Julia Samuel, la psicóloga de Meghan: íntima de Lady Di y madrina del príncipe George

Una de las muchas impactantes revelaciones, junto a la del supuesto caso de racismo, que más revuelo ha causado es la confesión de la duquesa de Sussex de haber tenido pensamientos muy oscuros estando embarazada de Archie. Además de explicar el nulo apoyo que sintió por parte del Palacio de Buckingham.

Meghan Markle aseguró entonces a Oprah Winfrey que acudió a una amiga de la princesa Diana para buscar ayuda. Aunque no mencionó el nombre de esta persona, todo apunta a que se trata de la reconocida psicoterapeuta británica Julia Samuel, que en su día fue una estrecha amiga de la difunta Lady Di y aún hoy confidente de los príncipes Guillermo y Harry.

Meghan, que está embarazada de una niña, afirmó en el transcurso de la entrevista que mientras estaba luchando con graves problemas de salud mental, "no sabía a quién acudir".

La exactriz reveló que su periodo más oscuro, cuando "ya no quería estar viva", "una de las personas a las que acudí, que ha seguido siendo una amiga y confidente, fue una de las mejores amigas de la madre de mi marido, una de las mejores amigas de Diana".

Julia Samuel, psicoterapeuta con más de treinta años de experiencia, es además la madrina del príncipe George y, a principios de los años noventa, se la veía habitualmente al lado de la princesa Diana acompañándola al gimnasio o al cine, ofreciendo a la royal la oportunidad de hacer cosas normales.

Destacada profesional de la salud mental, trabaja actualmente con padres en situación de duelo y ocupa un puesto en el Servicio Nacional de Salud británico en el Hospital St Mary's de Paddington, donde lleva dos décadas ejerciendo como consejera de maternidad y pediatría, función en la que fue pionera.

La fuerte amistad entre Julia y la difunta princesa Diana está bien documentada. Las dos mujeres se conocieron en una cena en 1987 y "congeniaron al instante", dijo Samuel a 'You Magazine' en 2015. "Empezamos a reírnos juntas. Había algo en ella y algo en mí que simplemente funcionaba", recordó entonces la psicoterapeuta. "Fue algo encantador".

Las mujeres vivían cerca una de otra en el barrio Kensington y Diana a veces recogía a los hijos de Julia en el colegio. La princesa invitaba a menudo a Julia al palco real en Wimbledon y a los bastidores de los conciertos de Elton John.

Samuel dijo que Diana disfrutaba de la sensación de normalidad que le ofrecía ella: "Le encantaba poder hacer cosas ordinarias, como lavar los platos o vaciar el lavavajillas. Era brillante moviéndose entre estos dos mundos y, tanto si se reunía con el presidente Reagan como si cenaba en mi cocina, siempre era ella misma".