La atípica vida en común del príncipe Andrés y Sarah Ferguson tras ser operada de cáncer

Sarah Ferguson se recupera ya en su casa junto a su familia tras someterse a una mastectomía después de que le diagnosticaran un cáncer de mama. Apoyándola en este delicado momento se encuentran su exmarido, el príncipe Andrés, y sus hijas, las princesas Beatriz y Eugenia. A pesar de que llevan divorciados desde 1996, los duques de York siguen siendo amigos íntimos, e incluso viven juntos en Royal Lodge, la polémica mansión del hijo de Isabel II en Windsor, el tiempo que ella reside en el Reino Unido.

La magnífica mansión que fuera durante décadas residencia de la reina madre enfrenta a Carlos III con su hermano desde hace meses, ya que el monarca pretende desalojarle de la vivienda de 30 habitaciones, algo a lo que el príncipe se niega rotundamente. De hecho, incluso se ha publicado que pretende permanecer en ella durante la extensa reforma que se realizará en la casa, por miedo a que si la abandona, luego no se le permita volver a entrar en ella.

Mientras tanto, la suntuosa finca sigue siendo hogar de la que Sarah Ferguson califica como la pareja divorciada "más feliz del mundo". La duquesa lleva desde 2008 alojándose allí cada vez que vuelve a su país de origen, pero no lo considera su hogar, como explicó ella misma en el 'Sunday Times'. "Viajo mucho y siempre he podido hacer de cualquier lugar mi hogar. Si me alojo en un hotel, tengo las mismas fotos de mi familia y velas aromáticas a mi alrededor. Cuando estoy en Londres tengo la suerte de alojarme en el Royal Lodge. No lo llamaría mi casa porque sería presuntuoso".

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Andrés y Sarah se casaron en 1986 y su matrimonio fue feliz al principio, pero la carrera naval del royal pronto les obligó a pasar varios meses cada año separados. Como manifestó ella en una entrevista televisiva en 2010, "mi trato era que me casaba con mi hombre, que resultaba ser un príncipe y también un oficial de la marina. Pero lo que conseguí no fue el hombre, conseguí el palacio y no le conseguí a él. Por nuestro matrimonio, le veía 40 días al año".

La pareja se separó en 1992, tras surgir los primeros rumores de que Fergie había tenido una aventura con Steve Wyatt, un amigo que había estado a su lado cuando ella estaba "excepcionalmente baja de ánimo", según su biógrafa.

Poco después de separarse, estalló un nuevo escándalo al aparecer en los tabloides británicos unas fotos de la duquesa de vacaciones con su 'asesor financiero' y amigo John Bryan, chupándole los dedos de los pies.

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Fue entonces cuando el Palacio de Buckingham emitió un comunicado que decía: "La semana pasada, los abogados de la duquesa de York iniciaron conversaciones sobre una separación formal del duque y la duquesa. Estas conversaciones aún no han concluido y no se dirá nada más hasta que lo hagan". Andrés y Sarah se divorciaron finalmente en 1996.

Las relaciones entre Fergie y los miembros de la realeza han mejorado mucho desde entonces y ella ha seguido siendo uno de los grandes apoyos de su exmarido desde su divorcio. Sobre todo en estos últimos años cuando el hijo de Isabel II ha caído en desgracia y perdido sus privilegios tras salir a la luz su estrecha relación con el millonario convicto Jeffrey Epstein.

Por su parte, la duquesa de York ha asegurado en su pódcast 'Tea Talks' que desde que le diagnosticaron el cáncer del que acaba de ser operada, "le ha cambiado la vida" y prometió ponerse "muy en forma" mientras se recupera junto a su familia.