Un recuperado rey Harald y su familia presiden la fiesta nacional noruega

Tan solo un día después de recibir el alta tras su reciente ingreso hospitalario a causa de infección, el rey Harald de Noruega no ha querido perderse las celebraciones de la fiesta nacional de su país. Aunque sigue en proceso de recuperación, el monarca aparecía este miércoles en el balcón del palacio en Oslo sonriendo y saludando a sus súbditos acompañado por la reina Sonia, Haakon, Mette-Marit y el segundo hijo de estos, Sverre Magnus.

Previamente, los príncipes herederos y su hijo pequeño habían aparecido ataviados con trajes regionales en su residencia oficial de Skaugum, al suroeste de Oslo, una antigua granja cuya historia se remonta a la Edad Media y que fue hogar de los actuales reyes del país hasta 2001. La gran ausente del momento, su hija mayor, Ingrid Alexandra, que estaba celebrando la fiesta de sus compañeros de estudios.

Haakon y Mette-Marit han querido celebrar junto a sus compatriotas, presidiendo un desfile infantil con profusión de banderas, esta festividad que conmemora la firma en 1814 de la Constitución noruega, que declaró al país como reino independiente tras siglos de unión dinástica con Dinamarca. Momento clave de la historia noruega, el texto se inspiró en la Declaración de Independencia de Estados Unidos y en la proclamación de la Revolución Francesa, así como en las constituciones modernas posteriores.

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Las celebraciones de esta fecha muy señalada en Noruega, normalizadas tras la pandemia en 2022, incluyen desfiles, música y un día de fiesta para la mayoría de la gente. Por la mañana, los noruegos se reúnen con amigos o familiares para tomar un copioso desayuno, a menudo acompañado de una copa de champán.

El primer acto formal del día suele ser el desfile infantil (barnetog), en el que participan bandas de música y niños de las escuelas locales, como el que han presidido hoy los príncipes. A continuación suele celebrarse el desfile popular (folketog), en el que participan las asociaciones locales. La última celebración del día es el de los graduados de instituto (russetog), en la que este año ha formado parte la princesa Ingrid Alexandra, ahijada de Felipe VI, de ahí su ausencia en el balcón del palacio.

Un día antes de esta celebración popular, el príncipe regente Haakon volvía a ponerse en los zapatos de su padre para cumplir con una de las obligaciones tradicionales del rey en el mes de mayo: la inspección del barco real Norge antes de la temporada de navegación de verano, en la que estuvo acompañado por la reina Sonia.

Madre e hijo embarcaron en el Norge desde la barcaza real, en la zona de la bahía de Frognerkilen en Oslo, y fueron recibidos por el comandante del buque, el capitán de fragata Geir Anders Hoff Aronsen.

El Norge es una embarcación de 1.628 toneladas, construida originalmente en 1937 por la empresa inglesa Camper & Nicholsons Ltd. Mide 80,2 metros de eslora y puede alcanzar una velocidad máxima de 16 nudos, pero su velocidad de crucero es ligeramente inferior, de 14 nudos, con una autonomía de 6.500 millas náuticas.

Previamente, Haakon y Mette-Marit se ocupaban de ejercer de rostro visible de la monarquía noruega en la visita de estado a Oslo del presidente de Italia, Sergio Mattarella. El delicado estado de salud del rey Harald ya le impidió participar hace unos días también en las celebraciones del Día de la Liberación de la ocupación alemana.