El polémico pasado del padre de Sarah Ferguson vuelve a cobrar protagonismo por el hijo de Eugenia de York

La princesa de York presentaba a su segundo hijo y explicaba en sus redes sociales que le habían puesto el nombre de Ernest George Ronnie Brooksbank. Nacía el pequeño el pasado 30 de mayo y Eugenia desvelaba el origen del nombre de su hijo pequeño. Todo un homenaje a sus antepasados, en los que queda fuera su padre, el príncipe Andrés.

Sí ha incluido la hija de Sarah Ferguson a su abuelo materno, Ronald, que también tuvo una vida marcada de escándalos. Ronnie es un homenaje al bisabuelo del recién nacido, el comandante Ronald Ferguson, padre de la duquesa de York, fallecido en 2003 a los 71 años por un ataque al corazón. Trabajó como entrenador de polo para el príncipe Felipe de Edimburgo y para el rey Carlos III siendo este príncipe, y su vida estuvo marcada por la polémica.

Ronald fue hijo del coronel Andrew Henry Ferguson y Marian Montagu Douglas Scott. Tras estudiar en Eton, pasó por Sandhurst, la escuela militar real, y sirvió en la Household Cavalry durante 19 años, donde formó parte de los Life Guards. Llegó a ser capitán, título con el que se retiró en 1968 con honores, cuando recibió el rango de comandante. Sirvió durante años a la reina Isabel II formando parte del desfile Trooping the Colour y fue a partir de su retiro cuando comenzó a dedicar su vida al polo y a estrechar sus lazos con la familia real británica.

Fue mientras era entrenador de polo del príncipe Carlos cuando consiguió propiciar el matrimonio de su hija Sarah con el príncipe Andrés. Pero perdió su puesto en el club tras destaparse que era cliente del Wigmore Club, donde se ofrecían “servicios sexuales a la carta a sus miembros”, según ha publicado la prensa británica. Ronald nunca admitió que había acudido allí más allá de ir a recibir un masaje.

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En 1944 fue otro escándalo el que le llevó a dejar su papel como organizador en el exclusivo club de polo Royal County of Berkshire. Una de sus supuestas amantes, Lesley Player, confesaba su historia de amor en sus memorias y el príncipe Carlos decidió prescindir de su profesor, a pesar de que su matrimonio con su segunda mujer siguió intacto. Entonces los problemas económicos acecharon al padre de Sarah Ferguson y se vio obligado a vender algunas propiedades, tras perder su trabajo.

La duquesa de York confesaba hace algún tiempo a ‘Sunday Times’ que no había tenido una infancia nada fácil. Su padre solía ser duro con ella y llegó a llamarla “culo de oveja”. Su madre, Susan Wright, tampoco se lo puso fácil, pues tras descubrir una infidelidad de Ronald, abandonó a su familia y a Sarah, con 14 años, para irse a vivir con su nuevo amor, un jugador de polo llamado Héctor Barrantes, a Argentina.

Ronald llegó a pedirle matrimonio a la madre de la princesa Diana, Frances Shand-Kydd, quien no quiso casarse con el padre de Sarah Ferguson, gran amiga de Lady Di. Se casó en 1976 nuevamente con Susan Deptford, con quien tuvo otros tres hijos, y de la que nunca se divorció a pesar de las numerosas amantes que le adjudicaron.