Pon un Pablo Urdangarin en tu vida: sus imágenes más cariñosas con su abuela y su padre
El joven deportista sacó su lado más cariñoso junto a su padre y su abuela, Claire Liebaert, que se desplazaron de Vitoria hasta Irún para verle jugar
Educado, correcto, cariñoso con su familia, triunfando profesionalmente y también en el amor, y manteniendo una cada vez mejor relación con la prensa, Pablo Urdangarin no deja de acumular elogios, que contrastan con los titulares no tan halagüeños que a veces ocupan sus primos. El hijo de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin se ha visto en el foco de la tormentosa separación de sus padres y ha sabido salir del paso con elegancia, mientras prosigue su prometedora carrera en el balonmano.
Una carrera que en esta ocasión le ha llevado a desplazarse hasta Irún junto a su equipo, el Fraikin BM Granollers, para disputar un partido de la Liga Plenitude ASOBAL contra el Bidasoa. Aunque Pablo salió de suplente y no consiguió anotar ningún gol, su equipo logró la victoria por 30 a 33 y desde la grada contó con el mejor de los apoyos.
Animando como unos seguidores más, en el pabellón Artaleku estuvieron presentes Iñaki Urdangarin y su madre, Claire Liebaert, que aprovechando la cercanía con Vitoria, donde residen, se desplazaban hasta la localidad guipuzcoana para aplaudir al joven deportista. En esta excursión familiar también acompañaban al antiguo duque de Palma su hermana Lucía y su cuñado.
Selfi va, selfi viene, Pablo Urdangarin no dudó una vez terminado el partido en posar con la mejor de sus sonrisas junto a algunos fans que le pidieron una foto, antes de subir a la grada para hacer lo propio con su abuela y sus tíos. En las caras tanto del joven como de sus familiares se podía apreciar el orgullo que sienten por lo bien que le van las cosas actualmente en el deporte que tantos éxitos le diera a Iñaki Urdangarin.
El ganador de cinco copas de Europa con el Barcelona, que ya se desplazaba a la cercana Zarautz el año pasado para ver jugar a su hijo cuando este militaba en el filial del equipo azulgrana, llegaba con antelación a Artaleku, desde donde ha seguido con atención el calentamiento de ambos equipos y se ha sentado en la grada, cerca del palco, donde ha podido ver el encuentro con absoluta discreción.
La estrecha relación entre padre e hijo la hemos podido observar en numerosas ocasiones también cuando el vasco ha acudido a verle jugar en Barcelona. En esas ocasiones, ambos no han escatimado besos y abrazos, demostrando su fuerte vínculo y cómo se ha cumplido aquel vaticinio de Pablo cuando se convirtió en portavoz improvisado de la familia al conocerse la relación de Urdangarin con Ainhoa Armentia. "Nos vamos a querer igual", decía el segundo hijo de la infanta Cristina cuando salieron a la luz aquellas polémicas fotos de ambos.
Pablo, al que recientemente veíamos junto a sus hermanos Miguel e Irene celebrar en Madrid la mayoría de edad de su prima Leonor, también protagonizaba recientemente una nueva mudanza de vuelta al barrio de su infancia en Barcelona. Como adelantaba Vanitatis, el joven deportista vive ahora solo en el barrio de Pedralbes, en un apartamento de 150 m2 con jardín y piscina cerca del hotel donde se suele alojar su madre.
Un piso donde ahora no recibe las habituales visitas de su novia, Johanna Zott, ya que desde hace unas semanas ambos están separados por miles de kilómetros de distancia, dado que la joven ha comenzado un Erasmus en Múnich. Pese a la distancia, ambos siguen muy unidos ya que, según nos informan fuentes de su entorno, "a esta edad y por el desarraigo que han sufrido estos chicos, un amor lo es todo". Ahora planea sus próximos viajes a Alemania para visitar a Johanna. El primero, aseguran las mismas fuentes, será en breve.
Educado, correcto, cariñoso con su familia, triunfando profesionalmente y también en el amor, y manteniendo una cada vez mejor relación con la prensa, Pablo Urdangarin no deja de acumular elogios, que contrastan con los titulares no tan halagüeños que a veces ocupan sus primos. El hijo de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin se ha visto en el foco de la tormentosa separación de sus padres y ha sabido salir del paso con elegancia, mientras prosigue su prometedora carrera en el balonmano.