La maldición de Roxette: un año después de morir Marie Fredriksson pierde a Pelle Alsing, su batería

La mala suerte y la tristeza golpea de nuevo al grupo sueco Roxette, que ha tenido que despedirse de quien fuera su batería y gran amigo, Pelle Alsing, fallecido a los 60 años por causas de momento desconocidas y un año después de la muerte de Marie Fredriksson, su cantante.

Ha sido Per Gessle, cofundador del grupo, quien se ha encargado de confirmar la noticia a través de las redes sociales. Lo ha hecho con un emotivo mensaje en el que se muestra desolado por la pérdida, pero también agradecido por haber compartido tiempo con Alsing.

“Es con una tristeza indescriptible que tengo que informarles que nuestro querido Pelle Alsing ha fallecido. Es casi imposible de entender”, se podía leer junto a una fotografía del músico en la cuenta oficial del grupo en Instagram.

“Pelle no solo fue un batería increíble e inventivo, que nos ayudó a crear el sonido de Roxette desde el primer día, también fue el mejor amigo que puedas imaginar, un ser humano amable y generoso con el corazón más grande que late para todos. Siempre fue el más divertido, el que tenía la sonrisa más grande en su rostro, el que más te apoyaba cuando tenías dudas”.

“Lo extrañaremos mucho más de lo que las palabras pueden decir. Todo mi amor está con su esposa, familia y amigos”, finalizaba Gessle su texto, unas bellas palabras que han llegado al corazón de todos sus seguidores, que han llenado de mensajes de apoyo y corazones partidos la publicación de Instagram.

Diciembre no es un mes nada fácil para el músico desde que el 9 de diciembre del año pasado falleciera Marie Fredriksson, cantante de Roxette y la otra mitad del grupo junto a Gessle. Ellos eran la cara más visible de la banda, pero no trabajaban solos, junto a ellos había músicos de categoría, como Alsing, que les ayudó a encontrar su sonido y participó en sus primeros álbumes.

Marie tenía 61 años cuando su vida se apagaba a causa de un cáncer, un tumor cerebral con el que llevaba batallando 17 años y que le hizo olvidar todas sus canciones, tuvo que volver a aprenderlas de nuevo, así como también a hablar y caminar. Todo un reto que no se reflejó en sus actuaciones, donde siempre se mostró fuerte y segura, incluso cuando tenía que cantar sentada porque no podía permanecer de pie.

“Fuiste la amiga más maravillosa durante 40 años. Ha sido un honor encontrar tu talento y generosidad. Las cosas nunca volverán a ser igual”, se despedía entonces Gessle de ella. Poco imaginaba que apenas un año después tendría que decirle adiós a otro amigo.