Qué es el rubio 'chardonnay' y por qué dicen que es la coloración de moda
¿Quieres ser rubia pero no te convencen las tonalidades de dorado disponibles en la oferta cromática habitual? Pues tómate una copita de champán porque en ella está la solución
Continuando con la maravillosa moda de ponerle un nombre gastronómico a la coloración y de los creadores del té con leche o el café con hielo, llega desde las redes sociales y la eléctrica mente de un estilista en algún lugar del mundo, el chardonnay blonde, o más bien, las mechas de este color.
Si te hablan de rubio ceniza, sabes identificarlo, igual que si dices: “Llevo reflejos champán”... Vale, pillo la referencia, sin embargo, cuando la gente se pone a hablar de vino, puede llegar el momento en el que la palabra 'afrutado' haga que pierdas el hilo de la conversación. Por ello, a este lado de Europa, en el que este vino típicamente francés no es el más demandado, identificar un chardonnay y su tonalidad y no confundirlo con el personaje de ‘Happy Wifes’ es muy habitual. Te ayudaremos a dar con su tonalidad, esto es un chardonnay:
Y si lo incorporas a tu ya de por sí rubia -o castaña clara, tono té con leche- melena, podrías pensar que se trata de mechas verdosas, pero no. Del chardonnay se toma el color del vino blanco de toda la vida, pero como la creación de esta técnica es anglosajona, vamos a dejar que le pongan el nombre de su brebaje.
Sobre un cabello con una base rubia o castaña muy clara, se incoporan mechas lo más finas posibles de un rubio muy platino, para aportar mucha luz a la melena. Para que la coloración quede natural, hay que matificar las mechas chardonnay y acompañarlas con ayuda de técnicas como el balayage. De esta forma se consigue la luz en las zonas que queramos marcar, como los mechones más próximos al rostro.
Ashlee Allen ( de Ash Hair Studio) ha sido la colorista encargada de crear el chardonnay blonde y en 'Allure' detallaba paso a paso cómo conseguí dar con ese rubio muy muy claro pero de acabado natural, que asegura no se tarda más de dos horas en lograr.
Primero hay que trabajar muy bien la raíz del cabello para lograr un degradado que parezca lo más natural posible. La colorista explicaba que comenzaba aplicando con la técnica de las mechas babylights para decolorar la raíz del cabello con un rubio oscuro-ceniza, que será la base de la melena.
A continuación toca trabajar el resto del cabello, para lo que se recurre a la técnica del balayage y se aplican mechas de dos tonalidades diferentes de rubio y muy finas por toda la melena. Así es como se consigue una explosión de luz y color con mucho movimiento. La colorista aseguraba que lo que buscaba era lograr que al mover el cabello no hubiera ni un solo cabello sin un matiz.
Y hablando de matiz, ¿lleva? Evidentemente. A simple vista es sencillo ver que todas las tonalidades rubias están perfectamente unidas creando una coloración homogénea. Este matiz es el que le da el toque maestro, ya que se trata un matiz del brillo.
El chardonnay blonde surgió como una necesidad de crear un rubio fácil de mantener, que permitiera que la raíz creciera sin que se notara un cambio drástico de coloración. La peluquera señala que la mejor forma de mantener la coloración inspirada en el vino blanco es acudir regularmente a cuidar el brillo de las mechas; es decir, a matizarlo para que el rubio no adquiera un tono anaranjado y artificial.
Un simple truco que ayuda enormemente a las cabelleras rubias a seguir con su correcta coloración son los champús morados, antes objeto casi de puro contrabando y ahora muy sencillos de encontrar. Actúan matificando el rubio para que siempre esté en su tonalidad perfecta. Y si al volver de las vacaciones el rubio se ha convertido en algo que poco tiene que ver con lo que era antes o ha comenzado a aparecer verdoso… La solución pasa por tratamientos de mantenimiento y evitar algunas prácticas cromáticamente peligrosas.
Continuando con la maravillosa moda de ponerle un nombre gastronómico a la coloración y de los creadores del té con leche o el café con hielo, llega desde las redes sociales y la eléctrica mente de un estilista en algún lugar del mundo, el chardonnay blonde, o más bien, las mechas de este color.