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Rubio 'leche de avena', la mejor forma de iluminar y cuidar la coloración este verano
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COMO LOS CEREALES DEL DESAYUNO

Rubio 'leche de avena', la mejor forma de iluminar y cuidar la coloración este verano

En el año de los rubios fríos, el vainilla ha dejado paso a un nuevo matiz, el rubio leche de avena, más claro, más frío y a prueba de los rayos de sol del verano

Foto: Rubio leche de avena en el desfile Fall 2022 de Halperm. (Imaxtree)
Rubio leche de avena en el desfile Fall 2022 de Halperm. (Imaxtree)

Ni ceniza ni platino, pero manteniendo la misma tonalidad fría que caracteriza a ambos colores, el rubio leche de avena avanza posiciones para convertirse en la coloración del verano. Perfecta con la que iluminar el cabello sin caer en el dorado, entre sus particularidades está que logra adaptarse incluso a los tonos de piel más bronceados.

En el último año hemos asistido al rápido avance de las coloraciones frías, en parte por su facilidad para aclarar las melenas más oscuras con un acabado natural. Un ejemplo de esta luz fría para cualquier tono de pelo era el smokey hair, un baño de color que se colaba entre las tendencias de coloración del 2022.

placeholder Rubio leche de avena en el desfile de otoño 2022 de Halperm. (Imaxtree)
Rubio leche de avena en el desfile de otoño 2022 de Halperm. (Imaxtree)

El nuevo tono de moda para potenciar aún más la luminosidad de los cabellos castaños, pero especialmente los rubios es el ‘oat milk blonde’ o lo que es lo mismo, el rubio leche de avena, que toma su nombre de los copos amarillos deslavados del cereal.

Los extensos campos de avena o los propios cereales del desayuno encajan a la perfección con un rubio que mantiene la luz de un platino, usando el tono más oscuro de la raíz a modo de casi gris pálido y que tampoco deja de lado los sutiles matices dorados de la cobertura del cereal. El rubio leche de avena entra por tanto dentro de la clasificación de los rubios fríos, con la particularidad de encajar bien con todos los tipos de piel.

Si bien no existe una única técnica de aplicar el tono entre vainilla, ceniza y platino, las mechas parecen ser la mejor forma de incorporar todos los matices del color, que se acentúa especialmente en los mechones en torno al rostro. Mientras los primeros centímetros del cabello mantienen la coloración más oscura del tono natural, los mechones próximos a la cara se iluminan con las mechas más claras, sin perder de vista el efecto degradado para que no se aprecien cambios de coloración bruscos.

placeholder  Copos de avena. (Unsplash/Melissa Di Rocco)
Copos de avena. (Unsplash/Melissa Di Rocco)

El trazo fino y casi imperceptible de las mechas rubio ceniza aclaran de una forma muy sutil el cabello, borrando por completo cualquier sensación de matiz dorado y logrando un efecto iluminador en todo el cabello. Como ocurriera con la coloración tweed, los colores quedan entretejidos, a la vez que se recrea el aclarado natural del pelo, al mantener el efecto sombreado de la raíz. Otro de los indudables beneficios de los rubios ceniza es que son una de las coloraciones más fáciles de mantener puesto que no exigen de un retoque constante. El cabello crece y la raíz se pierde con la mecha.

Los rubios platinos retoman su fuerza, como ya demostraran Anya Taylor-Joy o Billie Eilish, pero en la coloración oat milk se presta especial cuidado al matiz del rubio. No hay destellos dorados, no es un rubio que amarillee sino que está controlado a través de mascarillas y champús violetas con los que neutralizar cualquier tono amarillo. Esta es precisamente una de las cualidades del rubio leche de avena, es una solución perfecta para rebajar colores muy intensos, es algo así como el salvavidas cromático.

Al incorporarlo a los cabellos más oscuros puede recordar al smokey hair o ahumado, pero en los castaños más claros se acerca bastante al mushroom blonde que triunfara en Corea del Sur. Aquel castaño muy claro, prácticamente rubio ceniza, pero con un matiz muy frío se convierte en la coloración con la que jugar a aclarar el cabello en las estaciones estivales, emulando a la incidencia del sol, pero sin que el tono se oxide.

Sobre los cabellos fríos, además de matizar las coloraciones más intensas, el rubio leche de avena aclara el pelo de forma notable y homogénea, casi como si se tratara de un tinte, de un baño de color o incluso del glossing con el que el color se ve intensificado al igual que la hidratación. Los rubios fríos siempre tienen ese efecto iluminador al que el tono avena le aporta más matices.

Pero ¿por qué leche de avena si en realidad el color que vemos en las distintas versiones del rubio de moda se inspira más en el cereal seco o dentro de la vaina que en la leche vegetal resultado del prensado de la avena? Resulta curioso que las coloraciones parecen encontrar una mayor inspiración en las bebidas que en los alimentos sólidos. Hace unos años hablábamos de coloraciones como café con hielo, té con leche, vino caliente con especias, rubio chardonnay o sidra…

A la espera de una declaración firme, el tono denso y avainillado de la leche de avena parece encajar también con las versiones más claras de este nuevo rubio que juega a ser ceniza y platino, sin ser ninguno de los dos.

Ni ceniza ni platino, pero manteniendo la misma tonalidad fría que caracteriza a ambos colores, el rubio leche de avena avanza posiciones para convertirse en la coloración del verano. Perfecta con la que iluminar el cabello sin caer en el dorado, entre sus particularidades está que logra adaptarse incluso a los tonos de piel más bronceados.

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