"Ernesto de Hannover es un peligro": los motivos de un juez para rechazar su última petición

El todavía marido de Carolina de Mónaco es de sobra conocido por su explosivo carácter, que le hace estar día sí y día también en el ojo del huracán. Son muchos los que piensan que Ernesto de Hannover es un peligro público, entre ellos el juez del Tribunal Administrativo del Estado de Alta Austria, que ha confirmado la prohibición de usar armas al príncipe alemán que le había impuesto en 2020 y contra la que él había presentado un recurso. Ahora, este ha sido desestimado por considerarlo del todo infundado.

Aunque se reconoce que durante los altercados que motivaron su paso por el juzgado no usó armas de fuego, sí hubo "frecuentes escaladas de violencia" en las que agredió a unos agentes de policía con un afilador de cuchillos y un bate de béisbol, lo que hace temer que pueda acabar utilizando armas propiamente dichas poniendo “en peligro la vida, la salud o la libertad de las personas o la propiedad de terceros mediante su uso indebido". ¿Se dará por vencido Ernesto y aceptará este nuevo revés? Puede que no, porque todavía puede interponer apelación ante el Tribunal Constitucional o un recurso extraordinario ante el Tribunal Administrativo en un plazo de seis semanas.

Los hechos se remontan al verano de hace dos años, cuando, bajo los efectos del alcohol y parece que otras sustancias, Ernesto de Hannover protagonizó un bochornoso incidente con la policía en Grünau, enfrentándose a golpes con los agentes y amenazándoles con un afilador de cuchillos. Su actitud era tan agresiva que se optó por avisar a un equipo médico y el príncipe acabó ingresado en el departamento de psiquiatría de una clínica cercana. No contento con eso y una vez recibida el alta, a los pocos días se presentó en la comisaría, en un taxi y armado con un bate de béisbol, para ajustar cuentas con los policías ya que, según su versión, le habían atacado y golpeado. Al no encontrarlos allí, porque no estaban de servicio en ese momento, se dedicó a insultar a los demás con mucha violencia y provocó algún daño material sobre las cosas.

Esto hizo que en marzo de 2021 fuera condenado a 10 meses de prisión en régimen de libertad condicional por una juez del Tribunal Regional de Wels y se le retiró la licencia de armas, además de prohibirle beber alcohol y obligarle a ir a rehabilitación. Poco ha cumplido: pues no solo se escapó del exclusivo centro donde seguía tratamiento para irse de fiesta a Ibiza con unos amigos el pasado verano, además durante los últimos meses sus reacciones violentas contra la prensa son constantes.

Hemos sido testigos de varias de ellas en Madrid, donde el príncipe se ha traslado a vivir para estar cerca de su nueva pareja, la española Claudia Stilianopoulos, hija de Pitita Ridruejo y de José Manuel Mike Stilianopoulos. Recientemente, el hotel de lujo donde se había instalado le ponía de patitas en la calle, al parecer cansados de su comportamiento maleducado y agresivo. La artista plástica con la que ha vuelto a encontrar el amor trata de controlar su violento carácter en vano. De hecho, ella también se ha visto envuelta en alguna discusión muy subida de tono con él en plena calle.

Aun así, y pese a la preocupación de sus familiares y amigos, Claudia continúa su romance con el todavía marido de Carolina de Mónaco. Resulta curioso que, pese a llevar separados de facto mucho tiempo, el divorcio de la pareja real no esté sobre la mesa. La razón parece ser la siguiente: la aún princesa de Hannover teme que, si rompen legalmente el matrimonio, Ernesto pueda volver a casarse y dificultar el traspaso del título y las propiedades de la Casa de Hannover.

En cuanto a sus problemas legales, poco antes de conocer la decisión del juez de mantener esa prohibición del uso de armas, el suegro de Sassa de Osma había retirado la demanda contra su hijo mayor a causa de la herencia anticipada que le entregó y que luego quiso recuperar. Sin embargo, es más bien una treta judicial porque el asunto tiene trampa.

Lo que ha hecho en realidad es vender sus derechos sobre la demanda a la compañía EAH BetriebsgmbH de Salzburgo, esa empresa de cobro de deudas con la que el príncipe alemán se asoció para que participara en el proceso como segundo demandante. No lo hacían de forma altruista, claro. En caso de ganar, se llevarían una parte de esos cinco millones que le reclamaba Ernesto sénior a su hijo mayor o bien del patrimonio que es objeto de la demanda. Así que ahora la empresa asumirá totalmente tanto los costes del proceso como los posibles beneficios.

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