El sorprendente (y muy español) christmas de Máxima y Guillermo de Holanda

"Feliz navidad y un próspero año nuevo", se puede leer en la cuenta oficial de la casa real holandesa. Escrito en varios idiomas, no es tanto el mensaje (obvio en estos días), sino la imagen escogida por Máxima y Guillermo lo que sorprende. Los Orange han seleccionado una preciosa fotografía familiar tomada durante la pasada Feria de Sevilla en la que aparecen los reyes con sus tres hijas, todos vestidos como corresponde. Solo un guiño explica la sorprendente elección: "20 años después".

Y es que Guillermo de Holanda era un príncipe no muy conocido por sus conquistas cuando, hace dos décadas, se topó con una simpática ejecutiva argentina en una de las casetas de la feria sevillana. Aquel primer encuentro se convirtió con el paso del tiempo y no pocas dificultades (sobre todo por la relación del padre de Máxima Zorreguieta con la dictadura de Videla) en una de las familias reales más admiradas de Europa. Este 2019 los Orange aparecieron por sorpresa en la feria hispalense para celebrar los 20 años del inicio de su relación. Lo hicieron con sus tres hijas y estuvieron varios días disfrutando de Sevilla a principios del mes de mayo.

Vestidas de flamencas ellas y él con un traje beis, Guillermo Alejandro, Máxima y las princesas asistieron a un almuerzo ofrecido en su honor en la caseta Club Aero en el que también se encontraban Miriam Ungría, gran amiga del matrimonio, Pía Getty, el duque de Alba y el duque de Huéscar, acompañado por su esposa, Sofía Palazuelo. La familia real no desdeñó ninguna de las tradiciones de esta feria y se presentó en el recinto en un coche de caballos.

Los vestidos

La visita de los Orange dejó innumerables anécdotas. La reina y sus hijas iban perfectamente vestidas y componían un precioso cuadro cromático. Fue un taller hispalense, Fabiola 1987, el escogido para confeccionar los cuatro trajes que dieron la vuelta al mundo de portada en portada y ahora nos han felicitado la Navidad. Fabiola García Liñán, diseñadora de moda flamenca, había recibido meses antes la inesperada visita de una enviada de la corte de los Países Bajos. La reina Máxima y sus hijas le encargaron cuatro vestidos, un encargo lleno de emoción y responsabilidad a partes iguales. El objetivo era que juntas recreasen los jardines de Andalucía o los patios cordobeses con sus colores. Se mandaron las medidas y dicho y hecho.

Tras visitar el Club Aero, la familia Orange acudió a una fiesta celebrada en el consulado italiano de la que se filtraron varias imágenes, como un simpático vídeo de Máxima bailando una rumba a modo de sevillanas. Ese vídeo copó las portadas de los principales medios españoles y, como era de esperar, llegó también a la prensa holandesa, encantada de ver a su reina tan alegre y feliz. Muchos de los periodistas del país retuitearon informaciones relacionadas con esas imágenes, siempre alabando la espontaneidad de Máxima. Sin embargo, a las pocas horas llegaron las malas noticias en forma de mensaje del Gobierno holandés, el RVD.

Todos aquellos profesionales que habían compartido dicho vídeo o que solamente le habían dado 'like' en las redes sociales se vieron obligados a deshacerlo después de una seria advertencia gubernamental a la que Vanitatis tuvo acceso en su momento. "Debido a que ha distribuido estas imágenes en línea ha infringido la privacidad de la pareja real. Los miembros de la familia real, al igual que todos los demás, tienen el derecho a no ser seguidos por cámaras en su vida privada. El Gobierno está comprometido en tener una buena relación con los medios, que se basa en la confianza mutua, también en la cooperación brindada por el Rey y su familia de realizar sesiones privadas para que los medios tengan fotos", rezaba la primera parte del mensaje.

Y continúaba: "Me gustaría recordarle que el juez ha dictaminado en varias ocasiones que la publicación de imágenes que solo sirven para satisfacer la curiosidad del público y que no contribuyen más a un debate de interés público en principio no está permitida. Estamos convencidos de que la publicación no solicitada de imágenes de un miembro de la Casa Real durante una fiesta privada de ninguna manera contribuye a un debate público de interés general. En nuestra opinión, por lo tanto, ha infringido la privacidad de los miembros de la Familia Real".

Una anécdota un tanto negativa que no empañó la felicidad del viaje de los Orange a Sevilla, que ahora han querido recrear para felicitar la Navidad.