La prensa da jaque mate al libro de Harry desvelando las mentiras de su relato

Tras provocar un auténtico terremoto mediático de la mano de su propio documental de Netflix, ‘Harry y Meghan’, que logró batir récords de audiencia, además de alimentar titulares durante varios meses, el duque de Sussex parece no haberse quedado del todo satisfecho y ha decidido seguir contando su verdad. Por ello, hoy mismo, 10 de enero, publicaba a nivel mundial sus memorias, tituladas ‘Space’, traducidas al español como ‘En el punto de mira’, que vieron la luz erróneamente en nuestro país a finales de la semana pasada.

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Los medios de comunicación británicos especializados en el ámbito ‘royal’ lograron adquirir algunas copias y han realizado un análisis exhaustivo y detallado del libro de forma exprés en solo cuatro días. Los tabloides parecen mantenerse en la línea de un férreo posicionamiento en contra de la pareja conformada por el príncipe y la actriz, al igual que sucedió durante su reality, y han iniciado una cruzada contra el hijo pequeño de Lady Di asegurando que algunos hechos narrados en el papel no son ciertos.

Concretamente, GB News ha sido el responsable de sacar a la luz uno de los errores encontrados a lo largo del texto. Entre sus vivencias narradas en ‘En el punto de mira’, Harry recuerda el fallecimiento de su bisabuela en marzo de 2022, cuando él tan solo era un adolescente, y parece que su memoria le ha jugado una mala pasada.

“El hombre de 38 años dio detalles evocadores y específicos sobre el clima 'brillante y cálido' en su escuela en Eton cuando tomó la temida 'llamada telefónica'. Pero los informes detallaron que el príncipe, que tenía 17 años en ese momento, ni siquiera estaba en el Reino Unido y en realidad estaba esquiando en la nevada Suiza”, explican en el medio mencionado.

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Harry escribía en su libro: "En Eton, mientras estudiaba, recibí una llamada. Ojalá pudiera recordar de quién era la voz en el otro extremo; de un cortesano, creo. Recuerdo que fue justo antes de Pascua, el clima era brillante y cálido, la luz se inclinaba a través de mi ventana, llena de colores vivos. Su Alteza Real, la Reina Madre ha muerto".

Sin embargo, la hemeroteca le ha roto los esquemas, ya que demuestra que el hecho tuvo lugar cuando el duque de Sussex estaba esquiando con su padre y su hermano en Klosters (Suiza). Incluso existen imágenes de los tres regresando al Reino Unido desde el continente el día después de la muerte.

Esta revelación ha puesto en duda el resto del relato. El reconocido comentarista real Richard Fitzwilliams ha cargado en su contra asegurando a GB News: "Este es un grave error en un libro enormemente controvertido. Que Harry esté claramente equivocado en su recuerdo de los hechos en cuanto a dónde estaba cuando murió la Reina Madre deja dudas sobre cuán estrechamente se ha verificado este libro. Uno se pregunta cuántos otros errores de hecho se encuentran dentro de sus páginas".

A esta posición también se ha sumado la actriz canadiense Kayla Adams, la cual ha expresado a través de su cuenta de Twitter: “Harry dijo que en su primera cita Meghan llevaba un jersey negro, unos vaqueros y unos tacones. Meghan ha dicho que portaba un vestido azul. ¿Por qué los dos tienen una versión de la historia tan diferente?”.

A pesar de que nadie haya afirmado que el príncipe Harry miente deliberadamente, sino que más bien intentan tildarlo de un error honesto, tales lapsos de memoria sí vierten una gran sombra de duda sobre unas memorias cargadas de polémicas que parecen no estar convenciendo al Reino Unido, donde se considera que el pelirrojo tiene una especie de ‘síndrome de hermano menor del futuro rey’.

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Tras la revelación de este detalle por parte de GB News, la prensa seguirá analizando al detalle cada hecho narrado desde la confirmación de que está circuncidado, pasando por que tuvo el pene congelado en la boda de su hermano Guillermo con Kate Middleton tras un viaje al Ártico, hasta describir cómo fue su desastrosa primera vez y confirmar que ha consumido drogas. Parece que la intención de Harry y Meghan de tomar el control de la narrativa sobre ellos mismos comienza a tener un efecto boomerang.