Los productos que te ayudarán a levantarte con buena cara

Cuando llega la noche, la piel puede olvidarse de defenderse de las agresiones del entorno y aprovechar para reparar los daños que ha sufrido durante el día. Este mecanismo de autorrenovación nocturna implica también que la tez esté firme y jugosa, ya que cuando dormimos se libera la hormona del crecimiento, una de las implicadas en la fabricación de nuevas fibras de colágeno y elastina que mantienen las estructuras internas de la piel.

Pero no basta con dormir las ocho horas de rigor, también es importante hacerlo a una hora adecuada, algo a lo que no ayuda precisamente nuestra afición a trasnochar incluso entre semana. Otro aspecto que hay que cuidar también es la almohada que utilizamos y, más en concreto, la funda que ponemos: las de algodón pueden arrugarse y dejar marcas en la cara, es mejor usarlas de satén o de seda, mucho más suaves.

Glow Recharge Mask, de Sepai (75 €), se puede utilizar como ritual de noche para reducir los efectos del estrés y revitalizar el cutis. Lleva jazmín y extracto de camu camu. Bálsamo-Aceite Recuperador Noche, de Nuxe (38,50 €), acentúa la acción renovadora que se pone en marcha al dormir gracias el extracto de flor de higuera de chumbo, mientras que el extracto de jazmín proporciona activos antioxidantes. Midnight Secret, de Guerlain, desarrollado para esas noches en las que, por un motivo u otro, dormimos algo menos de lo habitual. Se pone antes de acostarse y por la mañana la piel está resplandeciente y sin señales de cansancio. Uno de sus ingredientes principales es la lavanda, relajante.

Además de los cosméticos, hay que tener en cuenta también hay que evitar tomar demasiada sal en la cena, ya que puede acentuar la pequeña deshidratación que sufrimos durante la noche, al pasar tantas horas seguidas sin beber agua. Así evitaremos levantarnos con los ojos hinchados y con bolsas.

Las mascarillas, tus grandes aliadas

Las cremas hidratantes o enriquecidas con retinol son imprescindibles. Y también las mascarillas de noche. Ya no tienen nada que ver con esas cremas densas y pringosas con las que las mujeres se embadurnaban la cara antes de acostarse décadas atrás. En absoluto. Ahora tienen texturas más ligeras, fundentes y no dejan residuos molestos. Estas Sleepy Masks, al igual que se hacía con sus hermanas mayores, se aplican justo antes de ir a dormir y se retiran por la mañana o, incluso, se pueden masajear los restos que queden para terminar de aprovecharlas al máximo.

Ginger Leaf & Hibiscus Firming Mask, de Kiehl's (55 €), se puede usar hasta cinco noches a la semana, después del sérum, masajeándola con movimientos ascendentes. Lleva aceites esenciales con propiedades reafirmantes y que difuminan las líneas de expresión. Waso Beauty Sleeping Mask, de Shiseido (50 €), extremadamente hidratante y muy refrescante, funciona en todos los tipos de piel. Su ingrediente principal es el yuzú verde, rico en vitaminas y apreciado por su capacidad para estimular la producción de ácido hialurónico por la propia piel. Moringa Renewal Treatment Mask, de Emma Hardie (65 €), cuando se utiliza como tratamiento intensivo de noche, esta mascarilla unifica el tono, trata las manchas y hace que la piel recupere un buen nivel de hidratación. Overnight Deep Wrinkle Mask, de Ahava (89 €), con extracto de manzana de Sodoma, utilizada en la medicina ancestral de la zona del mar Muerto por sus propiedades curativas y detoxificantes, y ahora en cosmética por su poder antiarrugas y reafirmante. Tiene una agradable textura en gel que hay que masajear y dejar actuar toda la noche.