Letizia lo da todo en la cena de gala con Italia: vestido nuevo, tiara rusa, collar de chatones, broche y pulsera
Para la cena de gala con el presidente de Italia, la Reina ha estrenado un vestido negro y lo ha combinado con grandes joyas
Dos años y medio después, el Palacio Real de Madrid se ha vuelto a engalanar para albergar una cena de gala. La última vez que esto ocurrió fue en febrero de 2019, con la visita de Estado del entonces presidente de Perú, Martín Vizcarra. Durante ese año no hubo más banquetes y luego ya llegó la pandemia, que quitó del mapa estos eventos, hasta que en junio de este año el presidente de Corea realizó un viaje de este tipo a España. Sin embargo, las medidas sanitarias de entonces impidieron que se celebrase una cena de gala, optando en esa ocasión por una velada con una etiqueta más sencilla, de corto y sin condecoraciones ni joyas.
Pero por fin ha llegado el momento de ver de nuevo a doña Letizia vestida de gala en nuestro país. Y vaya look para el recuerdo nos ha dejado en esta cena ofrecida en honor al presidente de Italia, Sergio Mattarella, quien ha viajado a España acompañado por su hija, Laura Mattarella, primera dama de facto. Y es que ha echado mano del joyero real luciendo numerosas piezas de gran importancia, empezando por la tiara, conocida como la Rusa, reservada a las Reinas españolas y que estrenó en la visita de Estado de China en noviembre de 2018.
La tiara fue creada para la reina regente María Cristina de Austria, madre de Alfonso XIII. Inspirada en los tradicionales tocados rusos, los kokoshnik -de ahí que se la conozca como la tiara Rusa-, está realizada en platino, perlas y diamantes. Al fallecer, la diadema pasó a manos de Alfonso XIII y este se la regaló a su nuera, María de las Mercedes de Borbón, con motivo de su boda con don Juan. La condesa de Barcelona prestó la joya a su nuera Sofía en algunas ocasiones y también a su hija Pilar y a su nieta Simoneta Gómez-Acebo en sus respectivos enlaces matrimoniales. Al fallecer, María de las Mercedes dejó la tiara a sus tres hijos, pero don Juan Carlos llegó a un acuerdo con sus hermanas y se la regaló a la reina Sofía, quien la estrenó en 2006 en una visita a Noruega.
Pasemos ahora al collar de chatones, una pieza del lote de pasar, ese grupo de joyas que la reina Victoria Eugenia dejó escrito que debían pasar de reina a reina. Doña Letizia lo lució por primera vez en la entronización de Naruhito de Japón, y tiene una gran historia detraás. Para su enlace, Alfonso XIII le regaló un collar de Ansorena con 30 piezas. Cada vez que el Rey tenía que hacerle un regalo a su esposa, le entregaba dos diamantes que se incorporaban al collar. Fueron tantas las piezas que le dio que al final el collar le llegaba por la cintura. Por eso decidió dividirlo, quedando uno más grande y otro más pequeño. Dejaría escrito en su testamento que "el grande" formaría parte del lote de joyas de pasar y recaería en don Juan, el heredero, mientras que el otro, más pequeño, con 27 diamantes, se lo dejó a su hijo Jaime.
Cuando don Juan Carlos ascendió al trono, doña Sofía recibió todas las joyas de pasar, en las que se incluía el collar de chatones grande, que ha lucido en infinidad de ocasiones. Sin embargo, en 1977, la que fuera segunda esposa de don Jaime subastó en Christie's el collar pequeño y en 1982 fue adquirido por alguien cercano a la Casa Real, volviendo así a manos de las mujeres Borbón. Parece que doña Letizia lleva la versión de 27 diamantes, pero no se puede asegurar. La Reina lucía además una pulsera que parece hecha con chatones.
Y ahora el broche. Sujetando la banda verde y roja de la Orden al Mérito de la República Italiana, concedida por Mattarella, la Reina lucía una pieza también del lote de pasar: un broche con perla grande gris pálido rodeada de brillantes y del cual cuelga una perla en forma de pera. Una joya que estrenó en la Pascua Militar, en enero de 2019. A pesar de ser una cena de gala, doña Letizia no ha querido prescindir de mascarilla, por lo que ha optado por unos pequeños pendientes para que no le molestaran. Son unos pequeños diamantes que le vimos durante su viaje de cooperación a Paraguay y que también ha lucido Leonor.
Y por último el vestido, que en esta ocasión ha quedado relegado a un segundo plano debido a este despliegue de joyas. La Reina ha estrenado un diseño negro ajustado con tirantes y un pronunciado escote, un modelo totalmente liso con drapeado en la zona de la cintura. También de negro iba Laura Mattarella.
Una vez terminados los saludos, los Reyes y sus invitados han ocupado sus puestos en la larga mesa del comedor real y ha sido en ese momento cuando la Reina se ha quitado la mascarilla. También ha sido entonces cuando hemos podido ver el bolso elegido: el clutch modelo Knot de Bottega Veneta.
Dos años y medio después, el Palacio Real de Madrid se ha vuelto a engalanar para albergar una cena de gala. La última vez que esto ocurrió fue en febrero de 2019, con la visita de Estado del entonces presidente de Perú, Martín Vizcarra. Durante ese año no hubo más banquetes y luego ya llegó la pandemia, que quitó del mapa estos eventos, hasta que en junio de este año el presidente de Corea realizó un viaje de este tipo a España. Sin embargo, las medidas sanitarias de entonces impidieron que se celebrase una cena de gala, optando en esa ocasión por una velada con una etiqueta más sencilla, de corto y sin condecoraciones ni joyas.