Felipe y Matilde de Bélgica, aclamados por salvar la monarquía de su país

Los medios belgas lo tienen claro: Felipe y Matilde de Bélgica han sido vitales para la supervivencia de la institución a la que representan. Así, en 'Le Vif', el periodista Walter Pauli titula un artículo que no da lugar a muchas interpretaciones: "Cómo el rey Felipe ha salvado la monarquía". Y describe a continuación una situación un tanto apocalíptica tras la muerte en España del rey Balduino, hace ya casi veinticinco años: "En ese momento se encontraba en su apogeo. Los años siguientes vimos cómo perdía su lustre. Comenzó entonces una larga caída hasta que Felipe y Matilde llegaron para invertir la tendencia".

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En la web de la cadena de televisión RTL leemos "5 años del reinado de Felipe: cómo la reina Matilde se ha convertido en una figura indispensable de la monarquía". En un vídeo, la especialista en moda Amélle Schildt analiza el estilo de la reina, pero el texto que lo acompaña deja clara la dimensión real de la figura de Matilde, una mujer que ha ido de menos a más: "El rey puede contar con un atributo muy importante a su lado, la reina Matilde, que se ha convertido en una de sus principales consejeras. Además, ha logrado imponer su estilo".

Otro medio clave en el país, 'Le Soir', se hace eco de los actos del Día Nacional de Bélgica, que se celebraba ayer, y subraya el baño de multitudes que se dieron después del Te Deum, que se celebró en la catedral de Bruselas, donde precisamente contrajeron matrimonio, y tras el desfile militar presidido por el monarca. Tuvo lugar en el parque de Bruselas, donde visitaron los stands de las asociaciones a las que han apoyado durante sus cinco años de reinado. Matilde, por cierto, optó por un vestido verde estampado de la firma británica L.K.Benett.

Se vio a unos reyes cómplices, cercanos con la gente y podríamos decir casi que rejuvenecidos, pues se les ve mucho más espontáneos y naturales que cuando llegaron al trono, después del cuestionado reinado de Alberto de Bélgica y su mujer, Paola, quienes estos días, por cierto, se encuentran de vacaciones en su residencia estival, Villa Carlota. Alejados, quizás, estratégicamente para no empañar un día de tanta trascendencia.

Críticas y rumores

No todo han sido parabienes ni días de vino y rosas para la pareja 'real'. Felipe ha logrado salir indemne en todo este tiempo de las afirmaciones de que es homosexual, como quedó plasmado en un libro escrito en 2012 por el periodista Fréderic Deborsu, quien en 'Question royales(s)', aseguraba que su matrimonio con Matilde había sido forzado y le atribuía una 'relación muy intensa' con el conde Thomas de Marchant.

También Matilde de Bélgica ha sido objeto de duras críticas, que no han hecho mella en ella, por cierto. En 2014, la periodista Brigitte Balfoort, experta en realeza, no se andaba por las ramas: "No puede quedar relegada en un rincón. Tiene una personalidad y opiniones tan fuertes... Un ansia de poder que no podemos ni imaginarnos". Su colega de profesión Robin Vissenaekens acuñaba un apelativo muy contundente: "Es una reina de hielo".

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El tiempo, sin embargo, ha dado la razón a los reyes de los belgas, padres de cuatro hijos, y con la popularidad por las nubes. Ayer quedó más que demostrado...