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El lenguaje corporal de Pablo Urdangarin y su padre, Iñaki Urdangarin: claves y significado
  1. Casas Reales
Muy afectuoso

El lenguaje corporal de Pablo Urdangarin y su padre, Iñaki Urdangarin: claves y significado

El jugador muestra una complicidad máxima con su padre, su referente profesional y gran apoyo, con el que demuestra una gran ternura y cariño, que le consuela y le sostiene

Foto: Iñaki Urdangarin con su hijo Pablo antes de la segunda semifinal de la Copa de España. (EFE/Javier Etxezarreta)
Iñaki Urdangarin con su hijo Pablo antes de la segunda semifinal de la Copa de España. (EFE/Javier Etxezarreta)
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Este fin de semana veíamos a Iñaki Urdangarin, que visitaba en Irún a su hijo Pablo en la segunda semifinal de la Copa de España con su equipo frente al Barcelona, su exequipo. Se acercaba hasta el polideportivo de la localidad guipuzcoana para demostrar, una vez más, lo unido que está el exmarido de la infanta Cristina con su hijo Pablo, a pesar de su inminente anuncio de divorcio.

Pablo ha seguido los pasos profesionales de su padre como jugador profesional de balonmano y, este pasado sábado, Iñaki estuvo una vez más en uno de sus partidos, ofreciendo apoyo y consuelo a su hijo, con el que no faltaron las numerosas muestras de afecto, y que finalmente perdía el encuentro con su equipo.

El jugador del Granollers, que el pasado 6 de diciembre cumplió 23 años, con la visita sorpresa de su madre a Barcelona, subió hasta lo alto de las gradas donde se encontraba su padre, para charlar con él en el polideportivo. Iñaki, vestido con unos vaqueros, un jersey gris y bufanda, seguía muy atento las jugadas. Ambos hablaban constantemente en una conversación fluida que no podemos escuchar, pero cuyo lenguaje no verbal nos revela mucha información.

La confianza entre ellos es máxima, comparten una afición y para Pablo su padre es su referente y le ayuda a ver con más claridad los fallos del partido. Iñaki gesticula con las manos, señala la pista y le explica, en su opinión, como si fuera un entrenador, qué fallos ve en este partido.

Foto: Iñaki y Pablo urdangarin, tras un partido disputado por el Granollers. (EFE/Javier Etxezarreta)

Para ello se quita el abrigo, que sostiene en el brazo. Su hijo pone los brazos en jarra, algo que los expertos en comunicación no verbal interpretan como una actitud defensiva. Parece quejarse el joven con toda la confianza con su padre, levanta los hombros, lo que los expertos interpretan como señal de impotencia o no saber qué hacer en una situación.

Pablo sabe que pierden y su padre, el exduque de Palma, le coge cariñosamente de la cabeza con el brazo a su hijo, acariciándole la oreja, en señal no solo de afecto, sino también de apoyo. El jugador, vestido con el uniforme de su equipo y pendiente del partido, lo analiza junto a su padre, y le devuelve el gesto pasando el brazo por el cuello de su padre, cogiéndole del hombro con cariño.

placeholder Iñaki Urdangarin conversa con su hijo Pablo en el polideportivo Artaleku de la localidad guipuzcoana de Irún. (EFE/Javier Etxezarreta)
Iñaki Urdangarin conversa con su hijo Pablo en el polideportivo Artaleku de la localidad guipuzcoana de Irún. (EFE/Javier Etxezarreta)

Se siente más reconfortado tras hablar con él, algo que se refleja en su gesto. Se despiden con dos besos y tras el encuentro, que finalmente pierde Pablo con su equipo, padre e hijo posan cogidos y sonrientes frente a un fotógrafo. Se dan cariñosas palmadas sobre la espalda, un gesto muy masculino y que, según la psicóloga Gurutze Olaizola, “suelen ser los abrazos que se dan algunas personas cuando se saludan o se felicitan por algo”. Un abrazo “entre compañeros”, pues padre e hijo comparten afición e incluso profesión.

Ya en la pista, Iñaki se mete las manos en la parte trasera de los bolsillos mientras habla frente a frente con su hijo, algo que los expertos entienden como un símbolo de autoridad y todo lo relacionado con ella, es decir, seguridad, confianza y liderazgo. Iñaki se sabe figura de autoridad respecto a su hijo, frente al que muestra plena confianza. Escucha atento a Pablo, que se queja con hastío y mueve muchos los brazos.

placeholder Iñaki Urdangarin durante la segunda semifinal de la Copa de España. (EFE/Javier Etxezarreta)
Iñaki Urdangarin durante la segunda semifinal de la Copa de España. (EFE/Javier Etxezarreta)

Tras interrumpirles la charla algunas personas, el exduque le hace un gesto a su hijo con la cabeza para apartarse y seguir charlando, algo que este entiende de inmediato y se traslada con él. Ahora es Iñaki el que habla y gesticula, moviendo las manos. Tras analizar el partido, ambos se abrazan fuertemente un largo rato.

Pablo no quiere que este momento termine y agarra de la mano a su progenitor, que se toca el pelo a la altura de la nuca, algo que los expertos entienden como una señal de que la persona trata de calmar los nervios o que puede indicar frustración por no conseguir lo deseado. Finalmente, Pablo coge del hombro a su padre y le da un beso en la mejilla, le da unas palmadas nuevamente y se va.

Este fin de semana veíamos a Iñaki Urdangarin, que visitaba en Irún a su hijo Pablo en la segunda semifinal de la Copa de España con su equipo frente al Barcelona, su exequipo. Se acercaba hasta el polideportivo de la localidad guipuzcoana para demostrar, una vez más, lo unido que está el exmarido de la infanta Cristina con su hijo Pablo, a pesar de su inminente anuncio de divorcio.

Iñaki Urdangarin
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