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La joven que acusó a Polanski de violación presenta sus memorias
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después de 36 años

La joven que acusó a Polanski de violación presenta sus memorias

Ocurrió cuando ella tenía 13 años, pero es ahora, con 49, cuando ha decidido plasmar su historia en un libro publicado recientemente. Aquel episodio marcó la vida de la joven, pero también la del cineasta que estuvo años bajo arresto domiciliario

Foto: Roman Polanski y Samantha Geimer (I.C.)
Roman Polanski y Samantha Geimer (I.C.)

“Ofrezco mis memorias ahora sin ira, pero con el propósito de compartir una historia que me devolverá mi identidad. Mis amigas en el colegio, empujadas por sus padres a alejarse de mí, también me etiquetaron. Me han perseguido las etiquetas fáciles toda mi vida. Sé lo que se siente siendo una mujer y una víctima de la forma más real posible”. Así explica Samantha Geimer por qué, 36 años después de ser violada por Roman Polanski, ha decidido narrar en 265 páginas todo lo sucedido.

Dice que ha perdonado y en su momento llegó, incluso, a pedir que se retirasen los cargos contra él aduciendo a que ocurrió en un contexto en el que Hollywood tenía una cultura de valores muy diferente a la actual, donde la explotación sexual de las niñas no era tan espeluznante como ahora. Pero lo cierto es que ella no ha podido olvidar y lo que sucedió el 20 de febrero de 1977 marcó su vida para siempre.

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Bajo el título The girl. A life in the shadow of Roman Ponlanski (La chica. Una vida a la sombra de Roman Polanski) una Samanta Geimer de 49 años, casada y con dos hijos, narra el episodio que acabó con su infancia. La historia en Estados Unidos ya se conoce, por eso, lo que más revuelo ha causado en la sociedad, que creció en los años ochenta con constantes abusos a menores y fotografías de adolescentes desaparecidos en los cartones de leche, es la imagen que ilustra la portada de su libro. Se trata de una foto en primer plano de una inocente Samantha cuando sólo tenía 13 años, tomada precisamente por su agresor en una de sus sesiones fotográficas apenas tres semanas antes del macabro suceso.

El día que cambió  la vida de Geimer para siempre, la joven se encontraba posando para el director de cine en la casa de Jack Nicholson. El director de El Pianista le propuso ser modelo para la edición francesa de la revista Vogue y le garantizó que terminaría siendo una estrella. Pero la sesión de fotos empezó a parecerle extraña a la joven cuando Polanski le hizo posar en topless y meterse junto a él en un jacuzzi mientras le suministraba alcohol y barbitúricos. A continuación se sucedieron los tocamientos y finalmente el cineasta acabó violando a la joven, que recuerda aquello con horror: “Aunque protesté y le dije que no, yo no sabía cómo detenerlo. Gracias a Dios que ya había tenido relaciones sexuales, de haber sido virgen aquello hubiese sido más perjudicial para mí. Sólo quería que acabase lo antes posible”.

Samantha recuerda que le llevó a casa y ella se puso a llorar en el coche, ante lo cual él se mostró muy desconcertado y le pregunto qué le pasaba, si se encontraba bien. “Creo que estaba sorprendido de que alguien simplemente no quisiese tener relaciones con él”, dice la víctima.

Una vez en casa, Polanski ofreció a los padres de Samantha ver las fotos que había tomado. Entonces extrañó mucho a su padrastro que las imágenes fuesen de baja calidad y que para aquella sesión de moda, la pequeña hubiese tenido que posar en topless. Estas sospechas, unidas al testimonio que Samantha ofreció a su madre sobre lo sucedido llevaron a sus padres a denunciar los hechos ante la policía.

Acusado de violación

Así empezaría para el cineasta un periplo judicial que se ha mantenido casi hasta nuestros días. Polanski admitió su delito y fue acusado de violación mediante el uso de drogas, perversión y sodomía, aunque pudo salir de Estados Unidos a tiempo para evitar pasarse los siguientes 50 años entre rejas. Durante el proceso judicial, en 2009, el cineasta ofreció pagarle 500.000 dólares en compensación a su víctima en 1993, pero incumplió con las condiciones de pago y se reabrió el proceso.

Desde entonces, con su regreso prohibido a Estados Unidos, ha vivido entre Francia y Suiza después de que la Interpol le impusiese un acceso restringido en 188 países y hace sólo tres años se acabó el arresto domiciliario al que estaba sometido en Suiza. En todos estos años sólo ha estado dos meses privado de libertad en un centro para evaluar su estado mental. Pero Samantha Geimer dice no guardar rencor a su agresor, la reciente publicación de sus memorias sólo servirá “para devolverle su identidad”. 

“Ofrezco mis memorias ahora sin ira, pero con el propósito de compartir una historia que me devolverá mi identidad. Mis amigas en el colegio, empujadas por sus padres a alejarse de mí, también me etiquetaron. Me han perseguido las etiquetas fáciles toda mi vida. Sé lo que se siente siendo una mujer y una víctima de la forma más real posible”. Así explica Samantha Geimer por qué, 36 años después de ser violada por Roman Polanski, ha decidido narrar en 265 páginas todo lo sucedido.

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