Ernesto de Hannover retira la demanda contra su hijo (pero con trampa)
El proceso judicial que enfrentaba a padre e hijo desde este jueves en la ciudad alemana ha tenido un giro de guion completamente inesperado
Esto sí que no nos lo esperábamos. Este jueves 24 de marzo era la fecha prevista para que diera el comienzo el proceso judicial que iba a enfrentar al príncipe alemán con su primogénito y heredero. Pero una decisión que el interesado ha comunicado al tribunal en el último momento, poco antes de que empezara la primera audiencia, ha cambiado todo. Porque Ernesto de Hannover ha retirado la demanda contra su hijo. Eso sí, no quiere decir que no haya denuncia. Sigue en pie, al igual que el proceso judicial, pero no será el jefe de la Casa Güelfa el demandante.
Lo que ha hecho Ernesto de Hannover ha sido vender sus derechos sobre la demanda a la compañía EAH BetriebsgmbH de Salzburgo, esa empresa de cobro de deudas con la que el príncipe alemán se asoció para que participara en el proceso como segundo demandante. No lo hacían de forma altruista, claro. En caso de ganar, se llevarían una parte de esos cinco millones que le reclamaba Ernesto sénior a su hijo mayor o bien del patrimonio que es objeto de la demanda. Así que ahora la empresa asumirá totalmente tanto los costes del proceso como los posibles beneficios.
Lógicamente, los detalles y motivos de esta decisión no han salido a la luz. Pero en Vanitatis hemos querido acercarnos a las posibles causas y consecuencias de esta estrategia legal hablando con algunos abogados. Y todos coinciden, aunque es solo una teoría de los letrados a los que hemos consultado. Lo más probable es que Ernesto haya cedido esta demanda por problemas económicos: prefería asegurarse una cantidad de dinero aquí y ahora que una cantidad mucho más elevada -si ganaban la demanda, claro está- en el futuro.
Les contábamos este miércoles que el exmarido de Carolina de Mónaco se había dejado ver en Madrid junto a su nueva pareja, Claudia Stilianopoulos. Nos sorprendía la calma con la que se tomó que la prensa estuviera haciéndole fotografías y grabándole, además de intentar conseguir unas declaraciones. Se le veía tranquilo y relajado, incluso -aunque sea mucho decir en el caso de Ernesto de Hannover- sonriente. Pensábamos que era porque, simplemente, no tenía que viajar hasta Alemania para presentarse al juicio, ya que el presidente del tribunal consideró que ni su presencia ni la de su hijo eran necesarias.
Pero no, parece que la calma y la tranquilidad eran porque él ya sabía de sobra la estrategia por la que había optado -suponemos que asesorado por su equipo legal-, un auténtico golpe de efecto ante la parte contraria. Desde luego, al juez no le ha hecho demasiada gracia este giro de guion, tal y como reflejan a estas horas varios portales alemanes. Según cuentan, el presidente de la sala civil competente, Stefan Heuer, manifestó su preocupación legal por la cesión: "Desde hoy, desestimaríamos la demanda", enfatizó.
Un condicional que, suponemos, indica que no lo puede hacer, por más que no le haya gustado este truco del príncipe alemán y la empresa de cobro de deudas que ahora es la única demandante contra Ernesto de Hannover júnior.
¿Qué se juegan?
Recordemos que en este proceso hay en juego una parte importante del patrimonio de la Casa Hannover, que fue valorado por los tribunales en cinco millones de euros a efectos legales. Es decir, no es que las propiedades que Ernesto de Hannover reclama a su heredero valgan eso, sino que es el valor que se le ha puesto a la demanda. Son fincas históricas y muy valiosas, cuyo precio es difícil de calcular. Aunque para hacernos una idea, solo necesitamos saber que reformar una de ellas, el castillo de Marienburg, costaba nada menos que 27 millones de euros.
Y aunque Ernesto padre pide la devolución de otras propiedades que le cedió en su momento a su heredero, como el palacio de Herrenhausen o el dominio de Calenberg, es el castillo de Marienburg la piedra angular, no solo de la demanda, sino también de la disputa entre padre e hijo. La relación empezó a resentirse cuando Ernesto júnior se casó con Ekaterina Malysheva, su actual esposa y la madre de sus tres hijos. El hecho de que su padre no aprobara la relación y de que no le pidiera permiso para desposarse se barajó incluso hace un tiempo como el punto en el que podría apoyarse Ernesto padre para desheredar a su hijo.
Sea como sea, lo cierto es que Ernesto de Hannover, jefe de la Casa Güelfa de Alemania, ya no tiene por qué preocuparse por cuestiones legales. Son ahora otros los que seguirán adelante con esta demanda millonaria que, o bien puede arruinar a su primogénito -lo que también implicaría perder parte del patrimonio de la Casa Hannover-, o bien dar al traste con todas las esperanzas del príncipe alemán de recuperar unas propiedades que legó en su momento, entendemos, con todas las consecuencias.
Esto sí que no nos lo esperábamos. Este jueves 24 de marzo era la fecha prevista para que diera el comienzo el proceso judicial que iba a enfrentar al príncipe alemán con su primogénito y heredero. Pero una decisión que el interesado ha comunicado al tribunal en el último momento, poco antes de que empezara la primera audiencia, ha cambiado todo. Porque Ernesto de Hannover ha retirado la demanda contra su hijo. Eso sí, no quiere decir que no haya denuncia. Sigue en pie, al igual que el proceso judicial, pero no será el jefe de la Casa Güelfa el demandante.