Mascarillas exfoliantes: cómo incluirlas en nuestra rutina sin sensibilizar la piel
Son una forma rápida y eficaz de exfoliar la piel y eliminar las células muertas cumpliendo con las normas de la rutina beauty semanal, pero puede que aún nos dé un poco de miedo utilizarlas
Que la piel se debe exfoliar al menos dos veces por semana es una norma que conocemos pero que, a diferencia del uso semanal de la mascarilla de toda la vida, puede parecer un poco más complicado o despertar un ligero miedo por el temor a sensibilizar la piel… ¿Mascarilla exfoliante o peeling químico? ¿Cuál debe ser el tamaño del grano? ¿Cuántas veces lo tengo que usar? Son algunas de esas dudas que nos persiguen antes de echar una mascarilla exfoliante en nuestro carrito de la compra.
¿Por que utilizar mascarillas exfoliantes?
A lo largo del día, nuestra piel está expuesta a todos los cosméticos que le aplicamos encima, desde las cremas hasta el protector solar y el maquillaje; además, sus múltiples glándulas sebáceas segregan grasa, y por supuesto, la contaminación a la que estamos expuestos a diario tampoco ayuda. Después de toda esa capa de suciedad, aunque cumplamos rigurosamente con la doble limpieza de nuestro rostro, las células muertas se acumulan en la superficie de la piel complicando que los tratamientos que apliquemos penetren y haciendo necesario exfoliar con regularidad la piel para eliminarlas.
Sin embargo, el problema de la exfoliación llega a la hora de fijar su frecuencia o el tipo de exfoliantes que se van a utilizar. Podemos elegir entre limpiadores exfoliantes, peelings químicos o mascarillas exfoliantes. La doctora María Teresa Gutiérrez Salmerón, dermatóloga del Hospital Clínico Universitario de Granada y miembro de la AEDV, apunta la importancia de los peelings superficiales, capaces de “favorecer la eliminación de la epidermis sin necrosis, ocasionando una exfoliación que va seguida de una regeneración con importantes cambios y de una nueva formación de colágeno tras su empleo repetido”. Sí, nos encantan los peelings químicos y son muy beneficiosos, pero las mascarillas exfoliantes son la mejor opción para comenzar a adentrarse en el mundo del scrub sin riesgos y además son superrelajantes.
¿Cada cuánto se usa una mascarilla exfoliante?
Como no podía ser de otra forma, el decálogo beauty coreano, que aprendemos a perfeccionar cada día gracias a Miin Cosmetics, dictamina que la mascarilla limpiadora es un paso con el que eliminaremos impurezas, células muertas y contaminación, y por ello no debemos saltárnoslo. “Deberías usar una mascarilla limpiadora siempre que necesites una limpieza a fondo (una o dos veces por semana)”, apuntan en ‘El arte coreano del cuidado de la piel’.
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Cuando hablamos de mascarillas limpiadoras, tenemos que diferenciar entre las clásicas mascarillas de arcilla que limpian los poros y absorben la suciedad y las mascarillas exfoliantes que son la excusa perfecta para cumplir con el scrub semanal recomendado sin dañar la piel y revitalizarla en un abrir y cerrar de ojos.
¿Cada cuánto me exfolio?
Precisamente, cuando hablamos de la mascarilla exfoliante, al tratarse de un cosmético de arrastre que descama nuestra epidermis, no se puede abusar de él y existe una frecuencia adecuada para usarla: dos veces por semana.
Hasta ahora, para cumplir con la doble exfoliación semanal recurríamos a los limpiadores exfoliantes, compuestos por pequeñas partículas que arrastraban las impurezas fuera del rostro. El problema es que muchos de esos limpiadores resecaban la piel dejándola tirante e irritada y no limpia e hidratada.
El orden adecuado
Aunque las mascarillas exfoliantes actúen como una limpieza profunda, deben estar precedidas por la doble limpieza para conseguir un efecto más completo. Una vez hayamos limpiado la piel con un limpiador de base aceitosa y otro de base acuosa, debemos secar la piel y aplicar la mascarilla con suaves movimientos circulares para activar la circulación y ayudar a la posterior exfoliación. Después de dejarla actuar el tiempo que indique el envase, siempre mínimo 10 minutos, procederemos a retirarla aclarándola con agua y de nuevo con movimientos circulares para exfoliar las células muertas.
El resultado debe ser el de una piel mucho más luminosa, sin imperfecciones y sin sensación de tirantez, esto último dependerá de los ingredientes de las mascarillas, aquellas con aceites esenciales dejan la piel hidratada y calmada, sin rojeces. Por supuesto, quedan prohibidas prácticas como utilizar el scrub corporal en el rostro o recurrir a exfoliantes de grano muy grueso en el rostro ya que irritarían muchísimo la piel. Apuesta por exfoliantes elaborados con azúcar, ingredientes orgánicos o esferas biodegradables.
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Sin más dilación, te chivamos nuestras mascarillas exfoliantes preferidas, esas que no dañan la piel, son fáciles de aplicar y dejan resultados absolutamente encantadores.
Turmeric Brightening Exfoliating Mask 2 en 1 de Kora Organics (47,99€). La mascarilla exfoliante creada por Miranda Kerr capaz de eliminar cualquier tipo de impureza sin resecar y además dejando una intensa sensación de frescor al revitalizar la piel en parte por la cúrcuma y la menta. Mejora la textura de la piel, la deja iluminada y minimiza la apariencia de los poros.
Mascarilla Instante Destoxificante de Caudalie (22,70€). Aunque no es exfoliante 100%, esta mascarilla sí actúa desintoxicando la piel, cerrando los poros y eliminando impurezas en parte a través de componentes como la arcilla rosa, enzima de papaya o escualeno de oliva, entre otros.
Que la piel se debe exfoliar al menos dos veces por semana es una norma que conocemos pero que, a diferencia del uso semanal de la mascarilla de toda la vida, puede parecer un poco más complicado o despertar un ligero miedo por el temor a sensibilizar la piel… ¿Mascarilla exfoliante o peeling químico? ¿Cuál debe ser el tamaño del grano? ¿Cuántas veces lo tengo que usar? Son algunas de esas dudas que nos persiguen antes de echar una mascarilla exfoliante en nuestro carrito de la compra.