Kobe Bryant: mentalidad de mamba, un inmenso legado y su episodio más oscuro
Un 26 de enero de 2020 despedimos a la estrella de Los Angeles Lakers en un fatídico accidente de helicóptero, aún hoy su recuerdo sigue estando muy presente
El 26 de enero de 2020, la tragedia se cebó con la familia Bryant. Kobe Bryant, la leyenda de los Lakers, y su hija Gianna, de tan solo 13 años, fallecían tras estrellarse su helicóptero privado en Calabasas, una localidad al norte de Los Ángeles, cuando se dirigían junto a otras siete personas a un partido de baloncesto de la pequeña. El Departamento del Sheriff del condado de Los Ángeles confirmaba a las pocas horas del siniestro la triste noticia de que no había habido ningún superviviente.
Una vez trascendió esta información, las condolencias y muestras de pésame se sucedieron de una punta a otra del planeta, que asistía afligido a la pérdida de uno de los deportistas más grandes de la historia. "Mucho más que devastado... mi hermano mayor... no puedo, no puedo creerlo", fueron las palabras de su gran amigo y excompañero de equipo Pau Gasol, quien anunciaba su retirada y vuelta a Barcelona tan solo un año después.
Nacido el 23 de agosto de 1978 en Filadelfia y con el baloncesto en la sangre, el único hijo varón de Joe Bryant pasó siete años en Italia cuando su padre cambió la NBA por la liga italiana, motivo por el que, además del español que le enseñó su esposa -Vanessa Bryant, junto a la que pasó media vida-, Kobe también hablaba italiano. Tras un comienzo deportivo titubeante que no hacía prever los éxitos que alcanzaría, decidió saltarse la habitual etapa de baloncesto universitario para presentarse directamente al Draft de la NBA. El resto es historia. Y unas cifras de leyenda.
Pero además de por sus hazañas en la cancha, Mamba Negra, como era conocido y lo sigue siendo por muchos, continuará muchos años en el recuerdo por su extrema competitividad, su carisma, su generosidad, su devoción por su ídolo Michael Jordan y por el legado que dejó una vez puso punto y final a su carrera deportiva.
"Mamba Mentality no se trata de buscar un resultado. Se trata del viaje y el enfoque. Es un modo de vida". Así definía el jugador la filosofía de Mamba Academy Sports, la que tal vez fuera su mayor obra. Durante años, Bryant tuvo en su cabeza construir un centro deportivo diferente. Un espacio definido para el desarrollo de todos los deportistas, profesionales y amateurs, pero sorteando también la diferencia de clases de la ciudad de Los Ángeles. El centro comenzó su andadura en 2016; sin embargo, no fue hasta 2019 –ya retirado del baloncesto– cuando el jugador impulsó el proyecto y consiguió algunas de sus metas también en este ámbito.
Otros de los pilares del legado de Bryant es la Foundation Family Kobe and Vanessa Bryant, otra de sus grandes obras de filantropía, al más puro estilo Bill Gates. Bryant y su esposa –con la que además de Gianna tuvo otras tres hijas, Natalia, que fichaba casi un año después de la muerte de su padre por una prestigiosa firma de modelos, Bianka Bella y Capri Kobe– comenzaron este trabajo en 2001 para mejorar la vida de los jóvenes y sus familias.
La fundación ofrece becas y gestiona el Mamba FC, un club de fútbol juvenil que enseña a los atletas jóvenes a convertirse en líderes a través del deporte. Pero no solo quiso ayudar a los jóvenes de su país: tras ganar el oro en los Juegos Olímpicos de Beijing en 2008, Bryant participó junto con el Gobierno chino y la Shanghai Soong Ching Ling Foundation en una acción para recaudar fondos para educación y programas de salud en el país asiático.
Iniciativas como estas demuestran que Kobe Bryant fue mucho más que un ganador de cinco anillos de la NBA, fue también una figura con una enorme labor social. Sin embargo, no pueden enterrarse por completo sus episodios más oscuros, sobre todo el ocurrido en 2004 con la acusación de violación contra él por una joven de 19 años que trabajaba en un hotel de Colorado. Aunque el jugador siempre aseguró que ambos tuvieron sexo consentido, el incidente se saldó finalmente con un acuerdo confidencial, sin juicio y con el olvido, pero con la pérdida de numerosos y jugosos patrocinadores como McDonald's, Nutella y su gran valedor, Nike.
Entonces Kobe pidió perdón públicamente a su mujer y le regaló un anillo de cuatro millones de dólares como símbolo de un compromiso que acabó cayendo en saco roto. En 2011, tras los rumores de una nueva infidelidad, Vanessa Bryant inició un proceso de divorcio que finalmente también quedaría en agua de borrajas. Antes, en julio de 2005, Kobe volvía al baloncesto por la puerta grande. La misma marca deportiva que le había rescindido su contrato publicitario le rescató de la oscuridad utilizando fotografías suyas en sus anuncios. La Mamba Negra resucitaba. Le quedaba por delante otra década de éxitos en la pista. Dos años después de su fallecimiento, el mundo le sigue recordando.
El 26 de enero de 2020, la tragedia se cebó con la familia Bryant. Kobe Bryant, la leyenda de los Lakers, y su hija Gianna, de tan solo 13 años, fallecían tras estrellarse su helicóptero privado en Calabasas, una localidad al norte de Los Ángeles, cuando se dirigían junto a otras siete personas a un partido de baloncesto de la pequeña. El Departamento del Sheriff del condado de Los Ángeles confirmaba a las pocas horas del siniestro la triste noticia de que no había habido ningún superviviente.