La impresionante cifra por la que se ha vendido el collar español de la reina Fabiola

Un valioso collar de la reina Fabiola de Bélgica se subastaba este pasado martes en Sotheby’s alcanzando el precio final de 630.000 euros. Se trata de una pieza llena de perlas de gran tamaño, diamantes y zafiros que en la casa de subastas se anunciaba como perteneciente a una importante familia de la nobleza europea, sin añadir más información.

Aunque en ningún momento se dijo que perteneció a un miembro de la Casa Real de Bélgica, algunos reconocieron este llamativo collar, y expertos en la familia real belga como Wim Dehandschutter daban información al respecto y se preguntaban por qué no cuelga del cuello de la reina Matilde.

Una pieza muy excepcional debido a que las casas reales generalmente intentan mantener sus joyas dentro de la familia. La difunta reina de los belgas descendía de una familia noble madrileña antes de pasar a formar parte de la familia real belga tras su boda con el rey Balduino.

Fabiola llevó esta joya en una cena con el entonces presidente francés François Mitterand en París en 1992, aunque su origen es mucho más antiguo. El collar data de 1925, por lo que casi alcanza el siglo. Está compuesto de perlas finas, zafiros y diamantes y la reina Fabiola lo recibió de su madre, Blanca de Aragón y Carrillo de Albornoz, quien lo llevó el día del enlace matrimonio de su hija Fabiola con Balduino en 1960.

Un collar con historia que la famosa casa de subastas esperaba vender entre los 650.000 y los 850.000 euros, pero cuyo precio de salida fue de 550.000 y que finalmente fue comprado por 630.000 euros. Desconocemos el actual propietario de esta joya tan particular, pero la pieza ya no se encuentra en la página web de la casa de subastas.

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Los expertos en joyería denominan a este collar como un “tesoro” y lamentan que la familia real no la haya mantenido en su colección. Según algunos expertos, es probable que el collar hubiera sido devuelto a la familia española tras la muerte de la reina Fabiola, en 2014, y por tanto el vendedor anónimo tenga nacionalidad española y no belga.

Esta sería la razón dada por los expertos para explicar por qué esta pieza nunca haya colgado del cuello de la reina Matilde, puesto que sí le hemos visto en más ocasiones luciendo otras joyas de la reina Fabiola. La más valiosa de ellas es la tiara Wolfers, que contiene unos doscientos diamantes. Además, Matilde ha llevado pendientes del parure tunecino de la reina Fabiola. Un regalo de Balduino, que fue comprado durante sus vacaciones en Túnez.

También tiene Matilde otras reliquias de la fallecida reina Fabiola, puesto que durante la visita de Estado a Canadá lució un abrigo de piel que perteneció a la española y que contaba con más de 50 años de antigüedad.

Sin embargo, este collar que se subastaba este pasado martes, 21 de marzo, en París y que cuenta con dieciséis perlas naturales, veinticuatro zafiros y numerosos diamantes nunca llegó a manos de la esposa del rey Felipe de Bélgica. Una pieza que Sotheby’s describía como compuesta por una hilera de finas perlas ovaladas, algunas barrocas, alternando con zafiros ovalados y motivos esféricos engastados con diamantes de talla rosa, sujetando siete colgantes removibles con perlas en forma de gota rematadas por zafiros ovalados y diamantes de tallas cojín y antigua.

La madre de la reina Fabiola, conocida como doña Blanca de Aragón y Carrillo de Albornoz, era una aristócrata, hija de los marqueses de Casa Torres. Contrajo matrimonio con Gonzalo de Mora y Fernández del Olmo, conde de Mora y marqués de Casa Riera. Ambos tuvieron siete hijos, entre ellos Fabiola, que por matrimonio se convirtió en la reina consorte de Bélgica en los años sesenta del siglo pasado.

Fue la reina Fabiola quien heredó el collar de su madre tras su muerte y en 1992 lo lució en la cena de gala ofrecida por Mitterrand en el palacio del Elíseo. Se desconoce quién lo ha subastado, puesto que la reina, que no tuvo hijos de su matrimonio con el rey Balduino y sufrió hasta cinco abortos involuntarios, llegó a tener casi cuarenta sobrinos, sin contar los otros ocho sobrinos políticos.

Es probable, apuntan los expertos, que esta pueda ser la primera de varias ventas de piezas de colección de la fallecida reina, aunque se desconoce el proceso de reparto de las joyas de la aristócrata española que llegó a reinar en Bélgica.

Tras la muerte de Balduino en 1993, fue su hermano Alberto quien se convirtió en el rey de Bélgica, siendo su esposa la reina Paola, ambos padres del actual monarca, Felipe de Bélgica.