Radiografía del vestido de novia de Letizia 15 años después: 15 expertos se mojan
Diseñadores, estilistas y otros expertos analizan el traje de novia de la Reina. ¿Gustó o no? ¿Le ha sentado bien el paso de los años?
"Lo único que necesito, de aquí al 22 de mayo, es tranquilidad, pues me gustaría hacer un buen trabajo". Estas eran las primeras declaraciones de Manuel Pertegaz al conocerse que él sería el encargado de confeccionar el vestido nupcial. Eran los primeros días de febrero de 2004, tres meses antes de la boda real de don Felipe y doña Letizia, de la que hoy se cumplen quince años. Y añadía: "Será un broche de oro para mi carrera". Y fue precisamente por ese motivo por el que la periodista Letizia Ortiz se decantó por él, por ser el decano de los diseñadores -ya que era el mayor de todos ellos-, aparte de su amplio currículum alrededor del mundo que lo convertían en una apuesta segura.
Aconsejada sobre todo por la reina Sofía, de quien Letizia declaró en su compromiso que quería seguir "su ejemplo impagable", la novia se puso en manos del diseñador turolense y ambos coincidieron con la característica principal que debía tener el vestido: la sencillez. La ahora Reina y Pertegaz se encontraron una decena de veces en su taller de Barcelona, las primeras para hablar sobre qué querían hacer y las otras para realizar varias pruebas, creándose entre ellos una relación cordial, con tuteo mutuo, pero que no fue más allá del vínculo que existe entre modisto y clienta.
Como en la mayoría de enlaces, el diseño elegido por Letizia se convirtió en el secreto mejor guardado. Incluso se pretendía que el nombre de su creador también lo fuera, como ha ocurrido en otras bodas reales, en las que no se dice quién ha sido el encargado de la creación hasta minutos antes del enlace. Sin embargo, el hecho de que los fotógrafos pillaran a la experiodista saliendo de su taller en la avenida Diagonal de la Ciudad Condal mientras don Felipe cumplía con un acto junto al entonces presidente Maragall hizo precipitar el anuncio que, por entonces, ya era un secreto a voces.
A pesar de la sobriedad que Letizia y Pertegaz querían, el vestido de una novia real requiera símbolos y otros detalles a los que el modisto no quiso renunciar "porque protocolo y Corona exigen mucho". Y cuando aquel lluvioso 22 de mayo a las 11:12 horas la entonces Princesa de Asturias se bajó del Rolls Royce acompañada por su padre, Jesús Ortiz, echándole aquella mirada de maldición al cielo por estar fastidiándole el día, y se descubrió el vestido, comprobamos que Pertegaz había sido sincero: nada de extravagancias ni modernidades, clásico y regio, como requería la ocasión.
El traje de novia de Letizia Ortiz, en color blanco roto, estaba inspirado en la línea princesa, con corte continuado desde los hombros al suelo, escote en pico con cuello chimenea con bordados en hilo de plata y oro patinado que mezclaba la flor de lis versionada en vegetal y en heráldica -el emblema de los Borbón- y la espiga -que simboliza esperanza y abundancia-, así como madroños -el árbol que se identifica con la ciudad de Madrid-, tréboles -que representan, aparte de suerte, respeto y amor-. Unos bordados que se repetían también en el bajo de la falda, que terminaba con una cola, igualmente decorada, de 4,5 metros con un perímetro de 16 metros.
La opinión de los expertos
Como era de esperar, el diseño no dejó indiferente a nadie y tan solo unos días después varios expertos opinaban sobre él. Mientras la opinión mayoritaria aseguraba que se trataba de una verdadera obra maestra, otros como Amaia Arzuaga se mostraban más críticos. Ahora, 15 años después, en Vanitatis hemos contactado con varios expertos en moda para que nos den su opinión acerca del vestido de la Reina. ¿Gustó o no? Y quizás lo más importante: ¿le ha sentado bien el paso de los años a la creación de Pertegaz? Está claro viendo las opiniones de los consultados que nunca llueve a gusto de todos y que, 15 años después, el vestido sigue levantando las mismas filias y fobias.
1. Teresa Helbig, diseñadora
"Me gusta mucho el trabajo de Pertegaz y en el vestido de S.M. la reina doña Letizia estuvo particularmente acertado: el diseño era contenido, romántico pero no cursi y evocador. Le cedía el protagonismo a ella. Estudié a fondo el trabajo de Pertegaz antes de emprender la tarea de diseñar los nuevos uniformes de Iberia. Él lo hizo en 1968 y siguen siendo los más modernos".
2. The 2nd Skin, firma de moda
"Pensamos que lo más importante para los vestidos de novia es que le guste a la mujer que lo esté llevando. La reina Letizia estaba muy favorecida con este modelo: el escote realzaba el cuello y le daba una silueta muy espigada. El vestido era muy Pertegaz, mantenía una línea muy limpia que enriquecía con bordados en manga y cuello, que le daban un punto muy sofisticado".
3. Ágatha Ruiz de la Prada, diseñadora
"Cuando han pasado 15 años de la boda de Letizia me parece que ese traje no era un acierto. Nunca me gustó y parecía que le quedaba grande. Con la precipitación y la angustia que tenía ella, nadie dijo nada. Y sobre todo, porque era una obra del gran maestro Pertegaz. Era un traje incómodo, poco lucido y no la favorecía nada".
4. Modesto Lomba, diseñador y presidente de ACME
“El maravilloso traje que creó el maestro Pertegaz a doña Letizia resalta su elegancia y sobriedad. Esta pieza de autor, como obra histórica de las bodas reales, debe perdurar en la retina del tiempo. Un trabajo de excelencia artesanal que caracteriza y da solidez a los creadores españoles”.
5. Jesús Mari Montes-Fernández, director de 'Flash Moda'
“Manolo Pertegaz me contó en la entrevista exclusiva que me dio para 'Corazón, Corazón', unos días antes de la boda, que el traje se había concebido para perdurar en la historia y que no acusara el paso de los años, por eso era un diseño puro de líneas con el cuello en forma corola y escote en pico. El cuello estaba bordado por las dos caras, por detrás y delante, con hilatura en oro y plata mezclado que daba un tono platino que le iba muy bien al pelo y la tez de Letizia. Todos los materiales eran españoles por expreso deseo de la Corona: tanto la seda, que era valenciana, de la casa Rafael Catalá, como los hilos de seda y plata, que eran de un taller de Terrasa. Visto ahora, con la perspectiva de 15 años pasados, se aprecia que el trabajo de Manolo Pertegaz fue impoluto. Puro acierto”.
6. Virginia Pozo, creadora de la firma Coosy
"El vestido de la reina Letizia es un modelo de princesa muy propio para el enlace en cuestión: solemne y clásico, de factura impecable y tejido de la más alta calidad. Por supuesto que el diseño y la costura son dignos de un vestido royal; sin embargo, nos resulta demasiado armado para la silueta de la Reina y quizás también demasiado rígido para su juventud. Los bordados en hilo de oro, así como las espigas y las flores del diseño resultan perfectos para la solemnidad de una boda real. Nos hubiese gustado más sencilla y sobria, sin perder la elegancia y la sofisticación que la ocasión requería al tratarse de un enlace real".
7. Pelayo Díaz, estilista
“Letizia estaba muy mal asesorada en aquella época en cuanto a vestuario. Si Letizia se casara hoy, estoy seguro de que nos dejaría totalmente boquiabiertos, con un vestido actual y que resaltara su figura, no que la hiciera más pesada. Era un vestido ‘cárcel’. Lo arrastraba, le pesaba... Había una parte de cuento, de princesa rescatada, que creo que era lo que el diseñador quería evocar. Pero sabemos perfectamente que eso es algo de lo que hoy huye Letizia. Es una mujer independiente, decidida, que sabe lo que quiere. El vestido que llevó el día de su boda era equivocado, no representaba a la mujer que lo llevaba. Un vestido tiene que hablar de ti, no dar señales equivocadas. Un error que cometen la mayoría de las novias: quieren estar tan especiales que al final están demasiado adornadas. Me acuerdo también de que el ramo era demasiado grande. Letizia cuida mucho las proporciones y los colores. No representaba la mujer que es, por eso se la veía tan incómoda. Ese vestido era ya antiguo hace 15 años, hace incluso 30. Las novias de hoy en día tienen que ser funcionales. Con una tela que las abrace, que les permita bailar, sentarse… y sobre todo que sean fieles a sí mismas, no a lo que espera la gente de ellas, que es el error que cometió Letizia. En la pedida estaba increíble, con ese traje de Armani impoluto. Y pensé: 'Vamos a tener una novia rompedora, esta es una mujer de hoy en día'. Pero no”.
8. Alejandro de Miguel, diseñador
“Quince años después el traje nupcial de la reina Letizia ha aguantado muy bien el paso del tiempo. Hay novias que aún me siguen pidiendo el cuello chimenea. Era un vestido majestuoso que encajaba en el perfil de doña Letizia como Princesa de Asturias. La moda ha evolucionado y ahora las novias (reales) como Kate Middleton, Meghan Markle y Lady Gabriella han utilizado telas mucho más ligeras, con más caída que deja intuir la silueta de la mujer".
9. Pedro Mansilla, diseñador
"Me gustó. Probablemente porque era una obra de Pertegaz y eso ya levantaba mi simpatía. Rompía con lo que se había hecho hasta entonces, con las tendencias del siglo XIX y siglo XX al volver al estilo medieval. Pero sí que le encuentro un pequeño defecto y es que le venía un poco grande. Supongo que Letizia había adelgazado durante el proceso y le quedaba pesado. Además, tuvo la mala suerte de que llovía y aunque el vestido no se mojó, la humedad pesa. Asimismo, al ver que se estaba arruinando su gran día, la Reina se vino abajo y no lo defendió como debería. La lluvia se apoderó de ella".
10. Francis Montesinos, diseñador.
“El traje es una joya y contiene todos los elementos para una boda real: bordados, hilos de oro, ese cuello principesco y la cola circunferencia con esos detalles finales. Es el traje de un maestro, Pertegaz, y los maestros lo son hasta el final de sus días. Se nota en los volúmenes, el talle y ese diseño de los puños. Es una obra de arte. Por poner alguna pega, el peinado de Doña Letizia; una reina y española debe llevar la raya en el medio, creo que es mucho más elegante e intemporal”.
11. Miguel Marinero, diseñador y peletero
"Cuando una novia se casa, nosotros proponemos realzar lo más bello de su figura y en este caso lo consiguieron. Los tejidos artesanos, bordado a mano y la propia elaboración han hecho de este traje un icono de moda. Fue una de las lecciones de Pertegaz y me siento orgulloso que escogiera a un modisto perteneciente a la generación de la alta costura".
12. Fiona Ferrer, empresaria y experta en moda
“El vestido me encantó, iba muy bien al momento. Hay que diferenciar quién se casa y era una futura Reina. Es un vestido bastante atemporal, muy clásico y tapado. Pero no deja de ser una princesa, hay que adaptarse al protocolo. Y lo que más me gusta realmente es quién lo hizo, Pertegaz. Es un traje con historia. Quizá el cuello y las mangas son demasiado clásicas; pero hace 15 años de la boda y se trataba de una futura Reina. Estaba guiada por el protocolo y las formas, y si vemos cómo ha evolucionado estilísticamente, la Letizia de ahora no tiene nada que ver con la de antes. Lo que quiero destacar es quién lo hizo. Es un traje que podría estar en cualquier museo del mundo. Pero no solamente porque fuera el vestido de novia de la reina Letizia, sino por quién lo hizo”.
13. Cristina Reyes, estilista de famosas como Isabel Preysler
"El vestido de doña Letizia sí me gustó porque me pareció regio y sobre todo atemporal que, al fin y al cabo, es lo más importante, que con el paso de los años no se vea desfasado. Eso es importante para cualquier novia, mucho más en el caso de la que sería la futura Reina de España. Quizás, a día de hoy, le cambiaría los puños, no los haría campana sino algo más sobrio, unos puños cerrados o manga francesa, pero poco más la verdad. El patronaje era perfecto".
14. Javier Larrainzar, diseñador
"Lo más acertado de la elección del vestido en su época fue el tributo dedicado a su creador, Pertegaz. Obviamente, después de 15 años la moda y las tendencias cambian rápidamente, a día de hoy sería un vestido obsoleto. El cuello chimenea y las mangas acampanadas están fuera de las tendencias actuales. También los tejidos son ahora más livianos y con mas caída. Eso sí, lo que no cambia son los bordados, que siguen marcando la diferencia en los vestidos de novia”.
15. Ana A. Palenzuela, experta en protocolo
"Considero que iba correcta. Como no podía ser de otra forma, eligió a uno de los grandes diseñadores de nuestro país, que confeccionó un vestido atemporal y cargado de simbología. Independientemente de si estaba más o menos favorecida, es una elección acertada para una princesa que con el paso de los años llegó a convertirse en Reina".
"Lo único que necesito, de aquí al 22 de mayo, es tranquilidad, pues me gustaría hacer un buen trabajo". Estas eran las primeras declaraciones de Manuel Pertegaz al conocerse que él sería el encargado de confeccionar el vestido nupcial. Eran los primeros días de febrero de 2004, tres meses antes de la boda real de don Felipe y doña Letizia, de la que hoy se cumplen quince años. Y añadía: "Será un broche de oro para mi carrera". Y fue precisamente por ese motivo por el que la periodista Letizia Ortiz se decantó por él, por ser el decano de los diseñadores -ya que era el mayor de todos ellos-, aparte de su amplio currículum alrededor del mundo que lo convertían en una apuesta segura.