañía KLM que regresaba de Ámsterdam hizo escala en Copenhague y escasos minutos después de reanudar el vuelo hacia Estocolmo se precipitó, al parecer por un fallo mecánico, causando la muerte de las 22 personas que se encontraban a bordo.
El príncipe Gustavo Adolfo, que hubiera cumplido 41 años en abril de ese mismo año, regresaba después de haber visitado a los príncipes herederos Juliana y Bernardo de los Países Bajos y de participar en una cacería.
Heredero a los tres años
El pequeño Carlos Gustavo se convirtió en heredero de la Corona sueca cuando contaba con tan solo tres años y medio, en octubre de 1950, al morir su bisabuelo. El 29 de octubre accedió al trono su abuelo Gustavo VI, que se coronó en un momento en el que la institución monárquica había perdido casi todas las funciones. Fue el primer rey desde la llamada Era de la Libertad(1719-1772). La monarquía se mantuvo como una forma de representación histórica y cultural que lideró el monarca con su buena reputación.
Y contaba con 27 años cuando fue coronado con el nombre de rey Carlos XVI Gustavo de Suecia (septiembre de 1973), acontecimiento que tampoco pudo ver su madre, la princesa Sibila de Suecia, duquesa viuda de Västerbotten, que había fallecido en noviembre de 1972 a causa de un cáncer.
Antes de cumplir su tercer año de reinado se casó con la alemana de origen plebeyo Silvia Renate Sommerlath (19 de junio de 1976)en una ceremonia a la que asistieron 1.200 invitados. Tras el 'síquiero' se subieron a una carroza de lámparas de plata escoltados por escuadrones de lanceros mientras su pueblo jubiloso les aclamaba por las calles.
El monarca conoció a su esposa (en junio celebrarán sus 40 años de matrimonio) durante los Juegos Olímpicos de Múnich. Entonces era ella jefa de azafatas.
Han tenido tres hijos: la princesa Victoria, duquesa de Vastergoyland y heredera (1977), que es la mejor valorada de la familia real por su pueblo; el príncipe Carlos Felipe, duque de Varmland (1979); y la princesa Magdalena, duquesa de Haeslsingland y Gaestrikland(1982).
Languidece el apoyo del pueblo
La alegría de los nacimientos desus cinco nietosy el cariño del pueblo sueco por su heredera han hecho que las encuestasvuelvan a valorar a su monarquíadespués de la crisis de popularidad que se produjo por la publicación de informaciones sobrerelaciones extramatrimoniales del monarcay tras hacerse públicas unas grabaciones de un íntimo amigo del rey con un mafioso negociandola compra de unas fotos suyas comprometedoras.
Ha sido el propio rey Carlos XVI Gustavo quien ha confesado en una entrevista–grabada con ocasión de su aniversario por la televisión pública SVT–“su enfado y tristeza por la cobertura que los medios de su país hacen de él y de su familia. Uno se enfada, se pone furioso y triste, también cuando se trata de familiares”.
El rey no ha ocultado que la atención a los medios de comunicación le quita “muchas fuerzas y tiempo; es muy difícil trabajar cuando todo el tiempo eres ridiculizado un poco por los medios. He trabajado tan duro como he podido según mi capacidad y mis fuerzas”.
El último sondeo de la agencia sueca TT desvela que cuatro de cada diez suecos apoyan la abdicación de Carlos XVI Gustavo, cuando hace cinco años eran tres de cada diez.
Fermín J. Urbiola
Periodista y escritor
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Hubo un momento en el que la recién restaurada Familia Real española veía su futuro en el espejo de su primo el rey de Suecia. Fue el propio Rey Juan Carlos quien alertó en 1977 a los ponentes de la Constitución: “De seguir las cosas así, creo que tendré menos poderes que el rey de Suecia. Pero si eso favorece la aceptación de la forma monárquica de Estado por todos los partidos políticos, estoy dispuesto a aceptarlo”.