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De Madrid a Conil: cuatro restaurantes donde saborear lo que queda de verano
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De Madrid a Conil: cuatro restaurantes donde saborear lo que queda de verano

Una cena con mar de fondo a la gaditana, una muestra de comida asiática callejera, un local de moda en pleno Chamberí y un refugio gastro en un hotel de lujo. Qué difícil es elegir

Foto: Un rinconcito muy acogedor de La Azotea de María, en Conil. (Foto: Cortesía)
Un rinconcito muy acogedor de La Azotea de María, en Conil. (Foto: Cortesía)

Como se nos va el verano lejos muy lejos, hasta el solsticio aquel de 2019, puro futuro, vamos a apurar lo que queda sentados a una buena mesa y dejándonos querer, esta vez por el chef. Lo hacemos en nuestro queridísimo Madrid, pero también en nuestro siempre soñado Conil -ya se sabe, Conil, Tarifa, Bolonia, Vejer...-, pasando por Puerto Banús, porque Marbella siempre será Marbella. Ahora no se trata de tumbarse a lo bartola ni de contemplar bellas puestas de sol (¿o sí?), sino de sucumbir a los placeres gastronómicos. Para celebrar que es septiembre, que todo ha vuelto a empezar y que el otoño y sus hojas están al caer. Empezamos en Cádiz, sí, esa Habana con más salero.

La Azotea de María, en Conil

placeholder La Azotea de Madrid, será por plantas... (Foto: Cortesía)
La Azotea de Madrid, será por plantas... (Foto: Cortesía)

Es un restaurante, por supuesto, pero sobre todo un homenaje a los productos de esta tierra y a los sabores autóctonos, a los que la chef María Triana -al fin y al cabo es su azotea- le pone un toque moderno, técnica mediante. Pasan por sus manos el alcaucil, los guisantes, los espárragos blancos, el tomate rosa, la berenjena listada o la habichuela pía autóctona, que ella convierte en alcauciles de Conil salteados con tomates secos y paletilla de bellota o en revuelto de gambones y camarones fritos con espárragos y puerros. Sin olvidar el atún rojo de almadraba, tan de aquí, y otros pescados de esta costa o la carne de la ganadería de la comarca de La Janda. Otra forma de hacer turismo. ¿Los vinos? De Cadiz, con especial atención a los generosos de Jerez.

Un plus: el ambiente hogareño de esta azotea, con muchas plantas y mucho encanto.

Dónde: Cádiz 9. Conil de la Frontera (Cádiz).

Haroma by Mario Sandoval, en Madrid

De lo hogareño a lo sofisticado. Porque ahora mismo estamos traspasando el umbral del Heritage Madrid Hotel, con todo lo que eso significa en términos de glamour. Espíritu belle époque y ambiente chic: ricas telas, sedas, terciopelos, maderas lacadas, mármoles policromados, papeles pintados según técnica francesa dieciochesca... Casi un perfume. Y esto atañe también al restaurante, que se llama precisamente Haroma (sí, con h), con acceso propio a pie de calle y con grandes ventanales para que se cuele la luz todo lo que quiera, hasta muy adentro. Para colmo, en los fogones, haciendo de las suyas, está Mario Sandoval (dos estrellas Michelin, tres soles Repsol y un Premio Nacional de Gastronomía, en 2013).

Un plus: la terraza del Heritage es de quitar el hipo, entre magnolios, flores frescas y fuentes.

Dónde: Diego de León 43. Madrid.

placeholder Así es el restaurante Haroma by Mario Sandoval. (Foto: Cortesía)
Así es el restaurante Haroma by Mario Sandoval. (Foto: Cortesía)

Lili's, en Madrid

Otra alegría para el castizo barrio de Chamberí: el restaurante Lili's, abierto a principios de verano, que ya se ha hecho un hueco entre los foodies capitalinos y alrededores. A Lili's le queremos por su obrador que llaman laboratorio, porque todos los días se elaboran diferentes variedades de pan con masa madre y también bollería, pasteles y ¡pasta artesanal!, porque apuesta por los platos 'gluten free', con cocina independiente, porque cuenta con dos chefs (Izu Ani y Angelo Mazzette) con mucho mundo, porque el espacio está firmado por la arquitecta rusa Elena Kardash, lo cual le da un toque aún más exótico, y porque su barman, Yan Rodríguez, es el inventor del mojito de cerveza. Hay comedor, dos barras, palmeras, grandes ventanales, afterdinner con música y ecos de La Habana. ¿La cocina? Mediterránea tradicional con un toque, dicen. O sea, pescados del mar a la brasa o carnes del campo ídem, sin olvidar esas pastas, como los pappardelle con carabineros, tomates cherry y pesto de albahaca. De postre, que sea cheesecake de maracuyá.

Un plus: no está solo en el mundo gastro, sino muy bien acompañado. De Flavia (Gil de Santivañez 2) y La Ventana de Lagasca (Lagasca 64). Forman la familia Somos Food.

Dónde: Plaza de Olavide 7. Madrid.

placeholder Lili's, otra parada en Chamberí. (Foto: Cortesía)
Lili's, otra parada en Chamberí. (Foto: Cortesía)

Hotbao, en Puerto Banús (Marbella)

Si el cuerpo te pide comida asiática callejera, que es algo que de un tiempo a esta parte suele suceder, tendencias mandan, y la tentación te pilla cerca del mar, en esta ocasión el marbellí, no tendrás que echarte a la calle, sino entrar en el El Club Gourmet de Puerto Banús y sentarte a la mesa de este nuevo Hotbao, que también está en Madrid, Málaga y pronto en Mallorca. Eso sí, con la estética de las urbes de China, Tailandia o Singapur, por ejemplo, y el destello de las luces de neón, cual mercado de street food, cosa del estudio de interiorismo Bold Atelier & Design. El ramen, los baos y dim sums están de moda, así que ya sabes, pídetelos junto a carnes, pescados, mariscos, arroces y tallarines. Y que viva lo oriental

Un plus: el fundador de los Hotbao es Miguel Ángel García Marinelli, Premio Nacional de Gastronomía con más de 20 años de experiencia, que fue director del Tse Yang, el chino de lujo del hotel Villamagna, un clásico, y abrió el mítico Café Saigón.

Dónde: Ramón Areces s/n. C.C. Costa Marbella. El Corte Inglés. Gourmet Experience. Planta 2. Puerto Banús (Marbella, Málaga).

placeholder El Hotbao de Puerto Banús, orientalizando Marbella. (Foto: Cortesía)
El Hotbao de Puerto Banús, orientalizando Marbella. (Foto: Cortesía)

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Como se nos va el verano lejos muy lejos, hasta el solsticio aquel de 2019, puro futuro, vamos a apurar lo que queda sentados a una buena mesa y dejándonos querer, esta vez por el chef. Lo hacemos en nuestro queridísimo Madrid, pero también en nuestro siempre soñado Conil -ya se sabe, Conil, Tarifa, Bolonia, Vejer...-, pasando por Puerto Banús, porque Marbella siempre será Marbella. Ahora no se trata de tumbarse a lo bartola ni de contemplar bellas puestas de sol (¿o sí?), sino de sucumbir a los placeres gastronómicos. Para celebrar que es septiembre, que todo ha vuelto a empezar y que el otoño y sus hojas están al caer. Empezamos en Cádiz, sí, esa Habana con más salero.

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