Charlène de Mónaco deslumbra con un total look blanco en el tradicional pícnic
Tras dos años paralizada por la pandemia, esta cita tan especial para los habitantes de la ciudad ha vuelto a celebrarse con la presencia de la familia real
La pandemia fue la culpable de que durante dos años Mónaco no pudiera celebrar el tradicional pícnic que organiza el ayuntamiento del principado para despedir el verano y que es cita ineludible de la familia real.
Este domingo 4 de septiembre, el príncipe Alberto de Mónaco, Charlène de Mónaco y sus hijos Jacques y Gabriella han hecho acto de aparición en el famoso parque de la princesa Antonieta para dar visibilidad a este acto que encanta a los habitantes de la ciudad.
La pareja y sus hijos fueron recibidos por un grupo de niños vestidos con trajes regionales que bailaron frente a ellos y que agasajaron a la familia real con ramos de flores.
Esta cita es una más de las que demuestran cómo Charlène se encuentra mucho más recuperada después de más de un año alejada del foco mediático debido a sus problemas de salud. Muy cercana con todos los asistentes y muy cariñosa con sus hijos y su marido se mostró este domingo durante el acto.
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Para la ocasión, Charlène se decantó por un total look en blanco compuesto por una túnica larga de encaje sin mangas y pantalones anchos firmados Terrence Bray. El príncipe Alberto, por su parte, optó por un pantalón beige, una camisa blanca y una chaqueta azul cielo.
Si otros años los pequeños de la casa, Jacques y Gabriella, quisieron vestirse con el traje tradicional, este año han prescindido de él, luciendo looks muy a tono con los de sus padres. Jacques vistió pantalones Loro Piana, camiseta blanca y camisa azul abierta de Jacadí. Gabriella eligió un vestido floreado de la misma marca que la camisa de su hermano y con el mismo estampado floral, combinado con sandalias y una diadema decorada con flores.
Como muestran las imágenes, el peinado de Gabriella y Jacques ya está en orden después de la travesura que la pequeña cometió con su hermano este mismo fin de semana. Fue la propia princesa Charlène la que se encargó de contarlo en redes sociales. Gabriella decidió coger unas tijeras y ejercer de peluquera con ella misma y con Jacques. El resultado fue un pelo lleno de trasquilones que, como podemos ver en las fotografías, ya han sido arreglados.
Fue en marzo de 2021, cuando la princesa viajó a Sudáfrica para asistir a un acto de conservación de animales, cuando le diagnosticaron una infección ORL que le impedía coger un avión de regreso a casa. Eso provocó que tuviera que pasar en el país casi medio año. Una vez en Mónaco, decidía ingresarse en una clínica Suiza, en la que pasó cerca de tres meses.
En febrero de 2022, Charlène retomó su agenda y, poco a poco, se ha ido reincorporando a la vida institucional del principado. “Pasé por un momento difícil, pero tuve la suerte de ser apoyada y querida por mi esposo, mis hijos y mi familia, de quienes saco todas mis fuerzas", ha confesado recientemente. "Mi vida diaria gira en torno a mis hijos. Este verano han estado muy ocupados con sus actividades, como la vela, sus cursos sobre el medio marino, así como su primera toma de contacto con el buceo y el salvamento marítimo".
La pandemia fue la culpable de que durante dos años Mónaco no pudiera celebrar el tradicional pícnic que organiza el ayuntamiento del principado para despedir el verano y que es cita ineludible de la familia real.