Guía para salir con un divorciado: ¿de verdad les cuesta más encontrar pareja?
Analizamos este curioso y extendido estigma social al que se enfrentan muchas personas cuyos matrimonios terminaron en divorcio. ¿Mito o realidad?
A falta de datos oficiales del presente año (que están al caer), durante el 2016 en España se produjeron 96.824 divorcios, 4.353 separaciones y 117 nulidades, según datos recogidos por el INE (Instituto Nacional de Estadística.) Un total de 218.177 personas que vuelven con fuerza o a regañadientes (dependiendo de quién haya puesto el punto y final a la relación) al mercado laboral del amor. Sin embargo, no lo hacen como solteros (sí, pero no).
Estado civil: divorciado
La cuestión es que el estigma social que se cierne sobre estos aún sigue rondando en la mente de muchos solteros ‘puros’ (los que aún no han pronunciado el ‘sí, quiero’ ni una sola vez) que buscan pasar por el juzgado o iglesia más cercana para ser felices y comer perdices (para siempre si puede ser). Estas personas tienden a fijarse en sus iguales. Es decir, alguien disponible y sin un pasado romántico que acabase como el rosario de la aurora. Sin embargo, es curioso que este tipo de soltero (el que se cree mejor que los divorciados) sí entabla relaciones con parejas que salen de relaciones muy largas, pero sin papeles de por medio. ¿Qué diferencia hay?
Maldita burocracia
“En la mente de estos solteros, el hecho de que la otra persona se comprometiese de manera legal con su entonces pareja les parece algo tremendamente serio”, asegura la psicóloga Carlota Campos y continúa: “Les da la sensación de que, aunque ese contrato se rompió, siempre habrá algo que los unirá a sus exparejas y sienten cierta inseguridad, incluso aunque no haya hijos de por medio y nada ni nadie los vincule a día de hoy”. El fantasma de los celos, cómo no.
¿Y qué pasa si, además de tener la palabra divorcio en la frente, tienes dos adorables churumbeles esperándote en casa tras cada cita? Aunque el 43% de los matrimonios correspondientes a las resoluciones de separación o divorcio de 2016 no tenían hijos (menores o mayores dependientes), lo cierto es que para el 57% restante, la cosa es un poco más complicada. “Es como tener a la suegra en casa. Puede que no congenies con ellos, que no quieran estar contigo. Además, salir con alguien que tiene hijos conlleva tener que ajustar vacaciones, horarios, citas… Supone un esfuerzo que no todo el mundo está dispuesto a realizar”, sentencia nuestra experta.
La custodia compartida, un alivio
Aunque en el 66,2% de los casos la madre adquirió en exclusiva la custodia de su prole, lo cierto es que es una cifra que cada año va bajando en favor de la custodia compartida (un 28,3 %, mientras que el padre solo obtuvo la custodia total en el 5% de los casos). Esto quiere decir que tanto los hombres como las mujeres divorciados tienen más tiempo ‘libre’ para disfrutar de sus nuevas parejas en exclusiva.
Los divorciados no sienten ese estigma social
Dato curioso es que son los propios divorciados los que no notan el peso de dicho adjetivo sobre sus hombros. “El divorcio está mejor visto a nivel general desde que se reguló en cada país. Las personas que toman la decisión de divorciarse se sienten más arropadas por la sociedad, familia, amigos… No es un drama. La vida no se acaba”, apunta la abogada Marisa Herrera, coordinadora del posgrado en Derecho de Familia de la Universidad de Buenos Aires.
Pero, de nuevo, ¿qué es lo que realmente frena a muchos de esos solteros puros para no darle una oportunidad a alguien que desea volver a encontrar el amor, pero cuyo único ‘delito’ fue creer haberlo hallado antes y firmar un puñado de formularios?
Guía para salir con un divorciado
La psicóloga clínica y autora del libro ‘Should I stay or should I go?’, Ramani Durvasula, dedica un capítulo entero a exponer una serie de circunstancias a las que nos podemos (o no) enfrentar a la hora de salir con una persona divorciada. He aquí lo que deberías tener en cuenta:
- Si nunca habla de su divorcio, ojito. Este signo de silencio podría indicar que aún no lo ha superado.
- Puede que no quiera volver a casarse y esto choque con tus deseos.
- Tras un fracaso amoroso, puede que haya perdido la fe en el amor y no crea en las relaciones a largo plazo.
- ¿Extraña su antigua vida? Quizá no deseaba divorciarse y aún está asimilando la nueva situación.
- Si solo culpa a la otra persona por el fracaso de su matrimonio, ¡cuidado! No está siendo crítico consigo mismo. Nunca nadie es 100% culpable o víctima.
Así pues, todo parece indicar que el hándicap del divorcio solo supone una barrera mental para el que se enfrenta a una relación con un divorciado. Sin embargo, respondamos de una vez a la pregunta del millón: ¿realmente les cuesta más encontrar pareja?
“Depende de la persona con la que se encuentren. Es igual que el estigma de que pasada la treintena, quien no tiene pareja es porque es ‘rarito’. Habrá quien considere que al haber pasado por un divorcio no volverá a cometer ciertos errores y habrá otros que no quieran ni tener una primera cita”, argumenta Carlota Campos. Pero si preferimos algo más numérico, en 2016 en España, un 7,1% de los varones que contrajeron matrimonio eran divorciados, y en el caso de las mujeres esa cifra aumenta ligeramente hasta el 7,7 %. Ni tan mal.
En resumen, todos tenemos nuestro público.
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A falta de datos oficiales del presente año (que están al caer), durante el 2016 en España se produjeron 96.824 divorcios, 4.353 separaciones y 117 nulidades, según datos recogidos por el INE (Instituto Nacional de Estadística.) Un total de 218.177 personas que vuelven con fuerza o a regañadientes (dependiendo de quién haya puesto el punto y final a la relación) al mercado laboral del amor. Sin embargo, no lo hacen como solteros (sí, pero no).