"Grazie mille": Letizia, en la cena de gala de Italia, moda italiana y joyas de reinas
Dos años y medio después de la última cena de gala, el Palacio Real abría sus puertas y sus salones a esta velada en la que se celebró la relación italohispana
"Es mucha, intensa y realmente apasionante la historia que vincula a nuestras dos naciones, hijas del Mediterráneo y de Roma, vieja cuna de nuestra civilización. Italia y España son también hijas de Europa y herederas de dos tradiciones nacionales necesarias para comprender la Historia Universal". Con estas palabras narraba Felipe VI la intensa conexión que existe entre nuestro país e Italia en la cena de gala que la noche de este martes doña Letizia y él ofrecieron en honor al presidente ítalo, Sergio Mattarella, quien se encuentra realizando una visita de Estado a nuestro país junto a su hija, Laura Mattarella.
Dos años y medio después de la última cena de gala, el Palacio Real abría sus puertas y sus salones a esta velada en la que se celebró la relación italohispana. Eran las 20:30 cuando los Reyes recibían al presidente y a su hija en el Salón de Teniers del Palacio Real. Los cuatro se saludaban antes de posar para los reporteros gráficos. Tras ello, pasaban ya al Salón del Trono, en el que habitualmente se celebraba el besamanos, aunque esta vez solo hubo saludos debido al covid. Tanto el Rey como el presidente optaron por la mano en el corazón, como la mayoría de invitados. No así la Reina y Laura Mattarella, que optaron por una leve inclinación de cabeza.
Entre las invitados a la velada se encontraban el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la presidenta del Congreso, Meritxell Batet; el presidente del Senado, Ander Gil; el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González; el presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes; la vicepresidenta primera, Nadia Calviño; el ministro de Exteriores, José Manuel Albares; el líder de Vox, Santiago Abascal; o el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, entre otros.
Después de los saludos, tocaba el turno de pasar al comedor de gala. En la última cena, la de Corea en junio, se cambió la larga mesa por pequeñas mesas redondas para evitar el contacto entre los invitados, pero este martes volvía la versión original con la mesa de siempre, en la que la Reina se sentó al lado del presidente y el Rey al lado de Laura Mattarella. Tocó entonces el turno de los himnos y los discursos, que todos escucharon ya sin sus mascarillas puestas. Fue en ese momento cuando, terminado el discurso, pudimos ver a doña Letizia hablando con el presidente italiano y diciéndole: "Grazie mille".
Desvistiendo a la Reina
El vestido: Como homenaje a sus anfitriones, la Reina estrenó un vestido diseñado por Giorgio Armani. No es la primera vez que la Reina confía en esta firma italiana. Ya en su compromiso oficial apostó con un dos piezas blanco con chaqueta de cuello chimenea. En 2017, la veíamos en Japón de nuevo vestida de Armani, esta vez de Armani Privé, con un diseño de terciopelo con estampado oriental. El de este martes por la noche era un sobrio diseño negro ajustado con tirantes y un pronunciado escote, un modelo totalmente liso con drapeado en la zona de la cintura de una temporada pasada.
El bolso: Aunque no posó con él, sentada en la mesa pudimos ver que la Reina eligió para esa noche el clutch de Bottega Veneta. De nombre Knot, es el mítico de la firma y lo guardan en su armario la mayoría de royals europeas. Un modelo trenzado que está a la venta en todos las tonalidades por 1.400 euros
La tiara: Fue creada para la reina regente María Cristina de Austria, madre de Alfonso XIII. Inspirada en los tradicionales tocados rusos, los kokoshnik -de ahí que se la conozca como la tiara Rusa-, está realizada en platino, perlas y diamantes. Al fallecer, la diadema pasó a manos de Alfonso XIII y este se la regaló a su nuera, María de las Mercedes de Borbón, con motivo de su boda con don Juan. La condesa de Barcelona prestó la joya a su nuera Sofía en algunas ocasiones y también a su hija Pilar y a su nieta Simoneta Gómez-Acebo en sus enlaces matrimoniales. Al fallecer, María de las Mercedes dejó la tiara a sus tres hijos, pero don Juan Carlos llegó a un acuerdo con sus hermanas y se la regaló a la reina Sofía, quien la estrenó en 2006 en una visita a Noruega.
Los pendientes: Doña Letizia no quiso prescindir de mascarilla, por lo que ha optado por unos pendientes para que no le molestaran. Son unos pequeños diamantes que le vimos durante su viaje de cooperación a Paraguay y que también ha lucido Leonor.
El collar de chatones: Es una pieza del lote de pasar, ese grupo de joyas que la reina Victoria Eugenia dejó escrito que debían pasar de reina a reina. Doña Letizia lo lució por primera vez en la entronización de Naruhito de Japón, y tiene una gran historia detrás. Para su enlace, Alfonso XIII le regaló un collar de Ansorena con 30 piezas. Cada vez que el Rey tenía que hacerle un regalo a su esposa, le entregaba dos diamantes. Fueron tantas las piezas que le dio que al final el collar le llegaba por la cintura. Por eso decidió dividirlo, quedando uno más grande y otro más pequeño. Dejaría escrito en su testamento que "el grande" formaría parte del lote de joyas de pasar y recaería en don Juan, el heredero, mientras que el otro, más pequeño, con 27 diamantes, se lo dejó a su hijo Jaime. Cuando don Juan Carlos ascendió al trono, doña Sofía recibió todas las joyas de pasar, en las que se incluía el collar de chatones grande, que ha lucido en infinidad de ocasiones. Sin embargo, en 1977, la que fuera segunda esposa de don Jaime subastó en Christie's el collar pequeño y en 1982 fue adquirido por alguien cercano a la Casa Real, volviendo así a manos de las mujeres Borbón.
La pulsera: La Reina lucía además una pulsera hecha con chatones sobrantes del collar.
El broche: Otra pieza del lote de pasar. Un broche con perla grande gris pálido rodeada de brillantes y del cual cuelga una perla en forma de pera. Una joya que estrenó en la Pascua Militar, en enero de 2019.
La banda: Tanto el Rey como la Reina llevaban la banda verde y roja de la Orden al Mérito de la República Italiana, concedida por Mattarella. Por su parte, el presidente italiano y su hija lucían la banda amarilla de la Orden de Isabel la Católica, concedida por Felipe VI el pasado 8 de noviembre, tal como publicó el BOE.
Los zapatos: A sus pies, doña Letiza llevaba los salones con efecto piel de pitón de Manolo Blahnik, a los que recientemente añadió una plataforma de goma para hacerlos más cómodos.
"Es mucha, intensa y realmente apasionante la historia que vincula a nuestras dos naciones, hijas del Mediterráneo y de Roma, vieja cuna de nuestra civilización. Italia y España son también hijas de Europa y herederas de dos tradiciones nacionales necesarias para comprender la Historia Universal". Con estas palabras narraba Felipe VI la intensa conexión que existe entre nuestro país e Italia en la cena de gala que la noche de este martes doña Letizia y él ofrecieron en honor al presidente ítalo, Sergio Mattarella, quien se encuentra realizando una visita de Estado a nuestro país junto a su hija, Laura Mattarella.
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