San Valentín: este es el regalo perfecto para una chica buena o 'no tan buena'
Llega una fecha que nos produce sentimientos encontrados: nos parece cursi, pero queremos que se acuerden de nosotras con un detalle diferente y original
Mae West dijo: "Cuando soy buena, soy muy buena, pero cuando soy mala, soy mejor". Y a veces nos sentimos así. En cada una de nosotras se encierran esas contradicciones que debemos confesar que nos encantan.
¿Qué te define realmente? Piénsalo, cuál es tu sello, tu seña de identidad…, tu aroma. Siempre llevas una fragancia innovadora, sincera, diferente, que transmite emoción, representa tu espíritu, el de una mujer moderna. Una #GOODTOBEBAD (lo suficientemente buena para poder permitirse ser mala de vez en cuando).
A través de este link puedes invitar a tu pareja para que te regale ese aroma que vas a hacer tuyo (si no lo es ya). No le vas a dar opción a equivocarse, vas a ayudarle a elegir, le recordarás de una forma sutil que la vida está llena de pequeños detalles y este es el que te apetece ahora (y probablemente siempre).
Good Girl es el perfume que representa todo lo que hablábamos y revela sin reservas feminidad, poder, desenfado, independencia y emociones. House of Herrera ha creado un perfume que captura y exalta con su gloriosa dualidad llena de vida.
Este perfume lleva todos los sellos de la mujer Herrera. Carolina Herrera de Báez, directora creativa de House of Herrera Fragrances, reflejó en Good Girl la feminidad más absoluta. En un original frasco con forma de stiletto en azul medianoche con tacón dorado, es una señal de poder. Las notas creadas por Louise Turner, perfumista conocida por sus aromas atrevidos y estimulantes. Las notas olfativas reflejan la bondad con el jazmín que aporta luminosidad y feminidad. El lado más oscuro se ha creado utilizando el aromático cacao y la embriagadora haba tonka. Almendra, café y nardo rematan la fluidez.
Mae West dijo: "Cuando soy buena, soy muy buena, pero cuando soy mala, soy mejor". Y a veces nos sentimos así. En cada una de nosotras se encierran esas contradicciones que debemos confesar que nos encantan.