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El misterio de la herencia de Freddie Mercury: millones para la exnovia, desahucio para el novio
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37 MILLONES DE LIBRAS

El misterio de la herencia de Freddie Mercury: millones para la exnovia, desahucio para el novio

Del romanticismo heterosexual al miedo al escarnio, las teorías de por qué el cantante de Queen le dejó el grueso de su fortuna a Mary Austin florecen en el 30 aniversario de su muerte

Foto: Freddie Mercury, en un concierto en Londres en 1986. (Cordon Press)
Freddie Mercury, en un concierto en Londres en 1986. (Cordon Press)

El 24 de noviembre de 1991, Freddie Mercury se despedía del mundo con solo 45 años. Un día antes de su muerte, emitió un comunicado con el que quiso zanjar todos los rumores y dar visibilidad y dignidad a quienes, como él, padecían el virus del sida, la pandemia que azotaba, sobre todo, a la comunidad homosexual a la que él pertenecía. “Ha llegado el tiempo de que mis amigos y todos mis fans alrededor del mundo conozcan la verdad y espero que todo el mundo se una a mí, a mis médicos y a todos los que están luchando contra esta terrible enfermedad”, escribió.

Un acto de valentía que, horas después de fallecer, se vio acompañado de otra noticia que, en una escala más privada, también dejó a muchos en shock. El líder de Queen dejaba el grueso de su herencia, valorada al cambio de hoy en unos 37 millones de libras esterlinas entre casas y activos líquidos, a su novia de juventud y gran amiga, Mary Austin. También le dejaba la parte más codiciada: la parte proporcional de los derechos de autor de todo su legado artístico como miembro de la multimillonaria banda.

La teoría oficial, la que quedó en el imaginario colectivo y fue contada en el exitoso biopic 'Bohemian Rapsody', embadurnó de romanticismo heterosexual este acto final del gran icono gay: Mary había sido, era cierto, el amor de su vida, al margen del desencuentro de sus cuerpos. Había roto con ella hacía 16 años, pero lo había acompañado en su salida del armario.

Foto: Se trata de una colección de lo más completa con sus conciertos, grabaciones y momentos más desenfadados (Twitter)

¿Por qué dejó Freddie Mercury las migajas a quienes lo habían estado cuidando y apoyando en la etapa final de su vida? Estos eran el peluquero irlandés Jim Hutton -al que le unía una relación sentimental de siete años- y tres amigos (uno de sus primeros novios, Joe Fanelli, que le hacía de asistente y chef; su relaciones públicas, Peter Freestone, y su chófer, Terry Giddings), que se habían instalado con él en su mansión londinense, Garden Lodge, en Kensington, de la que serían desalojados poco después. El cantante no les dejaba en la calle -les dejaba medio millón de libras a los dos primeros y 100.000 al tercero- pero les daba un lugar muy menor en el reparto. ¿Qué se escondía detrás de esta polémica decisión a las puertas de la muerte?

El caso de Freddie Mercury, por desgracia, sonó demasiado familiar a miles de homosexuales anónimos que cuidaron a sus compañeros enfermos de sida en los momentos en los que la sociedad les daba la espalda, para luego verse excluidos de las últimas decisiones y de las herencias de los fallecidos.

Mary Austin: “Algunos fans incluso me dijeron que yo solo era el ama de llaves de la casa. Eso me dolió”

La propia Mary Austin, que a sus 70 años todavía vive en la mansión londinense, reconoció posteriormente que se había sentido incómoda con el testamento. “Algunos fans incluso me dijeron que yo solo era el ama de llaves de la casa. Eso me dolió. Sé que algunos de los amigos gais de Freddie se sorprendieron de lo mucho que me dejó en herencia, que pensaron que la casa les correspondía a ellos”, declaró.

Freestone, el relaciones públicas, sin embargo, a pesar de ser uno de los afectados, se puso de parte de la exnovia del cantante. “El testamento legaba Garden Lodge y todo su contenido a Mary Austin. Y eso no incluía a tres hombres adultos”.

placeholder Rami Malek, en un momento de 'Bohemian Rapsody'.
Rami Malek, en un momento de 'Bohemian Rapsody'.

Tanto Freestone como el mánager de Queen, Jim Beach (a quien Mercury poco antes de morir dio carta blanca para hacer con su legado musical lo que quisiera), aparentemente subestimaron el papel de lo que en la subcultura homosexual se llama 'la familia elegida' del cantante de 'Somebody to love'. Consideraron que Freddie había prometido villas y castillos en vida a sus amigos y amantes, pero que, sobre el papel del testamento, tuvo la mente fría y clara.

Y así, la pareja del cantante, Jim Hutton, ante ese argumento de que a las palabras se las lleva el viento, solo pudo convertir su versión no oficial en un libro, 'Mercury y yo', publicado en el año 1994, en el que apenas habló de música, pero sí de su intimidad con Freddie, de cómo antes de morir le pidió que lo llevara en brazos a despedirse de sus obras de arte y, de paso, lanzó más de un dardo contra Mary.

Su expareja, Jim Hutton: “Publico este libro no para ganar dinero, sino para que se sepa la verdad. Que, al contrario de lo que muchos medios aseguraron en su momento, Freddie no murió solo”

“Publico este libro no para ganar dinero, sino para que se sepa la verdad. Que, al contrario de lo que muchos medios aseguraron en su momento, Freddie no murió solo”, aseguró Hutton en una entrevista promocional. En el libro aseguraba, además, que de su parte de la herencia apenas vio 20.000 libras en efectivo, e insinuaba que el testamento había sido orquestado desde el entorno discográfico del cantante.

Su teoría tiene su lógica: a diferencia de otras salidas del armario aceleradas por la muerte por sida, como la del actor Rock Hudson, el mundo de la música se frota las manos con el boom de ventas post mortem y, de alguna manera, el testamento era una reescritura del estigmatizado modo de vida de Freddie Mercury. The show must go on… y the money también.

Foto: Portada del álbum 'Queen II'.

Según la pareja de Freddie, cuando organizaron el tributo musical póstumo al cantante, no había ni rastro de sus grupos favoritos, solo pura agenda comercial. Las teorías de Hutton -que falleció en 2010 de cáncer-, aunque tachadas de conspiranoicas por muchos, se vieron en cierta manera confirmadas con el estreno de 'Bohemian Rapsody' en 2018.

En la película se presentaba una narrativa poco queer de la vida de Freddie Mercury (se centraban más en su carrera y en Mary, para narrar precipitadamente su salida del armario como la antesala de una espiral de drogas y autodestrucción) que entusiasmó a las masas, no incomodó al gran público e hizo que el botín quedara en manos heterosexuales: las de los otros miembros de la banda y las de Mary Austin, que se embolsó otros 56 millones de libras en royalties gracias al filme y su consiguiente empujón al catálogo musical de Queen.

Sin embargo, todavía queda una teoría no del todo descartable que tiene que ver con otra dura realidad reconocible para muchos miembros de la comunidad LGTBQI+: con todo el éxito, el dinero amasado y la excelencia alcanzada en toda su carrera, Freddie Mercury todavía había sido incapaz de ser él mismo delante de su familia. Quizá sabiendo que su final llegaba y su identidad quedaría al descubierto, el trasgresor artista optó por un testamento conservador.

Su madre: “Él nos protegía al no hablar de esos temas con nosotros. Ahora es diferente, pero entonces hubiese sido muy duro para él decírnoslo”

En una entrevista con 'The Telegraph', su madre, Jer Bulsara, explicó que, horas antes de su muerte, el cantante estaba preocupado por el efecto que los medios tendrían en su familia. “No te tienes que preocupar por nosotros ahora”, le dijo su madre. “Él nos protegía al no hablar de esos temas con nosotros. Ahora es diferente, pero entonces hubiese sido muy duro para él decírnoslo y nosotros respetamos sus sentimientos”, explicó su madre, que falleció en 2016 a los 94 años.

Y es que, si bien Freddie Mercury fue un icono de la liberación homosexual que ha inspirado a varias generaciones, parece ahora importante mirar de cerca y con más matices a sus últimos días para, 30 años después, dejar testimonio de los resquicios de miedo e intolerancia que todavía persiguen hasta el final incluso al más exitoso de los homosexuales.

El 24 de noviembre de 1991, Freddie Mercury se despedía del mundo con solo 45 años. Un día antes de su muerte, emitió un comunicado con el que quiso zanjar todos los rumores y dar visibilidad y dignidad a quienes, como él, padecían el virus del sida, la pandemia que azotaba, sobre todo, a la comunidad homosexual a la que él pertenecía. “Ha llegado el tiempo de que mis amigos y todos mis fans alrededor del mundo conozcan la verdad y espero que todo el mundo se una a mí, a mis médicos y a todos los que están luchando contra esta terrible enfermedad”, escribió.

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