El regalo millonario de Marta Luisa de Noruega a su prometido chamán

Las noticias se suceden con rapidez en la siempre controvertida relación sentimental entre la princesa Marta Luisa de Noruega y Durek Verrett. Después de que el pasado mes de abril la pareja hiciera pública su intención de instalarse definitivamente en la nación del norte de Europa tras varios años residiendo en Estados Unidos, en junio anunciaban su compromiso desde Los Ángeles y hace tan solo unos días confirmaban la fecha del enlace.

El 'sí, quiero' tendrá lugar el próximo 31 de agosto de 2024 en un entorno idílico: el histórico hotel Union en Geiranger, al oeste del país y conocido por su espectacular fiordo y sus magníficas montañas. "Es muy importante reunir a nuestros seres queridos en un lugar tan rico en historia y experiencias intensas de naturaleza. Geiranger es el lugar perfecto para abrazar nuestro amor", aseguraba la royal en sus redes sociales al comunicar la noticia.

Ahora, ambos han decidido dar el siguiente gran paso: formar un nuevo hogar. Según informa el diario noruego 'Se og Hør', Marta Luisa y Durek ya han encontrado el lugar perfecto para hacerlo, muy cerca de Oslo. Al parecer, su futura vivienda se encuentra en Stabekk, un pueblo del municipio de Bærum, a poca distancia de la residencia de la familia real en la capital.

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El citado medio informa que la casa a la que quieren mudarse la princesa y su futuro marido ha costado unos 18,65 millones de coronas noruegas, que equivalen a unos 1,63 millones de euros. Se añade además que probablemente fue la propia princesa quien realizó al menos la mayor parte del pago de la casa. "Por lo que sabe 'Se og Hør', Durek Verrett no es rico. Es probable que la princesa Marta Luisa financiara la compra de la casa", asegura la noticia.

En un folleto inmobiliario, la propiedad se describe como "una hermosa casa unifamiliar", situada en una parcela protegida en una calle sin salida. Con tres salones y seis dormitorios, la casa ofrece espacio más que suficiente para Durek, Marta y sus tres hijas. Maud Angelica, de 20 años, Leah Isadora, de 18, y Emma Tallulah, de 15, acompañaron a la hermana del príncipe Haakon en la primera visita a la casa.

Respecto al prometido de la royal, el mánager de Verrett, Simon Eriksen Valvik, declaró al canal de televisión noruego TV 2 que "es cierto que se va a mudar a Noruega y que el proceso está en marcha, algo que se lleva planeando mucho tiempo". Ampliando esta información, confirmó que el chamán estaba deseando mudarse a la patria de su prometida "y establecerse aquí".

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En abril de 2023, Verrett dijo que la relación a larga distancia entre Estados Unidos y Noruega pronto llegaría a su fin. "Definitivamente me mudaré aquí, absolutamente", aclaró entonces. "Quiero estar donde sea mejor para las niñas y para Marta".

La princesa, que en su perfil de Instagram se define como "agente de cambio, madre de caballos y dedicada a que la gente conozca su verdadero poder a través de una transformación social" y ha asegurado que es capaz de hablar con los ángeles, realizaba a finales de 2022 su propio Megxit al anunciar que abandonaba sus funciones como miembro en activo de la familia real noruega.

"La princesa Marta Luisa quiere contribuir a una distinción más clara entre sus propias actividades y la conexión con la Casa Real. Por tanto, la princesa renuncia a sus funciones oficiales y no representará a la Casa Real", era el comunicado oficial que servía de confirmación a esta noticia.

El romance entre la princesa, de 51 años, y Verrett, un gurú espiritual de Hollywood, no ha sido visto con buenos ojos en el país escandinavo, donde sus métodos de medicina alternativa y sus declaraciones le han llevado a ser tachado de "charlatán". El afroamericano, que se autodenomina "chamán de sexta generación" y cuenta entre sus seguidores a Gwyneth Paltrow y Antonio Banderas, ha llenado titulares con sus polémicas palabras y ha creado quebraderos de cabeza al propio rey Harald.

Por ejemplo, ha llegado a sugerir que el cáncer es una elección y ha recomendado ejercicios para eliminar las "huellas" dejadas por anteriores parejas sexuales en las vaginas de las mujeres.