Amalia de Holanda: baile, gazpacho y jamón con su familia en la Feria de Abril

Sobre las tres de la tarde del viernes 10 de mayo llegaba la Familia Real de Holanda a la Caseta del Real Club de 'El Aero'. El rey Guillermo y su esposa Máxima repetían 20 años después el mismo viaje que hicieron siendo jóvenes y acudían al mismo lugar en el que se conocieron. En esta ocasión lo hacían acompañados de sus tres hijas.

Ahora conocemos todos los detalles de la fiesta que disfrutaron dentro del recinto.

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Bajaron del coche de caballos en el que llegaron hasta la puerta de la caseta y posaron amablemente con sus hijas unos minutos. El coche pertenecía a Iván Bohórquez, quien se encontraba también en la caseta junto a su esposa, África Serra Díez y quien almorzó con ellos.

Se trataba de una visita privada y familiar. En la caseta fueron recibidos por el Presidente del Club, Enrique Moreno de la Cova y su esposa, la pintora Cristina Ybarra. El Rey recibió el diploma de socio de honor del club y firmó a continuación en el Libro de Honor. Después recibieron unos regalos. Para él botanadura ,corbata y pasadores y para ella un mantón de color rosa bordado realizado por Rocío Olmedo.

Nada más entrar, la pareja se dirigió al rincón de la barra donde se conocieron y fueron presentados. Allí se hicieron fotos recordando como había sido el encuentro.

En la caseta se encontraban en ese momento el Duque de Alba,su hijo mayor, el Duque de Húescar y su mujer, Sofía Palazuelo, Simoneta Gómez Acebo, Patricia Medina con su marido Jerónimo Solís y sus hijas , el empresario José Manuel Entrecanales, el embajador de EEUU en España, Pía Getty y su pareja José Antonio Ruiz Berdejo, Miriam Ungría, Borja Prado y el empresario chino Silas Chou.

Todos los detalles fueron cuidados en el almuerzo. Hasta las mesas estaban adornados con tulipanes rojos anaranjados, haciendo un guiño a las flores típicas de Holanda. El menú consistió en entradas de jamón ibérico, queso puro de oveja y calamares fritos, gazpacho, lomo de merluza con pimientos del piquillo y guarnición de pisto de verduras. De postre, perfecto de chocolate, tocino de cielo y helado.

Amenizando la caseta estaba el grupo Calle Botica, que estuvieron cantando sevillanas y rumbas. La reina y sus hijas se animaron a bailar y disfrutaron mucho hasta las seis de la tarde en que dieron por terminada la jornada. Se retiraron a descansar y por la noche los reyes acudieron a una cena en el Consulado de Italia en Sevilla.