El silencio del 'hombre más odiado del mundo' en el Día Mundial contra el Sida

Cada 1 de diciembre se celebra el Día Mundíal de la Lucha contra el Sida, y las miradas se vuelcan hacia los que sufren la enfermedad. Pero este año, un nombre se cuela entre los de famosos portadores del VIH como Charlie Sheen. Se trata de Martin Shkreli, un joven de 32 años que se ha ganado a pulso en este 2015 el título de 'hombre más odiado del mundo'. ¿Por qué? Por sus artes para enriquecerse con pequeñas farmacéuticas y sus polémicas declaraciones.

Desde joven, cuando vivía en las calles de Brookly, Shkreli ha mostrado interés en el mundo de los negocios. Tras un breve paso por empresas que cotizaban en Wall Street, decidió montar su propia coorporación: MSMB Capital. Comenzó a comprar pequeñas compañías farmaceúticas con licencia para algún medicamento viejo, y una vez en su poder le incrementaba el precio. Todo iba más o menos bien hasta que protagonizó un escándalo que llegó hasta 'The New York Times'.

Según publicaba el medio, Shkreli había aumentado un 5.500% el precio de un medicamente para tratar la toxoplasmosis llamado Daraprim. Cada pastilla pasó de costar 11 euros a superar los 700. Se trata de una enfermedad que para los portadores del VIH es mortal, y el acto del empresario (unido a sus declaraciones en la CNBC en la que aseguraba que no se arrepentía de lo que había hecho) lo convirtieron en el enemigo público número uno.

Exhibicionismo en la web

Para echar aún más sal en la herida, a Martin Shkreli le encanta compartir su vida en internet. Le gusta llamar la atención tanto que no duda en subir en su página de Twitter fotografias volando con su avión privado o con una de sus últimas y extravagantes adiquisiciones: la tarjeta de crédito que perteneció a Kurt Cobain.

A pesar del exhibicionismo del que hace gala en las redes sociales, Shkreli no es muy dado a ofrecer entrevistas. Más desde que, tras su último escándalo, una exnovia le denunciase asegurando que le había ofrecido 10.000 dólares para acostarse con él. Una de las pocas entrevistas que ha concedido ni siquiera ha sido tal: un periodista le encontró en Tinder y comenzaron a hablar y 'ligar', aunque el joven terminó por cansarse del juego y le eliminó.

En un día tan señalado, son muchos los ojos que se han volcado en los perfiles del joven en Twitter y Youtube buscando la foto con el lazo rojo. En Twitter, sus últimos mensajes enlazan con su canal en Youtube, donde sube vídeos de horas jugando al ajedrez o organizando sus excell. Y en Youtube, silencio total en un día en el que sabe que nada de lo que diga será bienvenido.

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