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Cuánto, quién y por qué: las claves del juicio que enfrenta a Ernesto de Hannover y su hijo
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Cuánto, quién y por qué: las claves del juicio que enfrenta a Ernesto de Hannover y su hijo

Llegó el día en el que Ernesto y Ernesto, Hannover y Hannover, se enfrentan en los tribunales. Estas son las claves para saber todo sobre esta guerra familiar y judicial

Foto: Ernesto de Hannover. (Getty)
Ernesto de Hannover. (Getty)

Tras más de un año y un intento fallido, ha llegado la fecha en la que los Hannover disputarán parte de sus problemas en los tribunales. Es la última batalla en una guerra paternofilial que mantienen desde hace años y que no tiene ninguna pinta de acabar, sea cual sea el resultado del proceso que comienza este mismo jueves. Son muchos los entresijos que tiene este caso y que vienen de lejos. Cómo, dónde y cuándo, pero sobre todo cuánto, quién y por qué: son muchas las claves del juicio que enfrenta al príncipe Ernesto de Hannover y su hijo. Todas necesarias no solo para tener la información del propio proceso, sino también de la relación entre ambos.

Empezamos con las tres primeras preguntas, siempre importantes a la hora de explicar cualquier historia. El proceso judicial entre Ernesto Augusto y su heredero comenzaba a finales de 2020, cuando el príncipe alemán decidió interponer una demanda a su hijo mayor en el Tribunal Regional de Hannover, aunque no saltó a los medios hasta febrero de 2021, cuando la demanda se hizo pública. Pasaron unos meses antes de saber cuándo sería la fecha de la primera vista: 25 de noviembre. Iba a suponer el primer encuentro cara a cara entre padre e hijo en años, pero finalmente no pudo ser.

placeholder Ernesto de Hannover, saliendo de los juzgados el pasado marzo. (Getty/Kerstin Joensson)
Ernesto de Hannover, saliendo de los juzgados el pasado marzo. (Getty/Kerstin Joensson)

Poco antes de que diera comienzo la primera audiencia, la acusación solicitaba una nueva fecha. El motivo es que el abogado de Ernesto de Hannover decidía retirarse del caso en el último momento, así que a la nueva defensa no le quedó otra que solicitar un aplazamiento para poder ponerse al día con toda la documentación. La nueva fecha, el 24 de marzo en el mismo lugar, aunque con un cambio significativo. En esta ocasión, Ernesto padre y Ernesto hijo no están obligados a estar presentes, al menos en esta primera vista, ya que el juez consideró hace unas semanas que no era necesario un 'interrogatorio' personal. Así que una vez más nos quedamos sin la esperada foto de los dos juntos, o al menos coincidiendo en lugar y hora.

¿Qué pide Ernesto de Hannover?

Respondemos ahora el cuánto, quizá una de las claves principales del proceso. Tal y como aparece en la documentación del Tribunal Regional de Hannover, la demanda está valorada en cinco millones de euros y está respaldada en la revocación de una donación, que es lo que solicita el príncipe alemán. Principalmente, son tres las fincas que Ernesto quiere recuperar, las tres entregadas a su hijo en forma de herencia anticipada, ya que forman parte del patrimonio de la Casa Güelfa.

El motivo que tiene el exmarido de Carolina de Mónaco para reclamar estos bienes es, palabras textuales, que su hijo se ha comportado "groseramente desagradecido". Según el demandante, es decir, Ernesto de Hannover, su heredero había "violado gravemente los derechos, los bienes legales y los intereses del demandante" y "operó para que se despidiera al demandante como jefe de la fundación familiar" y trató a espaldas del padre de poner los bienes de la Casa de Hannover bajo su control. Entre otras cosas, le acusa de apropiarse ilegalmente de obras de arte y antigüedades pertenecientes a la familia.

placeholder El castillo de Marienburg. (EFE)
El castillo de Marienburg. (EFE)

Cierto es que la fama precede al príncipe alemán y que podríamos pensar que se trata de uno de sus arrebatos de ira, de esos tan diversos que ha protagonizado a lo largo de los últimos años, agravados por el consumo excesivo de alcohol, del que incluso se tuvo que tratar por obligación judicial. Pero, aunque pueda parecer una interpretación libre de Ernesto sénior, sí tiene una base para acusar a su hijo. Para conocerla, tenemos que recordar la disputa por el castillo de Marienburg, que fue la chispa definitiva para que la relación entre padre e hijo.

Esta propiedad le fue cedida al heredero en 2004 y 14 años después decidió venderla al estado de Baja Sajonia por el módico precio de un euro, ya que no podía hacerse cargo de la costosa reforma. Pasaría a ser propiedad pública y el se ahorraría los 27 millones de euros que costaba reformar el castillo al completo, que tiene zonas que están totalmente en ruinas. La venta al final no se produjo por la negativa de Ernesto padre, pero lo que nos parecía un final de historia que hacía parecer al príncipe alemán como el villano tiene más detalles por los que el hijo no queda muy bien parado.

Ya de momento, cuando se conoció el acuerdo de venta, hubo voces críticas que reclamaron que Ernesto hijo colocara los costes de reforma al erario público, mientras él se aseguraba ingresos con las obras de arte, que no entraban en el negocio. De hecho, en 2005 el heredero Hannover ya organizó una subasta en Sotheby´s con unos 20.000 tesoros del castillo de Marienburg en la que se recaudaron 44 millones de euros. Una cantidad de la que nunca se supo el destino, aunque en su momento el joven explicó vagamente que había servido para sufragar algunas deudas de su padre.

placeholder Ernesto y Christian de Hannover, en la boda de Anunciata de Liechtenstein. (Cordon Press)
Ernesto y Christian de Hannover, en la boda de Anunciata de Liechtenstein. (Cordon Press)

Así que puede tener razón o no, pero las sospechas del príncipe Ernesto Augusto no son del todo infundadas y mucho menos producto de su imaginación. Con estos datos, acusa a su hijo de haberse intentado hacer a sus espaldas con el patrimonio de la Casa Güelfa, de la que a todos los efectos sigue siendo el jefe. De ahí que también le reclame otras dos joyas del patrimonio. Por un lado, el palacio de Herrenhausen, la actual residencia donde viven Ernesto júnior, su esposa, Ekaterina, y sus tres hijos. Por otro, el dominio de Calenberg, una finca que también puede traer problemas, ya que hace unos años se vendieron cuatro hectáreas de terreno.

Eso sí, el demandado está tan tranquilo ante lo que se le avecina. O al menos lo estaba cuando se enteró de que había sido denunciado por su padre: "Todos los argumentos de la demanda ya han sido desestimados en el pasado de forma extrajudicial. Por eso afrontamos con serenidad la disputa judicial", señalaba en un comunicado, explicando también la situación del castillo de Marienburg, la piedra angular de la disputa: "No hay razón para preocuparse por el futuro del castillo de Marienburg. La situación legal en este sentido siempre ha sido clara, y lo sigue siendo. La solución de la fundación encontrada con el estado de Baja Sajonia es legalmente segura; nada se interpone en el camino de la preservación a largo plazo de Marienburg como monumento cultural, que sigue siendo accesible al público para todos”.

Los protagonistas de la demanda

Una vez explicados el cuánto y el porqué, dos cuestiones que van unidas, pasamos a otra muy importante, que es el quién. Teniendo en cuenta las características del proceso, se estima que los costes judiciales pueden superar los 600.000 euros. Un dato importante para entender por qué Ernesto padre y Ernesto hijo no son los únicos actores principales en este juicio. Parece que el príncipe alemán no puede afrontar esta cantidad, por lo que no ha dudado en recurrir a una empresa para que actúe como segundo demandante.

placeholder Ernesto de Hannover, en la boda de su hijo Christian, en marzo de 2018. (EFE)
Ernesto de Hannover, en la boda de su hijo Christian, en marzo de 2018. (EFE)

Ernesto llegó a un acuerdo con una compañía de Salzburgo fundada por dos amigos suyos que se dedica al "comercio, adquisición y ejecución de reclamaciones en el país y en el extranjero". Es decir, al cobro de deudas. Con su intervención como segundo demandante, participa en los gastos legales derivados del juicio, lo que es una ventaja para Ernesto de Hannover al no tener que hacer frente a ellos él solo. Pero no lo hace de forma altruista, claro está. En caso de ganar, se llevaría una parte de los bienes que reclama, lo que supondría que parte del patrimonio de la Casa Güelfa también iría a parar a manos de esta empresa.

Es decir, que al príncipe no le ha preocupado arriesgar parte del patrimonio familiar con tal de llevar a su hijo a los tribunales y, por tanto, con tal de que no esté en manos de su heredero. A partir de este jueves será un juez el que decida en esta disputa paternofilial quién tiene la razón, si las ventas de tesoros familiares que hizo su hijo fueron legales y lícitas y, sobre todo, si le tiene que devolver las propiedades que le cedió en su momento, y que se convirtieron, casi desde el principio, en el motivo y el objetivo de la guerra.

Tras más de un año y un intento fallido, ha llegado la fecha en la que los Hannover disputarán parte de sus problemas en los tribunales. Es la última batalla en una guerra paternofilial que mantienen desde hace años y que no tiene ninguna pinta de acabar, sea cual sea el resultado del proceso que comienza este mismo jueves. Son muchos los entresijos que tiene este caso y que vienen de lejos. Cómo, dónde y cuándo, pero sobre todo cuánto, quién y por qué: son muchas las claves del juicio que enfrenta al príncipe Ernesto de Hannover y su hijo. Todas necesarias no solo para tener la información del propio proceso, sino también de la relación entre ambos.

Carolina de Mónaco
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