Té con leche, la coloración más descafeinada para el cabello

Después de tendencias arriesgadas como el rubio melocotón o el chocolate cake, no salimos de la cocina para dar con la siguiente referencia culinaria que busca -por enésima vez- llenar de luz el cabello sin convertirlo en rubio.

Exactamente igual que ocurre con el té con leche, te puede dejar fría o te puede encantar, pero lo que es seguro es que lo vas a ver mucho. Se trata de un castaño muy claro, similar al cabello de los niños cuando empieza a oscurecerse.

Soñamos con encontrar esa coloración muy natural y fácil de mantener, que no requiera acudir a la peluquería cada vez que la raíz comienza a crecer. Cuando hablamos de castaño claro, solemos referirnos a melenas con reflejos dorados que en muchas ocasiones se asemejan a un tono chocolate o miel.

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En esta ocasión, la innovación cromática es el ‘milk tea’, es decir, el té con leche como mejor forma de definir un cabello castaño muy claro pero que no llega a ser rubio. Cuando el cabello rubio se oscurece durante los últimos años de la infancia y se queda ese tono virgen, lleno de luz y muy natural, justo en ese breve espacio de tiempo encontramos el color más parecido al té con leche.

Para lograrlo es necesario aplicar mechas casi minimalistas para que no se note su trazo y utilizar coloración que ilumine el cabello para luego matificarla con otra tonalidad más oscura. De este modo se alcanza una coloración cercana al rubio ceniza, pero manteniendo aun una base castaña.

El colorista Shawn Lee de Ravissant Hair Studio aseguraba a Allure que después de aclarar el cabello lo matificaba con Majicontrast de L'Oréal en un tono rojo magenta para neutralizarlo. De esta forma desaparece por completo el color dorado del cabello.

Mientras las coloraciones habituales buscan crear un efecto degradado en el que la raíz sea más oscura y las puntas se aclaren, la complicación de este color está en que las puntas no deben ser la parte más clara del cabello. Se mantiene la raíz castaña y se va aclarando el pelo hasta lograr la tonalidad 'milk tea' que se mantiene en todo el cabello.

Esta tonalidad se ha convertido en la coloración de moda en países como Singapur, Japón o Corea ya que es la forma perfecta de aproximarse al cabello rubio pero de una forma natural. Aporta luz al rostro dulcificando los rasgos, llena de matices el cabello sin que se noten a simple vistas las mechas y es la transición entre el cabello natural y el rubio. Ahora solo nos queda esperar a que salte de Asia a Europa.