El secreto de los pendientes de Letizia que recupera casi 20 años después
Doña Letizia ha recuperado para su acto en Petrer (Alicante) unos pendientes que la Asociación de Joyeros San Eloy de Córdoba le regaló en 2005
Lo tenemos clarísimo. Doña Letizia está rebuscando en su joyero en busca de piezas antiguas a las que darles una nueva vida. Lo vimos ya en Atenas, cuando llevó unos pendientes de diamantes en forma de flor de Yanes que no le veíamos desde 2007, o en la recepción al cuerpo diplomático, cuando recuperó unos de Tous que solo había lucido en 2014. Este martes, para el que ha sido su primer acto de la semana, la Reina de España ha ido un paso más allá, reccuperando unos pendientes cordobeses con historia que tienen más de dieciocho años. Ahí es nada.
Ha ocurrido en su visita a Petrer (Alicante). La Reina ha presidido allí el II Encuentro de la Red de Centros de Atención Directa y Servicios Especializados de la Federación Española de Enfermedades Raras (FEDER). Doña Letizia, como su presidenta de honor, ha podido conocer en primera persona todos los servicios que ofrece esta red de centros y los retos a futuro. Este proyecto tiene como fin generar un modelo sociosanitario que proporcione una atención integral a las personas con enfermedades raras o en búsqueda de diagnóstico.
Para encontrar el origen de los pendientes que la Reina ha rescatado en Alicante tenemos que viajar hasta 2005, concretamente hasta el mes de enero, hace ahora 18 años. Doña Letizia, que llevaba pocos meses casada con don Felipe y solía acompañarlo a los actos, pues aún no contaba con agenda propia, acudió junto al entonces Príncipe de Asturias a la inauguración de un nuevo gasoducto en la estación de compresión de Enagás en Villafranca de Córdoba y lo hizo luciendo por primera y única vez esta joya que ha vuelto ahora a la actualidad.
Estamos ante unos pendientes de oro blanco con 17 diamantes realizados con la tradicional técnica de la filigrana cordobesa. Fueron un regalo de la Asociación de Joyeros San Eloy, que no dudó en darle las gracias públicamente a la entonces Princesa por su elección. No son estos los únicos pendientes de San Eloy que tiene la Reina, pues la asociación también la obsequió con unos de oro blanco y diamantes, aunque estos sin filigrana, con motivo de su boda con don Felipe, y a este le regalaron una cruz de inspiración asturiana de oro, diamantes, zafiros y esmeralda.
Toca ahora el turno de hablar del vestuario de la Reina, quien ha echado también mano de su fondo de armario, recuperando un vestido de Pedro del Hierro. Un diseño en blanco y negro con estampado pata de gallo, con manga larga y puños marcados que estrenó en enero del año pasado, en su visita a Viena. A su llegada llevaba encima, y para protegerse de las bajas temperaturas, el abrigo negro oversize de Carolina Herrera, con aberturas en los laterales y cinturón incorporado, que le vimos por primera vez recientemente, en su acto con la Real Academia Española.
Su Majestad ha completado su estilismo con las botas negras de ante y tacón ancho que estrenó en Atenas. No faltaba su anillo de la firma italiana Coreterno, que ha venido a sustituir al de Karen Hallam. La pieza lleva inscritas las palabras "Amor che tutto move"(el amor todo lo mueve), una cita inspirada en la 'Divina comedia', de Dante Alighieri. En el interior, además, está escrito: "As long I'm existing you will be loved" (te amaré toda la vida). Su precio es de 975 euros y está disponible en la web de la marca.
Volveremos a ver a la Reina este miércoles en unas audiencias en el palacio de la Zarzuela y el jueves en el acto de presentación del proyecto 'Todos contra el cáncer', con ocasión de la celebración del Día Mundial contra el Cáncer.
Lo tenemos clarísimo. Doña Letizia está rebuscando en su joyero en busca de piezas antiguas a las que darles una nueva vida. Lo vimos ya en Atenas, cuando llevó unos pendientes de diamantes en forma de flor de Yanes que no le veíamos desde 2007, o en la recepción al cuerpo diplomático, cuando recuperó unos de Tous que solo había lucido en 2014. Este martes, para el que ha sido su primer acto de la semana, la Reina de España ha ido un paso más allá, reccuperando unos pendientes cordobeses con historia que tienen más de dieciocho años. Ahí es nada.
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