La mujer por la que Carlos Felipe y Sofía de Suecia estuvieron a punto de romper

Carlos Felipe y Sofía de Suecia están de enhorabuena. La pareja tiene entre manos un proyecto conjunto que saldrá a la luz próximamente. Se trata de un libro sobre la dislexia que han prologado y con el que están muy ilusionados, ya que es una de las causas por las que más trabajan y en las que están más implicados, dado que es una enfermedad que padece el propio príncipe, además de la princesa Victoria y el rey Carlos Gustavo. Es solo uno más de los motivos por los que Sofía de Suecia sigue conquistando a la familia real y al pueblo sueco en general, especialmente tras su decisión de ayudar al personal de enfermería durante la pandemia y continuar con esta labor tras sus vacaciones.

Pero no siempre fue un camino de rosas. Es de sobra conocido que la figura de Sofía no es lo que Carlos Gustavo y Silvia de Suecia esperaban para su hijo, aunque ahora están encantados con su labor institucional. Además, no solo encontró dificultades para que la aceptaran en la familia, sino que su relación con Carlos Felipe estuvo plagada de altibajos, con incluso alguna que otra ruptura, como el propio príncipe confesó en el discurso de su boda. Muchas de esas separaciones vinieron por la dificultad que encontró la ahora princesa para que sus suegros la aceptaran. De hecho, Sofía llegó a darle un ultimátum a su novio para que le diera su lugar en el bautizo de Estelle, la primogénita de la princesa Victoria, al que los Reyes no querían invitarla.

Pero la poca aceptación de la relación que manifestaron los reyes suecos a su hijo no fue el único motivo por el que Carlos Felipe y Sofía se distanciaron. Hubo otra poderosa razón al comienzo de su noviazgo por la que estuvieron a punto de romper definitivamente. Un motivo con nombre de mujer y muy conocida en Suecia: Emma Pernald, su ex, la persona con la que el príncipe compartió siete años de su vida y por la que dejó a su actual esposa. Y es que dos años después de la ruptura seguía muy presente en la vida de Carlos Felipe, algo a lo que la propia Sofía se opuso radicalmente.

Fue en 2010 cuando Sofía Hellqvist, hasta entonces más conocida por su carrera televisiva y como modelo de ropa interior, se instalaba en la casa que Carlos Felipe tenía en Estocolmo, cerca del Palacio Real. Un piso que también había compartido con Emma Pernald durante su noviazgo. Y, claro, cuando la nueva inquilina llegó, se encontró todo tipo de muebles y objetos que habían pertenecido a la ex del príncipe y con los que, para su disgusto, tenía que convivir. Pero se negó rotundamente, haciendo elegir a su novio: o se deshacía de todo lo que había pertenecido a Emma, o se iba ella. Afortunadamente, Carlos Felipe lo tuvo claro. Cinco años después, protagonizaban una de las bodas más románticas que se recuerdan de la realeza europea.