El truco de Carmen Lomana para ganar volumen y tener melenón

Por si el truco de triplicar el volumen no fuera suficiente, el último peinado de Carmen Lomana ejercía además un inmediato poder rejuvenecedor. El responsable era un falso cardado con el que la socialite le daba un aire sixties muy retro-trendy a su look para celebrar Halloween inmersa en la temática pero sin necesitar disfraz.

Capas, brushing, puntas redondeadas y una coronilla peinada en la dirección adecuada conseguían el efecto de un melenón a lo Sharon Tate en 'El baile de los vampiros', justo el efecto que Carmen deseaba. El total look lo completaba un vestido de cuello alto con manga murciélago, que la colaboradora de televisión accesorizaba con una gargantilla de inmensos abalorios en forma de flor.

Pero el plato fuerte del look lo ponía el voluminoso peinado que se apoyaba en las recién estrenadas capas. Hace tan solo unos días, Carmen documentaba como acostumbra su visita a la peluquería. La socialite cortaba sus puntas al bies en Tacha Beauty y aprovechaba para desfilar los mechones en torno a su rostro y llenar de ondas al agua su melena midi. Para hacerlo confiaba en su ‘peluquero de ondas’, Juan Diego.

Sin embargo, las ondas Hollywood desaparecían en la víspera del Día de Todos los Santos de la melena de Carmen Lomana, que, como por arte de magia, parecía mucho más larga y voluminosa. Mientras las ondas al agua recogen el cabello en varios centímetros, al peinarlo en liso, este parece crecer. Otro tip mágico, consecuencia del cabello liso peinado con secador y cepillo redondo, era el resurgimiento de las capas. En la instantánea que la colaboradora compartía desde el salón de belleza, estas eran imperceptibles, escondidas entre las geométricas ondas, pero al alisar el cabello, las capas de largo medio eran las responsables de un plus de volumen.

Un alisado con truco

En vez de moldear su cabello con planchas y rematar las puntas con tenacillas, el volumen y acabado natural del peinado de Carmen se conseguía con un brushing tradicional de los de secador en mano y un par de cepillos gruesos. Tras alisar todo el cabello, algo que en el caso de Carmen no requiere mucho esfuerzo ya que el suyo tiende al liso, toca trabajar la raíz, levantándola con un cepillo redondo más estrecho. En este paso es fundamental tanto el calor del secador como el movimiento que se aporta al cabello, que queda despegado del cuero cabelludo y elimina por completo cualquier sensación de apelmazamiento.

Continuando con el trabajo de cepillo, al bajar a lo largo del cabello, las capas van asomándose y a continuación son moldeadas con un movimiento de muñeca que consigue que la punta quede redondeada. Este sencillo twist tan retro como efectista se ha repetido en distintos desfiles de las semanas de la moda internacionales y se postula como una firme tendencia para el 2022. El movimiento de levantar, voluminizar y redondear se repetía por todo el cabello de Carmen, hasta conseguir una melena esponjosa.

Llegaba ahora el turno de fingir la altura de un cardado, sin tener que someter al cabello a esa agresión tan difícil de deshacer al día siguiente. Se marcaba sutilmente la raya a un lado en los primeros mechones separándolos de la parte posterior de la melena que, a partir de la coronilla, se peinaban hacia atrás, multiplicando el volumen. Este sencillo truco, que se puede realizar con un cepillo fino, también contribuye a esa esponjosidad retro de Morticia sesentera. Algo que se puede apreciar en el reflejo del espejo a la espalda de Carmen Lomana. El desfilado frontal, a la altura de los pómulos, además de enmarcar el rostro, contribuía a ese volumen tan rejuvenecedor.

Maquillaje de glam Halloween

Por supuesto, para una fiesta de temática dark, Carmen también modificaba su habitual maquillaje muy luminoso y apoyado en los labios coral, las cejas maquilladas y la máscara de pestañas, y lo subía un tono. Los labios, en un jugoso e intenso labial rojo de acabado gloss, se convertían en el foco de luz del rostro, mientras la mirada se oscurecía con sombras de ojos negras y grisáceas.

El párpado inferior también acompañaba a los smokey eyes, enmarcando una mirada en la que el contraste entre el arco de la ceja, varios tonos más claro, le daba una estética casi gótica. Las cejas también se transformaban, dejando a un lado la forma de peinarlas de día para ganar grosor, por un diseño mucho más fino, oscuro y angulado. Un maquillaje perfecto para una noche de terror, sin perder la elegancia.