El 'déjame terminar' de Meghan Markle que nos recuerda a los inicios de Letizia

Fueron solo dos palabras, pero hicieron correr ríos de tinta. Quizás porque nadie se esperaba que la entonces prometida de don Felipe mostrara tan pronto su carácter de forma pública. Letizia Ortiz, en un gesto espontáneo que luego le fue recriminado por muchos, le pidió a su futuro marido que no la interrumpiera mientras estaba explicando lo importante que era para ella seguir el "ejemplo impagable de la reina Sofía".

Aquel "déjame terminar" persiguió a doña Letizia durante mucho tiempo, y quizás aleccionada ya, perdió en sus primeros años de casada aquella frescura que la caracterizaba en la pedida, cuando deslumbró con un dos piezas blanco de Giorgio Armani. Poco a poco, y a base de trabajo y también de ir reforzando su papel dentro de la institución, la ahora Reina recuperó su voz y ya no tiene miedo a hablar con la prensa.

Y precisamente, Meghan Markle se encuentra en esa misma situación, o al menos eso aseguró durante la entrevista concedida a Oprah Winfrey para la CBS. La duquesa de Sussex se comparó con Ariel, de la película de Disney 'La Sirenita', explicando que perdió su voz para poder casarse con un príncipe, pero que la recuperó y ahora ambos son felices. Y hubo también en dicha entrevista un momento que nos recordó mucho al "déjame terminar" de Letizia.

Meghan se encontraba relatando que, aunque algunas mujeres de la familia real sí las habían instruido para convertirse en royals, a ella no, y que era ella misma la que buscaba los himnos nacionales en Google para aprendérselos y que los Windsor se sintieran orgullosos de su trabajo. En un momento dado, el príncipe Harry quiso intervenir para dar su parecer, pero su esposa se lo impidió.

"Sorry", lo interrumpió mientras ponía su mano sobre la suya. Harry calló y fue Meghan la que continuó explicándole a su amiga y presentadora lo mal que lo había pasado en sus inicios dentro de la familia real, en los que, según sus palabras, fue dejada de lado.

Dos mujeres, Letizia y Meghan, con carácter y personalidad que no tienen miedo a mostrarse como son. Sin embargo, mientras la primera ha conseguido adaptarse perfectamente a su papel como Reina de España y cada vez se la ve más desenvuelta y segura, la duquesa de Sussex no ha corrido tanta suerte, teniendo que abandonar Reino Unido con su marido y su hijo, Archie, para empezar una nueva vida en los Estados Unidos alejada del encorsetado protocolo británico.