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Existe una máquina para hacer mascarillas y arrasa en las redes sociales
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Existe una máquina para hacer mascarillas y arrasa en las redes sociales

Crear mascarillas caseras mezclando frutas y verduras con una máquina que se vende en tiendas online se ha convertido en la tendencia beauty del momento

Foto: La máquina 'face maker' permite crear mascarillas faciales al gusto. (Unsplash)
La máquina 'face maker' permite crear mascarillas faciales al gusto. (Unsplash)

Hay vídeos en YouTube cuya cantidad de likes (6.000) confirma el entusiasmo con el que algunas trend followers acogen los aparatos para confeccionar mascarillas en casa. Es el caso de la influencer española My Crazy Make Up: es verla y entrar ganas de asaltar la nevera, pero no para comer, sino para aplicar lo encontrado en los cajones de fruta y verdura en la cara y conseguir una piel de ensueño. También dan fe tiendas como Amazon o Aliexpress, que a menudo cuelgan el rótulo de agotado temporalmente ante la venta masiva de los 'face mask maker', como ocurre con Meapure, de la marca francesa Plastimea en Amazon.

Leticia, My Crazy Make Up, alaba los beneficios de su máquina Meapure. El proceso es el siguiente. Escoges los ingredientes frescos que creas que tu piel necesita, los metes en la máquina y añades una pastilla de colágeno que trae incorporada y que aporta la textura en gel necesaria para confeccionar la máscara. Echas agua, aprietas un botón y en 10 minutos… Voilá!, ya tienes tu mascarilla DIY lista para aplicar. Si encuentras tu cutis desvitalizado, probablemente elijas naranja rica en vitamina C; si tienes acné, avena y miel. ¿Deshidratada? Aceite de coco o de oliva, y si le falta elasticidad, pepino. Además, sale económico, porque el precio de estas máquinas parte de 49 euros y permiten confeccionar un sinfín de unidades.

Aplicar alimentos en la piel, ¿un riesgo?

El concepto DIY o do it yourself está a la orden del día. Verónica Valbuena, dermoconsejera del equipo de farmacéuticos Marta MASSI, opina que “la idea de fabricar nuestras propias mascarillas faciales ajustando los activos a las necesidades de cada momento en el que se encuentra la piel nos lleva a la cosmética personalizada, a la que cada día intentamos acercarnos más desde la farmacia”. Hasta ahí, bien.

placeholder La 'face maker' crea mascarillas personalizadas similares a las de hidrogel.  (Unsplash)
La 'face maker' crea mascarillas personalizadas similares a las de hidrogel. (Unsplash)

El problema surge cuando no tenemos el control del resultado final de la fórmula: “Se utilizan productos que pueden ser dañinos en nuestra piel aunque a primera vista puedan parecer inofensivos, como el zumo de limón: podríamos pensar que estamos solo añadiendo vitamina C (un activo ideal para el tratamiento de hIperpigmentaciones y una de las estrellas antioxidantes), pero además de desconocer la concentración en la mascarilla, esta puede resultar mucho más irritante, incluso llegar a producir lesiones en la piel debido a la presencia de aceites esenciales, ya que podrían desencadenar reacciones fototóxicas en forma de irritaciones o incluso ampollas. Además, el limón puede tener un pH más ácido que el de nuestra tez y causar alteraciones en la función barrera”.

Nuria Torijano es experta en estética y confirma la importancia de la precaución con los alimentos aplicados directamente en el cutis. “Las frutas y verduras deben ser asimiladas a través de la digestión, en la cual se encuentran comprometidos diferentes órganos; en la mesa ingerimos los micronutrientes y las enzimas necesarias para su disponibilidad. Todo debe ser degradado para poderlo incorporar a nuestras células, para que tengan materia prima y energía y así reponerse, reconstruir sus partes dañadas y sintetizar nuevas células para preservar la vida. Es un complicado proceso y la piel no tiene esa capacidad, por eso existen los cosméticos, cuyos activos deben estar estabilizados y vehiculizados a través de liposomas o nanomoléculas en un laboratorio”. Para la experta, la única función de extender un pepino, un aguacate o una rodaja de naranja sobre el rostro es proporcionar un efecto agradable a causa del frío y bajar la inflamación: “Poner rodajas de pepino en los ojos tiene el mismo efecto que aplicar agua fría”.

Los aceites, de presión en frío

Si nos vamos a los aceites que están tan de moda, como pasa con el de coco, cuidado, porque no todos valen. “Siempre tienen que ser de primera presión en frío, ya que han sido expuestos a un proceso mecánico de extracción y no han seguido tratamiento de calentamiento ni de refinado. Los recomiendo para dar masaje y dependiendo del tipo de piel: al aportar lípidos son recomendables en pieles secas”, agrega Torijano.

placeholder Las mascarillas faciales de barro permiten limpiar la piel en profundidad gracias a su poder para absorber las grasa. (Unsplash)
Las mascarillas faciales de barro permiten limpiar la piel en profundidad gracias a su poder para absorber las grasa. (Unsplash)

Respecto a los aceites, Verónica Valbuena añade que, al igual que la miel, tienen propiedades antibacterianas pero resultan muy oclusivos y pueden empeorar problemas de grasa o acné. Esto en cuanto a los ingredientes que escogemos para la mascarilla. El siguiente paso es la pastilla de colágeno necesaria para la mezcla. Suena bien: ya sabemos que para que la tez esté tersa tiene que gozar de unos buenos colágeno y elastina. Ahora bien, que se sinteticen desde fuera es más que difícil, por no hablar de que no sabemos qué contiene la pastilla.

Según Nuria Torijano “el colágeno es una proteína. Su asimilación en suplementación es compleja y necesita de ácido hialurónico para ser sintetizado. Dudo mucho que tenga efecto aplicado sobre el rostro”. Desde la farmacia de Marta Massi advierten también de otro motivo para ser cauto con las mascarillas caseras: no hay control sobre la esterilidad y conservación, entorpeciendo la seguridad. ¿Son malas entonces estas máquinas? No, siempre que prime la cautela, se sepa qué esperar y qué ingredientes están desaconsejados según el tipo de piel.

Una de esas mask makers cuyo stock vuela es la máquina con 32 pastillas de colágeno Meapure de Plastimea y molde para el rostro. 65,99€ en Amazon.

placeholder Meapure de Plastimea.
Meapure de Plastimea.

Hoy en Amazon

Face Mask Maker, con bajo nivel de ruido y funcionamiento sencillo, también incluye pastillas de colágeno. En Amazon por 29,81€.

placeholder Face Mask Maker.
Face Mask Maker.

Hoy en Amazon

Hay vídeos en YouTube cuya cantidad de likes (6.000) confirma el entusiasmo con el que algunas trend followers acogen los aparatos para confeccionar mascarillas en casa. Es el caso de la influencer española My Crazy Make Up: es verla y entrar ganas de asaltar la nevera, pero no para comer, sino para aplicar lo encontrado en los cajones de fruta y verdura en la cara y conseguir una piel de ensueño. También dan fe tiendas como Amazon o Aliexpress, que a menudo cuelgan el rótulo de agotado temporalmente ante la venta masiva de los 'face mask maker', como ocurre con Meapure, de la marca francesa Plastimea en Amazon.

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