La reina Letizia sorprende con un nuevo traje celeste y joyas de zafiros en su reencuentro con Leonor

Los Reyes han viajado este sábado 4 de mayo hasta Zaragoza para asistir a un acto muy especial para el monarca: el 40º aniversario de su jura de bandera, una jornada llena de recuerdos en la que el soberano ha estado acompañado por la princesa Leonor y la reina Letizia, quien ha elegido para la ocasión un traje celeste de Hugo Boss formado por la chaqueta entallada Asmalla, con hombreras, dos botones, y bolsillo de solapas, más un pantalón de pata ancha, que ha combinado con pendientes de zafiros.

En cuanto a los complementos elegidos por doña Letizia, ha echado mano de un bolso de Hugo Boss negro que tiene desde 2015. Se trata de un modelo que ha acentuado ese aire lady que la Reina ha querido darle a su look. También ha lucido unos salones de tacón bajo y de color negro, muy cómodos para su problema en los pies.

Con las joyas hemos tenido una gran sorpresa, ya que la Reina se ha decantado por unos pendientes de zafiros que hacía muchísimo tiempo que no le veíamos lucir. Nos encontramos ante un diseño largo que combina diamantes y oro blanco y que termina en la parte inferior con un zafiro. La Reina los estrenó en 2018, en un concierto, y los llevó de nuevo en su visita de Estado a Corea del Sur, en octubre de 2019.

Vestida de cadete, en formación y junto a sus compañeros del segundo curso, la heredera al trono ha seguido la ceremonia en la que su padre ha renovado, junto a sus compañeros de promoción, su jura de bandera ante los ojos de doña Letizia, quien se ha mantenido en todo momento en la tribuna real, con un inmenso orgullo reflejado en su rostro, el mismo que le vimos aquel 7 de octubre en el que Leonor juró bandera.

El acto ha comenzado con la entrada de los Reyes al Patio de Armas, donde han sido recibidos con honores militares y salvas.

Mientras doña Letizia ha permanecido en el podio de honores, el rey Felipe VI ha estado acompañado por el jefe de Estado Mayor del Ejército, el jefe del Cuarto Militar y el oficial que manda la Fuerza.

Después, Sus Majestades han ocupado su lugar en la Tribuna Real, desde donde han presidido el acto, cuyo inicio ha sido solicitado al monarca por el general director de la Academia General Militar.

Posteriormente, el Rey se ha desplazado hasta la cabeza del bloque de componentes de la promoción, se ha trasladado la bandera y se ha hecho el relevo de los abanderados. Ha sido entonces cuando Felipe VI ha iniciado el movimiento para besar la bandera. Al llegar a la altura de la misma, ha saludado, se ha descubierto la cabeza y ha besado la Enseña Nacional, para después regresar a la Tribuna Real.

Tras este significativo gesto del Rey, ha sido el resto de la promoción, así como viudas e hijos de fallecidos de la misma, quienes han besado la bandera.

Tras unas palabras del oficial más antiguo de la XLIV promoción, Francisco Javier Marcos Izquierdo, teniente general jefe de la UME, la entrega de una placa conmemorativa al director de la academia y un discurso del mismo, se ha realizado un homenaje a los que dieron su vida por España.

Luego ha sonado el himno de la Academia General Militar y se ha recitado el artículo primero del Decálogo del Cadete antes de despedir la bandera.

Ha sido entonces cuando ha comenzado el desfile militar, una vez que Felipe VI ha ordenado que se rompan filas y ha tomado posición junto a la Reina en la tribuna correspondiente.

Leonor ha vestido el uniforme que ya le vimos en su propia jura de bandera, un traje de etiqueta, que es una adaptación del uniforme utilizado en el siglo XIX, formado por un pantalón rojo y casaca azul marino, que se completa con un sombrero ros español con una pluma roja, al igual que el pantalón. Esa pluma es de diferente color según la graduación de los soldados. Los cadetes de primero y segundo curso -como es el caso de la Princesa- la llevan roja, mientras los de tercero y los mandos es blanca.