2,6 millones de euros al año: así aumentan su fortuna los príncipes suecos más allá de la Corona

Cada monarquía tiene sus normas y mientras los royals se atengan a ellas no existe problema. En Suecia, sin ir más lejos, los miembros de la familia Bernadotte pueden tener sus propias empresas, aunque es recomendable que no participen activamente en ellas. Eso sí, cada año reciben sus beneficios. Así aumentan sus fortunas Victoria, Carlos Felipe y Magdalena, quienes parecen no conformarse con la paga que les da el Estado por cumplir con sus obligaciones institucionales, una cifra bastante alta en el caso de la heredera, ya que tiene más peso en la agenda que sus hermanos.

Ahora, el diario 'Expressen' publica que gracias a una empresa que tienen en común, el año pasado cada uno de los príncipes se embolsó 2,6 millones de euros. Fue en 1989 cuando los tres hijos de Carlos XVI Gustavo y Silvia decidieron crear la sociedad Gluonen. Entre los tres cuentan con el 96% del capital de la empresa mientras el restante lo poseen sus padres, los reyes. Aunque los royals pueden tener acciones en empresas, es mejor que no están involucrados en su gestión, por lo que es Jan Lindman, quien también trabaja para la Casa Real como director financiero, el que se encarga de la dirección general de Gluonen.

La familia real tiene un papel importante en la economía del país. Van a reuniones, participan en viajes y cuentan con información privilegiada sobre las empresas suecas. De ahí que se les haya recomendado no participar activamente en Glounen. Así se evitan cualquier tipo de mal entendido sobre tráfico de influencias o revelación de secretos. "De una manera u otra pueden tener acceso a información que no todos conocen. No queremos tener que estar dando explicaciones, así que ellos desconocen nuestras actividad. Es mejor que no estén de por medio", asegura Lindman.

Sobre cómo funciona Glounen, su director general cuenta lo siguiente: "No se trata de una empresa activa, sino todo lo contrario. Nunca sacas dinero, sino que lo dejas en la empresa, por lo que lo inviertes principalmente en grandes empresas suecas que cotizan en Bolsa. Así ha sido durante mucho tiempo". Y parece que la estrategia les está funcionando a juzgar por los beneficios que obtuvieron en 2021. Según el mismo medio, las cosas parecen irles incluso mejor en este año en curso, por lo que pueden esperar unas buenos resultados para finales de este 2022.

Actualmente, Glouonen está valorada en 8,88 millones de euros gracias a sus inversiones en esas empresas suecas de las que prefieren no revelar el nombre, aunque se rumorea con que podría tratarse de Investor, Lundbergs, Latour, Nordea, SEB, SKF y Getinge.

Quien sí se dedica por entero a sus empresas es Chris O'Neill. El marido de la princesa Magdalena es un hombre de negocios y no quiso renunciar a su mundo cuando en junio de 2013 se casó con la hija pequeña de los reyes de Suecia. Para evitar problemas, Chris decidió renunciar al título de príncipe y a formar parte de la familia real, de ahí que pueda involucraese todo lo que quiera en distintos business. De hecho, desde hace ya tres años reside junto a su esposa y sus tres hijos, Leonore, Nicolas y Adrienne, en Florida. Desde allí le es más fácil controlar sus negocios.

Y aunque a Magdalena le gustaría vivir en Suecia, sabe que es importante que Chris continué con su trabajo, de ahí que haya aceptado vivir en Miami. De hecho, ellos se conocieron en Nueva York cuando ella se refugió en la Gran Manzana tras su fiasco amoroso con su prometido, Jonas Bergstrom. Allí nació su primera hija y parecían estar a gusto, pero las constantes críticas por parte de los medios suecos por no cumplir con una agenda y seguir cobrando del Estado los llevaron a regresar a Europa; primero a Suecia; y después, a Londres. Sin embargo, Chris tenía problemas para dirigir desde ahí sus negocios, por lo que tomaron la decisión de instalarse en Florida.

Una opción que les valió críticas porque a sus tres hijos se les había otorgado la dignidad de príncipes y estaban siendo criados en el extranjero. Finalmente, en 2019 Carlos Gustavo cortaba por lo sano y decidía reducir los miembros de la familia real, quedando formada por él mismo y su mujer; la heredera, su marido, Daniel, y sus hijos; el príncipe Carlos Felipe y su esposa, la princesa Sofía; y la princesa Magdalena. Solo los vástagos de Victoria, Estelle y Oscar, mantienen su estatus, por lo que los demás nietos de los reyes han quedado relegados a un segundo plano, una opción que le ha ido de maravilla a Magdalena para poder continuar con su vida en Estados Unidos.