La reina Isabel reaparece sonriente con la princesa Ana por una buena causa

La reina Isabel II ha reaparecido en un acto oficial acompañada de la princesa Ana. La monarca y su hija dedicaron unos minutos del medio día del viernes para inaugurar las nuevas instalaciones de la fundación 'Thames Hospice', en Maidenhead. La cita no figuraba en la agenda institucional de la Casa Real, por lo que es probable que se trate de una visita personal por medio de la cual madre e hija muestran su apoyo a la organización benéfica. Además, el transporte no ha supuesto un problema para la reina porque el trayecto desde el Castillo de Windsor hasta la ciudad, ubicada en la orilla del río Támesis, es de solo 20 minutos en coche.

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Margarita Velasco

Hace un par de años el que la reina haya acudido a la inauguración de un nuevo centro de cuidados paliativos probablemente no hubiese sido un hecho tan noticiable como lo es ahora. La avanzada edad de Isabel II de Inglaterra y los problemas de movilidad que tiene han disminuido la frecuencia con la que la vemos protagonizando visitas presenciales. Si bien es cierto que el mes pasado celebró por todo lo alto su Jubileo de Platino -el hito de cumplir 70 años en el trono- este 2022 hemos sido testigos de cómo la madre del príncipe Carlos se apoya más en su heredero y en otros miembros de la familia real para que asistan en su honor a sus compromisos oficiales. Este año, por ejemplo, no pudo acudir a la apertura del parlamento y tampoco estuvo presente en ninguno de los cuatro días de las carreras de caballos de Ascot.

Precisamente por este motivo es que el gesto de la reina de asistir acompañada de su hija al 'Thames Hospice' es uno cargado de significado. Hace tan solo unos días asistió virtualmente a un compromiso que tenía en el Palacio de Buckingham mediante una videollamada, pues estaba en el Castillo de Windsor y no se quiso desplazar. La conclusión que hemos sacado del récord de asistencia de la monarca británica en los últimos meses es que es muy selectiva con las citas a las que asiste en persona.

Toda esta serie de cuestiones nos hacen concluir que si la abuela del príncipe Guillermo ha decidido acudir a la inauguración del nuevo edición de la fundación, eso es porque estima y respeta su labor. "Calidad de vida, al final de la vida, para todos", es el lema por el que se guía esta organización que brinda cuidados de última generación a pacientes terminales de más de 16 años, y apoyo a sus familiares, en el condado de Berkshire desde hace más de 30 años. El nuevo edificio hará posible que puedan atender al doble de personas que llevaban cuidando hasta ahora.

La reina y su hija llegaron en coche a las instalaciones del centro de cuidados paliativos y fueron recibidas por una multitud de personas que no se querían perder la ocasión de saludarlas. Una vez dentro, la monarca hizo un tour por algunas de las instalaciones del nuevo edificio, saludó a algunos pacientes y al personal sanitario de forma cercana, reveló una placa conmemorativa y firmó lo que sospechamos que es un libro de visitas.

La apariencia llena de energía y vitalidad de la reina y su amplia sonrisa mientras andaba por los pasillos apoyándose en su bastón han sido dos de los detalles más comentados de su visita. Ha lucido "radiante" y "hermosa" - dos de los adjetivos empleados por el Daily Mail para titular la noticia- con un vestido de hortensias en escala de grises sobre un fondo azul claro muy delicado. Un diseño elegante y cómodo que combinó con su clásico collar de perlas a juego con sus pendientes, un broche de aguamarinas y diamantes, uno de sus icónicos bolsos negros y zapatos a tono.

Por otro lado, la princesa Ana optó por un estilismo más austero en colores tierra. La única hija de la reina acudió a la cita enfundada en un traje de manga larga y cuello elevado en pico confeccionado en tejido estampado con cuadros. Eso sí, en cuanto a complementos no dudó en replicar la fórmula infalible de su madre con bolso y zapatos bajos de color negro.