Brigitte Macron, preocupada por sus hijas y con el negocio familiar cerrado
Este lunes, el gran foco informativo en Francia está puesto en el discurso del presidente Emmanuel Macron, pasadas las ocho de la tarde
Este lunes, el gran foco informativo en Francia está puesto en el discurso del presidente Emmanuel Macron, pasadas las ocho de la tarde. El presidente está al frente de la mayor crisis que vive nuestro país vecino desde la Segunda Guerra Mundial y cuenta con el gran apoyo de su mujer, Brigitte Macron, quien está teniendo un papel muy activo durante la pandemia. Un día, por cierto, en el que celebra su 67 cumpelaños, en unas circunstancias insólitas y particulares por el Covid-19.
Como cualquier ciudadano de a pie, la primera dama está preocupada por su entorno familiar y afectivo, pero, según 'Le Parisien', son especialmente los que trabajan en el ámbito sanitario los que centran su atención. En primer término, nos encontramos a su hija mayor, Laurence Auzière, quien fuera compañera de clase del ahora presidente en La Providence, un colegio privado y católico de Amiens.
En la actualidad trabaja como cardióloga en un consultorio al este de París, mientras que su marido es radiólogo y al igual que ella tiene contacto diario con pacientes en un entorno donde hay un mayor riesgo de contagio del Covid-19. Su hermana pequeña, Tiphaine Auzière, es abogada de profesión, pero vive con un cirujano gastroenterólogo en Norte Paso de Calais, quien en estos días tan complicados para todo el mundo sigue ejerciendo su profesión con normalidad, aunque, como es lógico, siguiendo todos los protocolos y precauciones pertinentes. Su hermano, Sébastien, trabaja desde 2007 para la filial francesa de Kantar Health, especializada en estudios de mercado en el terreno sanitario.
Según una fuente cercana al Elíseo, citada por 'Le Parisien': "Está inquieta por ellos, pero evidentemente no han querido renunciar a su profesión". El mencionado medio, sin embargo, subraya que siguen en contacto permanente mediante videoconferencia, en unos tiempos que han requerido más sacrificios para la familia Macron, que ha cerrado el negocio familiar en Amiens, una cadena de chocolaterías (cuentan con establecimientos también en Arras, Lille, Saint-Quentin y Le Touquet) que tiene al frente a su sobrino, Jean-Alexandre Trogneux.
El empresario es muy consciente de la particular dimensión pública que tiene por su parentesco con Brigitte Macron y las consecuencias que a veces conlleva. No en vano, en más de una ocasión se ha visto salpicado por circunstancias vinculadas a la presidencia de Francia. En diciembre de 2018, los chalecos amarillos, en plena rebelión contra el Gobierno, se manifestaron con pancartas amenazantes frente a su establecimiento, como él mismo denunciaba: "Me siento como un chivo expiatorio, nos escupen a la ventana. Nos han amenazado en las redes sociales con quemar la chocolatería". Unas agresiones que se basaban en la creencia, falsa, de que la propia Brigitte es propietaria de parte de este negocio.
Aunque las medidas de confinamiento no les obligaban a cerrar, el pasado 19 de marzo el sobrino de Brigitte Macron explicaba en los medios su decisión de hacerlo: "Hemos tomado esta decisión cargada de consecuencias para proteger la salud de nuestros colaboradores, de nuestros vendedores y de nuestra clientela. En un espíritu de solidaridad, hemos decidido ofrecer nuestros productos a asociaciones que vayan a hacer buen uso de ellos (entre otras, la Cruz Roja)", manifestaba en 'Courrier Picard'.
Brigitte Macron, que ha sido una primera dama siempre muy en primer plano, algo que sus detractores le han criticado en numerosas ocasiones, no ha bajado los brazos durante esta crisis del coronavirus. Aunque está siguiendo estrictamente las normas de confinamiento (trabaja a diario en su despacho y cuando mantiene reuniones se traslada a estancias mayores para guardar las normas de distanciamiento social) y está apartada de la vida pública temporalmente, continúa trabajando con la Fundación Hospitales de París-Hospitales de Francia, cuya presidencia ostenta después de haber tomado el relevo de Bernadette Chirac, viuda del presidente Jacques Chirac, de cuya muerte se cumplirá un año el 26 de septiembre. Esta organización benéfica trabaja para mejorar el bienestar de las personas hospitalizadas, en especial niños, adolescentes y ancianos. Particularmente volcada en la lucha contra la pandemia, ha creado un fondo de emergencia que ya ha recaudado más de 15 millones de euros.
La primera dama francesa está volcada en recaudar fondos, por lo que ha recurrido a su más que nutrida agenda y ha agradecido personalmente la colaboración a estrellas muy mediáticas en Francia, como el actor y cantante Patrick Bruel, protagonista de 'Lo mejor está por llegar', última película producida por Dimitri Rassam, marido de Carlota Casiraghi; el cantautor de origen siciliano Calogero, el futbolista Florian Thauvin, que milita en el Olympique de Marsella, o la modelo y concursante de 'realities' Nabilla, quien compartió con sus 5,7 millones de followers su alegría de que madame Macron haya reparado en que ella ha hecho un donativo de 10.000 euros.
"He tenido el inmenso honor y privilegio de recibir una llamada de madame Brigitte Macron, que es una persona a la que admiro mucho, una mujer excepcional, emotiva, llena de energía, sensible y fuerte a la vez, un ejemplo para todos nosotros", manifestaba entonces. El problema está en que grabó la conversación, la hizo pública y dejó ver el número del Elíseo desde el que había recibido la llamada y a partir de ese momento se colapsó la centralita (si bien es cierto que es público y está en internet). Las críticas no se hicieron esperar y sus haters, que los tiene, se emplearon a fondo con lo que parece una metedura de pata en toda regla.
Este lunes, el gran foco informativo en Francia está puesto en el discurso del presidente Emmanuel Macron, pasadas las ocho de la tarde. El presidente está al frente de la mayor crisis que vive nuestro país vecino desde la Segunda Guerra Mundial y cuenta con el gran apoyo de su mujer, Brigitte Macron, quien está teniendo un papel muy activo durante la pandemia. Un día, por cierto, en el que celebra su 67 cumpelaños, en unas circunstancias insólitas y particulares por el Covid-19.