¿Cuánto ha cambiado Mariló Montero en los últimos 30 años?

Mariló Montero se ha convertido en uno de esos personajes televisivos a los que nos hemos acostumbrado a ver a diario. Sin embargo, esta familiaridad que haría que reconociéramos su rostro en cualquier parte puede jugarnos una mala pasada cuando la presentadora se marca un viaje al pasado y comparte una foto de la Mariló de los años 80.

[LEER MÁS: Mariló Montero suelta su verdadero pelo (rizado y con volumen) en las vacaciones]

Con la excusa de celebrar el Día del Periodista, la navarra compartió una fotografía de los inicios de su carrera, al lado de una actual, para dejar constancia de su extensa carrera profesional. “[...] quiero felicitar a todos los periodistas en su día. Agradecer a todos los compañeros y compañeras con los que he tenido el gusto de trabajar su dedicación y su esfuerzo, muchos siempre en la sombra. Os dejo una foto de los comienzos comparada con una actual, una vida volcada en la comunicación”, escribía Mariló Montero junto a las dos instantáneas.

La carrera de Mariló Montero comenzó a mediados de los años 80 y no es la primera vez que la periodista comparte fotos de sus inicios. Pero tener frente a frente a la Mariló del pelo lleno de volumen y las cejas espesas y a la del pelo liso y varios tonos más claro es desde luego una oportunidad estupenda de analizar los cambios en su look.

Sin duda, el más notable es el cabello. Aunque los centennials se hayan empeñado en dar glamour a los 80-90, los peinados de altura y las hombreras eran difíciles de combinar… Aunque no para Mariló. En la fotografía, la presentadora acompaña una chaqueta blanca con hombreras con una melena cardada y llena de volumen en un castaño muy oscuro.

[LEER MÁS: Los secretos de Mariló Montero para tener una piel firme a los 54 (según los expertos)]

Las capas cortas en la parte superior de la cabeza y el flequillo a lo Kirstie Alley -en sus buenos años- hacen que el volumen de la media melena de Mariló se dispare, como bien mandaba la época. Aunque la presentadora ha mantenido el largo de su melena, otro cambio es el lado hacia el que se peinaba. Puede que, para conseguir ese plus de volumen, en los 80 Mariló cambiara a menudo la raya de su melena, para conseguir ese efecto ahuecado y que ahora opte más por la comodidad y deje que el cabello caiga al lado que quiera.

Centrándonos en su rostro, la forma de maquillarse también ha cambiado muchísimo, en parte influida por las modas de cada época. En los 80, Mariló lucía unas frondosas cejas que casi quedaban ocultas por su flequillo. Lo curioso es que, en la actualidad, aunque son algo más finas, sus cejas siguen siendo tupidas, aunque un par de tonos más claras, igual que su cabello, repleto de diminutos reflejos dorados que llenan de luz el cabello de la presentadora y son el perfecto aliado anticanas.

Pero parece que Mariló encontró hace años el maquillaje con el que se siente cómoda y favorecida y, ya sea en una foto de los 80 o en un selfi de hoy mismo, sus ojos siempre están delineados con lápiz khol, tanto por dentro como por fuera, para darle un toque dramático a la mirada. Respecto a los labiales, está claro que a la navarra le encantan los acabados hidratantes y jugosos, y lo único que ha cambiado en sus barras de labios es el color. Mientras antes prefería colores más alegres e intensos como los rosas o los cereza, ahora se mueve entre distintas tonalidades de nude.

Un considerable cambio en el rostro de Mariló Montero es, sin duda, la estructura de su cara. Antaño sus facciones parecían más marcadas y anguladas, y en la actualidad su rostro tiende a redondearse, sobre todo en la zona de la mandíbula. Este cambio puede tener explicación en la flacidez de los tejidos, consecuencia del paso de los años. En su día hablamos sobre este ensanchamiento en el rostro de Mariló con el médico estético Leo Cerrud, que tampoco consiguió identificar del todo el fenómeno. “El tercio inferior parece como ensanchado, lo cual me hace pensar en rellenos, voluminizadores o estimuladores de la producción de colágeno”, explicaba el experto intentando encontrarle una solución.

Sin embargo, lo que es indudable es que, ya sea en una foto de ahora o en una de los años 80, es imposible que pillemos a Mariló Montero en un mal día.