Es noticia
Menú
Freddie Mercury, 75 años de su nacimiento: la novia, el villano y la herencia 'envenenada'
  1. Celebrities
SHOW MUST GO ON

Freddie Mercury, 75 años de su nacimiento: la novia, el villano y la herencia 'envenenada'

Una de las rockstars más grandes de todos los tiempos soplaría hoy velas si no fuera porque falleció en 1991 a los 45

Foto: Freddie Mercury. (Reuters)
Freddie Mercury. (Reuters)

Como cantante superlativo y artista excesivo, Farrokh Bulsara (Freddie Mercury para el común de los mortales y la historia de la música con mayúsculas) dejó muchas frases para la posteridad, pero dos resumen perfectamente su paso por la tierra. "No seré una estrella de rock. Seré una leyenda" y “No me importa morir mañana. He vivido, en toda la extensión de la palabra".

El bigote más famoso del universo musical nacía en Stone Town (Zanzibar) un 5 de septiembre de 1946 y fallecía en Londres el 24 de noviembre de 1991. Entre medias, 45 intensos años para transformar a aquel chaval llegado al mundo en las colonias británicas africanas en el mito que es hoy día (y que ya era cuando abandonó prematuramente este mundo). Freddie fue tan grande que hasta dejó para el anecdotario royal una escapada protagonizada con la mismísima princesa Diana una noche de farra y transformismo, en la que el cantante ‘disfrazó’ a la esposa de Carlos de un señor para salir de marcha: “Me contaron que (Mercury) disfrazó de hombre a la princesa Diana y se la llevó a un bar para tener un rato de diversión privada sin que nadie se diese cuenta”, recordaba Rami Malek cuando se estrenó 'Bohemian Rhapsody', en la que daba vida al cantante.

De amor y amistad

Tuvo mil amantes (probablemente nos quedemos cortos), pero un gran amor verdadero: Mary Austin. Freddie la conoció en 1970, cuando se acababa de graduar en la carrera de Arte y Diseño Gráfico y Queen solo era una banda más en un amplio espectro de gente que busca la fama. Junto al guitarrista Brian May, frecuentaban la boutique Biba, conocida como epicentro de la moda 'underground' y por la belleza de sus dependientas. A Freddie le gustó una chica rubia, con la que coqueteaba su guitarrista, Brian May. “Adelante, Freddie, solo somos buenos amigos”, le dijo su amigo.

placeholder  Mary Austin.
Mary Austin.

Su noviazgo duró seis años, los que necesitó el cantante para asumir su orientación sexual, algo que ella ya había intuido. "Sabía dos años antes que él que no estaba siendo sincero ni con él mismo”, declararía después Mary. Lejos de separarles, la ruptura apuntaló una relación que se fortaleció con el paso de los años y que llevó al cantante no solo a considerarla el verdadero amor de su vida (él mismo se refería a ella como su ‘esposa’), sino a terminar dejándole su legado. “Todos mis amantes me han preguntado por qué no podrían reemplazar a Mary. Es porque es sencillamente imposible”, contó Freddie en más de una ocasión.

Las cenizas del testamento

Le dio trabajo como ayudante, le compuso ‘Love of my life’ y, aunque ella formó su propia familia y tuvo dos hijos, estuvo hasta el último momento (los más duros y los más solitarios para el cantante) junto a él. "Oh, Freddie, me dejaste demasiado y demasiado con lo que lidiar también", reconocía Mary en una entrevista a 'Daily Mail' en 2013. "Sentí que no podría estar a la altura. Me había advertido que la casa iba a ser un desafío mayor de lo que pensaba", contaba en un artículo en el que reconocía que la herencia le había supuesto varios colapsos nerviosos y algunas enfermedades.

Ni los padres ni la familia del artista criticaron nunca su decisión de nombrarla heredera de gran parte de su fortuna ("Ella era su familia y todavía lo es", admitía la madre del cantante, Jer Bulsara, a 'Daily Telegraph'), pero ni el resto de los miembros de la banda, ni su asistente Peter Freestone, ni su pareja por aquel entonces, Jim Hutton, se quedaron contentos con su parte del pastel. Y eso les alejó de la única mujer que sabe donde descansan las cenizas del cantante: las guardó durante dos años y un buen día salió de su casa para cumplir el último deseo del artista. Desde entonces, las conjeturas sobre el destino final de los restos ha pasado a categoría de leyenda urbana.

Amigo, amante, traidor

Toda historia tiene un villano. En la de Freddie, el malo de la peli se llama Paul Prenter. Trabajaba en una radio de Belfast cuando en 1975 conoció a Fred. En poco tiempo se había convertido en su asistente personal, su amante y su mánager. Al resto de la banda, la llegada de Paul le sentó peor que a los Beatles la de Yoko Ono: sintieron que se alejaba de ellos y de la esencia de Queen. A este periodo pertenece 'Hot Space', el álbum con peores notas de la amplia discografía de la banda.

“Se pueden decir muchas cosas de Paul Prenter, pero seré breve. Él fue el responsable de llevar a Freddie por otros caminos y sería justo decir que no terminamos demasiado bien por culpa él. Comenzó como asistente personal para ayudar al personal de todo el grupo, pero llegó un momento en el que ya no era bueno para nosotros”, dijo de él Brian May, guitarrista de la banda.

placeholder Imagen de Queen y portada de 'The Sun'.
Imagen de Queen y portada de 'The Sun'.

Pero el momento más Cruella de Vil de Paul llegó tras la ruptura de su relación con Mercury: en mayo de 1987, la vida íntima de Freddie aparece en la portada del diario británico ‘The Sun’, que había pagado 32.000 libras de la época a Prenter para que contara cosas como la primera relación homosexual del artista (en la India, cuando tenía 14 años), su voraz apetito sexual o el fantasma del VIH que sobrevolaba sobre su círculo íntimo: “Cuando comenzaron a morir sus amigos, Freddie supo que su vida salvaje tenía que parar”, contaba en las páginas del diario inglés en las que aparecían fotos de Freddie con distintos amantes también servidas por Prenter.

Paul murió por complicaciones derivadas del sida en agosto de 1991, tres meses antes de que Mercury anunciara públicamente que padecía la enfermedad y falleciera finalmente el 24 de noviembre.

Como cantante superlativo y artista excesivo, Farrokh Bulsara (Freddie Mercury para el común de los mortales y la historia de la música con mayúsculas) dejó muchas frases para la posteridad, pero dos resumen perfectamente su paso por la tierra. "No seré una estrella de rock. Seré una leyenda" y “No me importa morir mañana. He vivido, en toda la extensión de la palabra".

Música
El redactor recomienda